En un salón ubicado en las faldas de los Alpes suizos, en la localidad de Montreux, Mariana Palmeiro, académica del Glion Institute of Higher Education, habla sobre un millonario negocio que se nutre del deseo por escapar del caos cotidiano de la vida urbana.
“Los spas han sido tradicionalmente un negocio secundario de la industria del turismo. Hablamos de un sector que ronda los 100,000 millones de dólares (mdd) de ingresos anuales en todo el mundo”. La industria de los spaa, es decir, los establecimientos dedicados a mejorar el bienestar físico por medio de aguas termales, masajes u otros tratamientos de relajación, es una de las más viejas en el mundo.
Sus vestigios datan de los baños de aguas termales en el palacio de Knossos, en la isla griega de Creta, en el segundo milenio antes de Cristo, y con historia también en nuestro continente, de acuerdo con Antonio Arredondo, directivo en la Asociación Latinoamericana de Spa (ALTSPA). “En el México prehispánico el baño de vapor llamado temascal estaba ampliamente difundido por toda Mesoamérica y era parte de la vida cotidiana de las personas”, dice Arredondo.
En busca de reconocimiento
Pese a su larga historia, la industria de los spas ha vivido a la sombra de otros servicios turísticos, a decir de Mary Tabacchi, investigadora en el Global Wellness Institute, que investiga la industria del bienestar.
“Es, incluso, complicado recopilar datos sobre la industria, en buena medida porque muchos son negocios pequeños o se encuentran dentro de hoteles, parques acuáticos u otras instalaciones turísticas”, dice la investigadora.
En México, los spas están repartidos por el Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte (SCIAN) empleado por el Instituto Nacional de Geografía y estadística (Inegi) entre las categorías de parques acuáticos, balnearios y baños públicos. El negocio de la relajación ha crecido en México y en el mundo, en buena medida por tendencias sociales y el incremento del ingreso disponible para actividades recreativas.
De acuerdo con Mariana Palmeiro, “casi todos los países del mundo han experimentado una disminución en la cantidad de hijos y un incremento en la población urbana, lo que hace que las personas busquen formas de relajarse y salir de la rutina cotidiana”. Esto sucede mientras la globalización populariza todo tipo de prácticas de relajación y de técnicas de rejuvenecimiento, que van del reiki hasta sofisticadas tecnologías como las lámparas de diodos de luz LED.
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Más que relajación
El negocio del spa crece de acuerdo con el acelerado ritmo de las tendencias que cambian vertiginosamente, según Yvette Thüring, gerenta general de Le Mirador, spa y hotel ubicado en la localidad suiza de Le Mont - Pèlerin, “el spa en Suiza estuvo relacionado históricamente con el descanso, pero se ha diversificado para incluir actividades físicas y mejorar el bienestar con nuevas prácticas como yoga y alimentación saludable”. Gustavo González, cirujano plástico en la Ciudad de México, ofrece a sus pacientes un spa que ayuda a la recuperación. “Cuando un paciente pasaba por un procedimiento como una liposucción, lo enviaba a un spa, pero hace 11 años instalé cabinas en mi consultorio para dar tratamientos como drenajes linfáticos y tratamientos con ultrasonido”.
Este cruce entre la medicina y el bienestar no es casualidad, puesto que los tratamientos médicos a veces dejan de lado la necesidad del paciente por un entorno para recuperarse. “La intervención médica es fundamental, pero prácticas complementarias pueden mejorar la recuperación” dice el doctor José López, director médico en Clinique La Praire, spa, hospital y hotel en Montreux, Suiza.
Esto inspiró a González a complementar su práctica médica con métodos alternativos. “Contraté terapeutas para hacer tratamientos como drenaje linfático, reiki y aromaterapia, que damos antes de la intervención quirúrgica y sirven para relajar y preparar al paciente para la intervención”, dice.
Los retos por superar
La industria enfrenta desafíos que ralentizan su crecimiento. El primero es su falta de profesionalización, “los tratamientos ya no se limitan a masajes y tratamientos con agua; algunos implican equipos que valen miles de dólares”, dice el doctor González. Por su parte, Arredondo de ALTSPA está trabajando con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), para crear una norma que homogenice los requerimientos técnicos y humanos de este tipo de negocios.
“Personas sin capacitación ofrecen en salones de belleza o en las salas de sus casas tratamientos relajantes cuando los miembros de ALTSPA seguimos las regulaciones de Cofepris para la instalación de un consultorio médico” menciona el directivo. El otro reto se encuentra en las capacidades de gestión administrativa.
De acuerdo con Mariana Palmeiro, “los spa suelen ser pequeñas unidades económicas operadas por personas con escasos conocimientos de negocios, mercadotecnia o administración, lo que limita su crecimiento”, por lo que el Glion Institute of Higher Education creó un programa académico para entrenar a los administradores de estos establecimientos.
En México, ALTSPA trabaja con el sector educativo para crear programas de capacitación que profesionalicen a los involucrados en este negocio, “buscamos que el personal que labora dentro de los spa tenga las herramientas para proveer terapias seguras y con personal capacitado”, explica Palmeiro.
El Dato.100,000
mdd es el ingreso anual estimado que se tiene en la industria de los spas
Para cualquier nivel de estrés
Entre los diferentes tipos de spa, aquellos adscritos a consultorios y hospitales crecen rápidamente en México.“Hace 15 años teníamos un puñado de establecimientos adscritos a establecimientos médicos, pero ahora contamos con casi 250 unidades en el país”, dice Antonio Arredondo.
González ha visto tal éxito en su modelo de negocio, que atrae pacientes canadienses a su consultorio spa. “Aprovechamos la ola de turismo médico para que pacientes canadienses se realicen algunos tratamientos quirúrgicos estéticos en nuestro país”.
Incluso en países como Suiza, con una tradición centenaria, la demanda cambiante les ha hecho adoptar nuevos servicios, menciona Yvette Thüring, “en Le Mirador estamos agregando nuevos servicios de fitness, que permiten atender a personas que buscan más que la relajación y el yoga”.
Para el doctor González, el negocio de los spa tendrá aún más éxito en el futuro, ya que “la gente no solo desea verse bien, también quiere sentirse mejor, consentida y abrazada. Nosotros queremos que esa aspiración se convierta en realidad”.