Elon Musk, el director general de Tesla, no se unirá a la junta directiva de Twitter como se había anunciado en un principio. El multimillonario seguirá siendo el mayor accionista de Twitter.
El director general de la plataforma, Parag Agrawal, tuiteó la noticia tras un fin de semana en el que Musk sugirió en varios tuits posibles cambios en Twitter, como eliminar la publicidad del servicio. Casi 90 por ciento de los ingresos de Twitter en 2021 procedía de la publicidad.
“El nombramiento de Elon en la junta iba a hacerse oficial el 9 de abril, pero Elon indicó esa mañana que no se uniría a la junta”, escribió Agrawal en una nota dirigida en un principio a los empleados y tuiteada después. “Creo que esto es lo mejor".
Agrawal no dio una explicación para la aparente decisión de Musk, aunque señaló que la junta comprendía los riesgos de tener a Musk como miembro.
La junta del medio social, señaló, “creía que tener a Elon como fiduciario de la compañía, donde él, como todos los miembros de la junta, tiene que actuar en el mejor interés de la compañía y todos nuestros inversionistas, era la mejor opción para el futuro”, escribió.
Musk tiene ahora una participación del 9 por ciento en Twitter, lo que plantea dudas sobre cómo podría tratar de influir en la plataforma de medios sociales como accionista mayoritario.
Sus 80.5 millones de seguidores en Twitter le convierten en uno de los tuiteros más populares, a la altura de estrellas del pop como Ariana Grande y Lady Gaga. Pero su prolífica cuenta en ocasiones le ha metido en problemas, como cuando la utilizó para promocionar sus negocios, movilizar a usuarios leales a Tesla, cuestionar las medidas contra la pandemia e iniciar discusiones.
En un ejemplo celebre, Musk se disculpó con un espeleólogo británico que acusó al directivo de describirle como pedófilo en un tuit que se borró más tarde. El explorador presentó una demanda por difamación, aunque un jurado de Los Ángeles absolvió después a Musk.
También está inmerso en una larga disputa con la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC por sus siglas en inglés) por su actividad en Twitter. Musk y Tesla acordaron en 2018 pagar 40 millones de dólares en multas civiles y que un abogado corporativo revisara los tuits del ejecutivo, después de que Musk tuiteara que tenía el dinero para convertir Tesla en una compañía privada a 420 dólares por acción.
Dicha operación no se produjo, pero el tuit hizo que el precio de la compañía en bolsa se disparase. Su abogado ha alegado que la SEC está infringiendo la libertad de expresión de Musk.
Musk se ha descrito como un “absolutista de la libertad de expresión” y ha dicho que no cree que Twitter esté cumpliendo sus principios de libertad de expresión, una opinión compartida por seguidores de Donald Trump y varias personas de la política conservadora que han visto sus cuentas suspendidas de Twitter por incumplir las normas sobre contenido en la plataforma. Sin embargo, no está claro cuál es la motivación de Musk para implicarse en el servicio.
MRA