Donaldo Medina Islas viene de una familia que se ha dedicado a la producción de quesos desde hace 35 años en Acatlán; uno de los aportes a su legado familiar es la producción de yogurt, su isologotipo San Miguel 1518, hace referencia al santo patrono y al año de fundación del municipio reflejado en el ex convento de Acatlán. Comenzó en abril con la producción de yogurt griego y batido en sabores de piña coco, cereal, manzana, fresa, zarzamora y jocoque, este último resulto una grata sorpresa para los clientes que pudieron probarlo durante el expo feria Tulancingo 2022.
Como emprendedor, Donaldo reconoce el apoyo de sus papás y hermanos, quienes respaldaron su idea de producir yogurt, el cual fue bien recibido por la gente en su primera ventana de exhibición “La gente nos ha llamado para preguntar dónde estamos, próximamente abriremos una sucursal en Tulancingo con gran variedad de productos de quesos Oaxaca, panela, manchego, gouda y todo tipo de yogurt, también tendremos helado, paletas y panadería, queremos darle un giro completo a la marca”.
Sobre el proceso de elaboración del yogurt menciona “es completamente orgánico desde la leche de la vaca, que se pasteuriza de 85 a 95° por media hora para lograr la costración lenta, posteriormente lo bajamos a 40 o 45° para poner el cultivo láctico usamos lactobacilos y termófilos para lograr mejorar la textura y el sabor, además de hacerlo más cremoso, lo dejamos reposar de cinco a seis horas para que se fermente y poder prepararlo al día siguiente para ponerlo a la venta. Sobre la calidad y pasteurización del producto, está certificada”.
Al ubicarse en un sitio enfocado en la producción de quesos, optaron por las redes sociales para la difusión de su producto además de brindar información relacionada con el queso para tener un diferenciador y además incentivar un medio de contacto con sus clientes.
Donaldo comenta que en Acatlan,62 empresarios participaran en la elaboración de la que pretenden sea la bola de queso Oaxaca más grande del mundo que pesará aproximadamente 320 kilos en busca de un récord Guinness, actividad en la que participara para fomentar la identidad de la demarcación.
“Pese a no llevar mucho tiempo, me siento muy bien con la empresa, que a la gente le gusten los productos, me motiva a seguir aprendiendo a mejorar la calidad de mis productos para ofrecer la mejor calidad. Todo esto empezó por que mi novia compró un yogurt echado a perder, eso me dio la idea de producirlo, lo comencé a vender con mi familia y amigos; por lo que yo les diría a otros emprendedores que no se desanimen y le echen muchas ganas, todo se puede, sigan adelante pese a los momentos difíciles que conlleva el emprender.”