Aunque la crisis económica generada por la pandemia del covid-19 en el mundo ha impactado los resultados financieros de la mayoría de las compañías, las empresas del sector consumo instauradas en México estiman un mejor escenario para el próximo año.
De acuerdo con la tercera edición del Barómetro Fabricantes Pyme de Consumo, elaborado por GS1 y Psyma, 54 por ciento de los encuestados señaló que 2021 será un mejor año; en tanto, 41 por ciento prevé que el panorama será estable; sólo 5 por ciento estima que el escenario empeorará respecto a este año.
“Se espera un proceso de estabilidad; que si bien no piensan que los números vayan a aumentar, seguramente ellos creen que la curva los va a llevar hacia poder estabilizarse para poder tener un repunte tal vez en 2022”, dijo en conferencia Alejandra Medina, research director en Psyma.
Según los resultados del reporte que contempla a 500 Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes), 62 por ciento de los participantes afirmó que la pandemia impactó de manera negativa sus operaciones; sólo 25 por ciento reportó tener un impacto positivo con la emergencia sanitaria; 13 por ciento señaló que no tuvo repercusiones tras las medidas sanitarias.
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“A mediano y largo plazo las perspectivas para la industria de consumo son buenas, el simple desarrollo demográfico demuestra esto. todavía estamos con la incertidumbre de si entramos a semáforo rojo. Esto no cambia el hecho de que las cosas seguirán siendo diferentes, no vamos a regresar al estado como era antes de la pandemia, ninguna marca puede hacerse de la idea de que simplemente seguiremos operando en 2021 o 2022 como lo hacíamos en 2018”, sostuvo Simeón Pickers, managing director de Psyma.
Agregó que existen varias tendencias que se han reforzado con la emergencia sanitaria, como la transformación digital y los cambios en los hábitos de compras de los consumidores, que vino a sumar a la venta y número de clientes en algunas marcas.
“Estamos viendo que no necesariamente sobrevive la más fuerte, sino la organización mejor adaptada, esto es una regla básica”, apuntó.
Seis de cada 10 empresas afirmaron que hubo una disminución de sus clientes; sólo 18 por ciento expuso que con la pandemia tuvo un repunte en la cantidad de consumidores.
La mayor disminución la tuvieron las empresas pequeñas, con una baja de 59 por ciento; las medianas tuvieron una variación negativa en clientes de 58 por ciento y las grandes, de 44 por ciento.
AMP