Entre ofertas y tumultos, así fue el último día de Chedraui Tampico

Comercios

Demanda por televisores, refrigeradores, lavadoras y línea blanca abarrotaron la tienda de autoservicio en Plaza Crystal antes de bajar la cortina

Chedraui cerró su sucursal en Tampico; hubo tumultos por las ofertas finales.
Tampico /

Pasaron más de tres décadas para que, por un desacuerdo, la primera tienda de la cadena Chedraui en Tamaulipas, particularmente en Tampico, cerrara. Esto causó un movimiento al filo del mediodía, solamente comparado con los días previos a la víspera de la Navidad, cuando el flujo de efectivo causaba mucho movimiento en esta parte de la Avenida Hidalgo del puerto.

Todo se dio por el aviso de la liquidación de todos los productos. Despertó el interés de personas de todas las clases sociales, enganchados por la oferta en electrodomésticos. El primer hándicap para arribar se dio en el estacionamiento, con un cupo lleno que abarcó hasta los cajones de su vecino Tres Arcos. Se dieron algunos percances, entre ellos los llamados “choques lamineros” y quejas de los usuarios.


Lo segundo fue pasar hacia la tienda, al juntarse después de las 12:00 una cantidad extraordinaria de personas, amas de casa, trabajadores y uno que otro joven. Hubo dos puntos de mayor congregación: el área de lavadoras, estufas, refrigeradores, televisores y microondas.

La alta demanda desnudó muchas carencias, desde los artículos en mal estado, la poca existencia, pero principalmente precios puestos como de remate, cuando algunos clientes cotidianos a la sucursal los contradijeron. “Vengo todos los días y los costos son los mismos. Es mentira eso de las liquidación”, mencionó una señora de cerca de 60 años.

A pocos les importó. Para no perder el esfuerzo, se postraron durante minutos y hasta horas al lado del producto, casi abrazado o encima de él. Otros decidieron irse por lo práctico una pantalla pero no solo una, pues clientes salieron con cinco, acomodadas en un carrito.

El segundo departamento fue la línea blanca. Para la hora antes mencionada se agotaron edredones, almohadas, fundas, toallas y otros insumos utilizados en recámaras como en baños. también hubo un caso simultáneo en los juguetes.


Esto contrastó con la adquisición de productos de la canasta básica. Frutas, verduras, aceites, cárnicos, pan, pescados y mariscos, todos en general, contaban con máximo dos consumidores. “A mi me importa comer”, comentó un señor de la tercera edad mientras guardaba plátanos y manzanas.

Las cosas se complicaron para la tarde, aquellos que no pudieron llegar a tiempo arribaron y los problemas se acrecentaron, Muchos productos estaban vendidos y solamente quedaban alimentos y perecederos. Fue para el personal, aún sin saber su futuro, un día de contrastes: una gran venta pero sin un mañana laboral.

La gran incertidumbre es ¿Qué pasará con todos los metros cuadrados? Hay otro tema no menor: ¿quién hará válida la garantía si un electrónica falla o con quién habrá que quejarse?


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