La escasez de semiconductores costará a la industria de automotriz 110 mil millones de dólares y verá reducir su producción en casi 4 millones de unidades, es decir, casi el doble de lo previsto en enero, según un estudio dado a conocer este viernes por la firma AlixPartners.
AlixPartners había previsto en enero que los problemas de suministro de chips por la pandemia costarían al sector 60 mil 600 millones de dólares este año, pero el empeoramiento de la situación, con el incendio de una planta de producción de semiconductores en Japón y las malas condiciones meteorológicas en Texas, en Estados Unidos, han provocado nuevos problemas.
La firma estima que la falta de chips que forman parte de los distintos sistemas de los vehículos, desde módulos de control de airbags y frenos a sistemas de infotenimiento, reducirá la producción mundial de vehículos en 3.9 millones de unidades, frente a los 2.2 millones que auguró en enero.
La producción de un vehículo necesita hoy en día hasta mil 400 chips y las plantas de producción de semiconductores están funcionando a plena capacidad en estos momentos por lo que el sector tardará meses en volver a la normalidad.
"Estas plantas de chips están funcionando a plena capacidad. No hay nada que pueda amortiguar el impacto, no hay capacidad adicional, no hay inventario", declaró el director gerente de AlixPartners, Dan Hearsch.
Hearsch añadió que la situación sólo empezará a mejorar a finales de año: "En el tercer trimestre habrá suficiente para que todos puedan estar en mayor o menor medida funcionando. En el cuarto trimestre, deberíamos estar bien y el próximo año volveremos a la normalidad, esperamos", explicó.
En Estados Unidos, los principales fabricantes de automóviles se han visto obligados a recortar su producción y despedir temporalmente trabajadores por la falta de chips.
Ford ha advertido de que los problemas de suministro le costarán este año 2 mil 500 millones de dólares, mientras que General Motors (GM) ha calculado el impacto entre mil 500 y 2 mil millones.
MRA