La segunda versión del Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic II) y la ruta para una nueva política industrial del gobierno son totalmente insuficientes para generar un verdadero crecimiento y combatir la creciente inflación en México, reveló el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp).
En su análisis ejecutivo semanal, el organismo de la iniciativa privada afirmó que el Pacic no tuvo resultados importantes o relevantes para combatir la inflación general del país, aun cuando los participantes del sector privado mantuvieron sus compromisos, y realizaron más reuniones con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En ese sentido, el Ceesp explicó que la razón es que el Índice Nacional de Precios al Consumidor, que mide la inflación, incluye muchos otros bienes, marcas, presentaciones y puntos de venta que los contemplados en el programa, así como muchos otros rubros genéricos, y la mayoría continúan subiendo de precio.
“El Presidente convocó a un grupo de empresarios a fin de persuadirlos de la necesidad de reforzar el control de sus precios, es decir, un Pacic II. Quizá con ello se pueda contener el alza de un grupo de bienes de la canasta básica, pero que es reducido, por lo que será difícil que tenga efectos significativos sobre la inflación general”, aseveró el organismo.
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A esto se sumó que la Secretaría de Economía presentó un esbozo de camino hacia una política industrial, el cual consideran que en su mayoría son un conjunto de aspiraciones cuya concreción o procesos se observan en economías avanzadas y modernas de vanguardia.
“El Pacic II y la propuesta de política industrial de la Secretaría de Economía, si se interpretan como una herramienta de reactivación económica, más allá de sus virtudes o defectos, son insuficientes para abatir la inflación y generar crecimiento con la celeridad que requiere la economía”, resaltó el organismo perteneciente al Consejo Coordinador Empresarial.
El Ceesp destacó que hay acciones más inmediatas, asequibles e incluso urgentes, que se pueden tomar y aliviarán presiones de precios por la vía de mejorar el funcionamiento de la economía, lo que facilitará su reactivación sólida.
“El mejor antídoto frente a la presión inflacionaria es el crecimiento y la inversión. Sin pretender por el momento que sea exhaustivo, se puede sugerir un conjunto de acciones como generar regulaciones eficientes y transparentes asegurando que sus beneficios para la sociedad sean mayores que sus costos de cumplimiento”, detalló.
Agregó que se pueden tomar acciones para mejorar la infraestructura del país y su funcionamiento, operativos reforzados para enfrentar delitos en el transporte, combate decidido a cobros de derecho de piso, facilitar insumos al sector agroalimentario y redirigir la banca de desarrollo para facilitar acceso a servicios.
“Eliminar la incertidumbre respecto al uso de sustancias como el glifosato y a la importación de productos genéticamente modificados, a fin de acelerar la oferta agroalimentaria”, entre otros.