El gobierno de España confirmó el impuesto temporal a los ciudadanos que poseen grandes fortunas. Afectará a los contribuyentes con una riqueza neta superior a los 3 millones de euros, a partir del 1 de enero de 2023.
Así lo confirmó la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que bautizó el tributo como “impuesto de solidaridad”, similar a lo que ya se hizo en meses pasados con las empresas energéticas y los bancos. Durará hasta el 2024.
Se trata de medidas contra la inflación que en los últimos meses se desbordó y que el gobierno justificó debido a la invasión de Ucrania. La luz y los carburantes se han disparado y, en consecuencia, prácticamente todos los productos y alimentos. Los españoles han visto reducido su poder adquisitivo.
El impuesto a los millonarios contará con tres tramos: del 1.7 por ciento para los patrimonios entre 3 y 5 millones de euros; 2.1 por ciento para los patrimonios entre 5 y 10 millones, y 3.5 por ciento para aquellos con patrimonios superiores a los 10 millones.
De acuerdo a la ministra, el potencial recaudatorio de la medida asciende a mil 500 millones de euros para ese periodo, y afectará a 23 mil contribuyentes potenciales, lo que supone 0.1 por ciento del total de contribuyentes en España.
Como ya se había adelantado, se evitará la doble imposición, dado que la cuota abonada por el Impuesto de Patrimonio será deducible en el nuevo impuesto.
El segundo de los focos de su “reforma fiscal” tiene que ver con el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Aumenta un punto, hasta el 27 por ciento, el gravamen en las rentas del capital entre 200 mil y 300 mil euros. Y para rentas del capital superiores a 300 mil euros, el tipo se eleva en dos puntos, hasta 28 por ciento.
La responsable de Hacienda dijo que el objetivo del gobierno socialista de Pedro Sánchez es “reducir la brecha de tributación entre las rentas del trabajo y las del capital”. Según sus proyecciones, afectará a 17.814 contribuyentes, y su impacto será un aumento de 204 millones en 2024.
En paralelo, se aumenta la reducción por rendimientos del trabajo de 18 mil a 21 mil euros, y el mínimo de tributación sube de 14 mil a 15 mil euros. Esto, según el Ejecutivo, implica una rebaja para 50 por ciento de trabajadores, ya que el salario mediano en nuestro país es de 21 mil euros. Su impacto alcanzará los 1.881 millones de ahorro en dos años.
También, dentro del IRPF, hay una rebaja adicional del 5 por ciento en el rendimiento neto de módulos para los autónomos (trabajadores por honorarios). Y se eleva del 5 por ciento al 7 por ciento la reducción para gastos deducibles de difícil justificación en la tributación en régimen de estimación directa simplificada de los autónomos.
Los beneficiarios serían 577 mil 688 autónomos en la rebaja de módulos y 956 mil 452 autónomos en régimen de estimación directa simplificada. El impacto de las dos medidas suma 184 millones de euros.
Finalmente, el tercer pilar anunciado por el gobierno es el Impuesto de Sociedades. Con una rebaja del tipo nominal del impuesto del 25 al 23 por ciento para las pequeñas empresas.
Hacienda definió pequeñas empresas como aquellas con una cifra de negocio inferior a un millón de euros. Esto beneficiaría a 407 mil 384 empresas, con un impacto de 292 millones de ahorro.
Asimismo, se limita en 5 por ciento la posibilidad de compensar las pérdidas de las filiales en los grupos consolidados, algo que “afectará a grandes empresas y con carácter temporal”. Afectaría a 3 mil 609 empresas, 0.2 por ciento de los declarantes de sociedades, y el impacto será previsiblemente de 2 mil 439 millones entre 2023 y 2024.
Con todas estas medidas, el gobierno de España contempla 3 mil 144 millones de euros adicionales.
MRA