La capacidad del nuevo gobierno para mantener el crecimiento y la estabilidad del Producto Interno Bruto (PIB) determinará la trayectoria de la calificación crediticia de México, que se mantiene en BBB+ con perspectiva estable, señaló Standard and Poor’s (S&P).
En un documento, la agencia calificadora indicó que tal perspectiva refleja su expectativa de continuidad en las políticas económicas en los próximos dos años, así como de una política fiscal de contención de la deuda y la probabilidad de que la resolución del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) preserve los vínculos transfronterizos que sustentan la economía de la región.
En este contexto, estimó que en 2018 el PIB se expandirá más de 2 por ciento y a un ritmo similar durante el lapso 2019-2021, asumiendo un crecimiento estable en Estados Unidos, continuidad en las políticas económicas clave y aumento gradual de la inversión privada en el sector energético.
S&P abundó en que Andrés Manuel López Obrador asumirá la presidencia en un momento en que la economía del país está estable, con déficits fiscales y de cuenta corriente manejables, baja inflación y deuda pública moderada, pero no es muy dinámica, por lo que el desafío será acelerar el crecimiento del PIB para crear una prosperidad generalizada y evitar desequilibrios que puedan crear inestabilidad.
Además, independientemente del futuro del TLCAN, la nueva administración enfrentará el desafío de modernizar las reglas del juego económico y político del país, en un entorno cada vez más complicado.
La agencia explicó que el nivel de violencia es alto y los niveles de seguridad generalizados, aunado a un escenario que demanda la resolución de problemas como la corrupción y el estado de derecho, que han limitado la capacidad del estado para cumplir su función, con el consecuente costo político y económico.
CPR