Mientras la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou se encuentra en Canadá y enfrenta la extradición, la empresa china tiene prohibido vender su kit de telecomunicaciones en Estados Unidos (EU). Ahora requerirá la luz verde de Washington para comprar piezas y componentes de compañías estadounidenses como Qualcomm.
La semana pasada, el presidente Donald Trump emitió una orden ejecutiva que prohíbe a las compañías estadounidenses el uso de cualquier equipo de telecomunicaciones que fabrique la empresa china.
La Casa Blanca dijo que la orden declaró una “emergencia nacional” debido a las amenazas contra las telecomunicaciones estadounidenses y autorizó al secretario de comercio de EU a “prohibir las transacciones que representan un riesgo inaceptable” para la seguridad nacional.
No se aplicará a las transacciones que se completaron antes de que se emitiera la orden. El anuncio llegó días después de que EU y China no lograron llegar a un acuerdo para poner fin a la escalada de la guerra comercial entre las dos potencias económicas. Asimismo, le da al secretario de comercio 150 días para redactar las reglas con las que se implementará la política.
La pregunta es: ¿Podrá Huawei resistir este último golpe?
El daño es triple, ya que posiblemente afectará la cadena de suministro de compañía, retrasará el despliegue de la red 5G de China e incluso obstaculizará las negociaciones comerciales con EU, dice Edison Lee, analista de Jefferies.
En el primer punto, el precedente es bastante sombrío. Cuando el rival más pequeño de Huawei, ZTE, fue excluido de EU, sus envíos de teléfonos inteligentes cayeron alrededor de 75%. Asimismo, la compañía perdió 1,100 millones de dólares (mdd) en su balance final en la primera mitad del año pasado.
En 2018, los ingresos de Huawei fueron de 105,000 mdd, la empresa china es más grande que ZTE. Su mayor enfoque en equipos de infraestructura de telecomunicaciones y teléfonos de gama alta impactará sus resultados por la prohibición de exportación, dijeron los analistas de Credit Suisse en un informe presentado a finales del año pasado.
La compañía tuvo años para prepararse para este golpe, y está más cubierta que ZTE. Ha dado pasos hacia la integración vertical; su filial HiSilicon diseña sets de chips —aunque aún depende del TSMC para hacerlos— y su lista de 70 proveedores se basa principalmente en China.
Un alto funcionario estadounidense dijo que la orden ejecutiva era “agnóstica de empresa y país”, pero de manera generalizada se cree que va dirigida a Huawei.
El gobierno de EU también tomó medidas específicas contra Huawei el miércoles pasado, al colocar a la compañía china de telecomunicaciones en la llamada Lista de Entidades, lo que significa que las empresas estadounidenses deberán obtener una licencia del gobierno de EU para vender tecnología a Huawei.
Estas acciones son el esfuerzo más reciente de la administración Trump para adoptar una postura más dura sobre China en todo tipo de cosas, desde el comercio hasta el espionaje.
El Dato.105,000 mdd
fueron los ingresos de Huawei en 2018
Sin embargo, se producen cuando las relaciones comerciales entre ambos países continúan empeorando. Trump aumentó la presión el viernes al decir que impondría aranceles a los aproximadamente 300,000 mdd en productos chinos que aún no están sujetos a impuestos.
China tomó represalias al decir que elevaría los aranceles a las importaciones de EU por 60,000 mdd. “Es la política correcta, pero en un mal momento. Se interpretará como algo específico contra China y Huawei”, dijo Evan Medeiros, el exasesor principal en Asia para la Casa Blanca durante el gobierno de Barack Obama.
“Los chinos van a considerar cada vez más la disputa comercial como un esfuerzo de EU por contener económicamente a China en lugar de un esfuerzo por nivelar el campo de juego”. Al mismo tiempo, la clase dirigente de seguridad nacional de EU presiona a otros países para que excluyan a Huawei de las redes 5G.
Australia y Japón se unieron a EU a la prohibición. Pero el Reino Unido y Alemania dijeron que permitirán que Huawei proporcione equipos para sus redes 5G, lo que provocó la ira de EU.
La administración de Trump y los funcionarios de inteligencia están particularmente preocupados por la decisión del Reino Unido, ya que es un miembro de la red de intercambio de inteligencia “Five Eyes” que implica una cooperación (de información) supersecreta con EU, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
Gordon Sondland, el embajador de EU en la Unión Europea, dijo la semana pasada que cualquier país que “entregue las llaves de su país a los chinos, lamentará haberlo hecho”.