El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) señaló que la política de estímulos a los combustibles en 2022 tuvo un alto costo de oportunidad en las finanzas públicas del país, pese a los excedentes petroleros, y generó distorsiones en el mercado de los combustibles.
Un análisis realizado por el instituto, indicó que es posible que los estímulos a los combustibles hayan mitigado los niveles de inflación. Sin embargo, el costo para la hacienda pública fue de 128 mil millones de pesos, aún considerando los excedentes petroleros.
En 2022 los precios internacionales del petróleo se elevaron a niveles no vistos desde 2013 en un contexto de alta inflación, por lo que el gobierno implementó una política de estímulos fiscales al IEPS aplicable a las gasolinas y el diésel, e inclusive contra el pago de ISR y el IVA.
"Las cifras reportadas entre el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y Hacienda varían: el 17 de enero, el SAT comunicó que en 2022 dejó de recaudar 373 mil millones de pesos por concepto de estímulos al IEPS a gasolinas y diésel".
Por su parte la Secretaría de Hacienda reportó que el costo final de la política de estímulos fiscales fue de 397 mil millones de pesos, equivalentes al presupuesto de la Secretaría de Educación en 2022, 1.3 veces el de la Secretaría del Bienestar, y el doble de lo que recibió la Secretaría de Salud.
El instituto dijo que a pesar de que los ingresos petroleros tuvieron excedentes por 269 mil millones de pesos, estos no fueron suficientes para compensar la renuncia recaudatoria del IEPS a gasolinas y diésel.
"La cifra no cuenta los ingresos excedentes de Petróleos Mexicanos (Pemex), dado que se consideran únicamente los recursos que entran a la Tesorería de la Federación, no los de una empresa que si bien es propiedad del Estado mexicano, no es la única fuente de ingresos del gobierno federal".
Recordó que Pemex tendrá que cubrir 188 mil millones de pesos en 2023, de los que 113 mil millones deberán pagarse en el primer trimestre y en el que Hacienda apoyará a la empresa, lo que dijo será una carga adicional para la finanzas del país.
"La renta petrolera debe concebirse como un vehículo para detonar crecimiento y desarrollo económico. La política de estímulos fue la respuesta a una coyuntura específica, sin embargo, no es la mejor alternativa de largo plazo ante las fluctuaciones en el precio del petróleo. Mantener esta política implicaría perpetuar distorsiones en un mercado que necesita competencia e infraestructura".
EVC