La crisis mundial por el desabasto de insumos y componentes alcanzó a la industria textil poblana, al grado que se ha visto afectada en la producción de hilos, telas y prendas.
Carlos Couttolenc López, presidente de la Cámara de la Industria Textil para la región Puebla- Tlaxcala (Citex), explicó que las 170 empresas adheridas al organismo están enfrentado restricciones de materia prima, además de un alza significativa en el precio de insumos provenientes de Asia debido al aumento en los traslados de mercancías.
Por el número de fábricas de hilaturas y la actividad de exportación, Puebla se considera como uno de los estados líderes en esta industria, sin embargo, la cadena está registrando un retraso en el envío de los componentes que requiere para la operación de sus máquinas, por lo que parte de la planta productiva se encuentra paralizada.
“Nos está afectado mucho en el tema de las refacciones, muchas de nuestras máquinas usan tarjetas electrónicas y el tiempo de entrega de un proveedor de traer las tarjetas que normalmente son tres semanas, ahorita es de dos a tres meses, lo cual, si tenemos alguna tarjeta que no sea reparable, nos implica una pérdida de producción y una máquina parada nos vuelve improductivos”.
El líder textilero comentó en entrevista para MILENIO Puebla que, si bien las plantas locales han evitado los paros técnicos, el desabasto de insumos genera retrasos en la producción y con ello un impacto en sus ingresos.
“Nuestra maquinaria usa tarjetas electrónicas, piezas importadas, la mayor parte de insumos dependen en alguna proporción del abasto de Asia ya sea algún proceso químico u otro material que se necesite para seguir elaborando producto final se crea un desabasto. Se están rompiendo muchos eslabones de la cadena y eso está afectando a todos los sectores, en especial, en el automotriz y en el textil”.
El líder de la Citex estimó que el 2022 será todavía un año complicado para la cadena textil en Puebla ante los altos costos logísticos y en insumos como el algodón y fibras naturales.
“Esperemos que la forma en que la economía se reactive empiece a mejorar el flujo de los contenedores. Los que nos surten el poliéster tuvieron que recortar entre un 10 a 15 por ciento de lo que tenían programado de entrega y eso implica que ya no se pueda producir todo y se van rompiendo las cadenas”, comentó el líder textilero.
AFM