Luego de dos años de restricciones en aforos y horarios, los restaurantes del área metropolitana de Monterrey pudieron tener un 10 de mayo parecido a años anteriores a la pandemia por el covid-19.
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En los festejos se pudo observar que algunas familias continuaban portando el cubrebocas, y aunque otras no, todas disfrutaron la celebración del Día de las Madres, acudiendo a restaurantes.
Durante un recorrido realizado por Milenio Monterrey, se constató que en su mayoría los restaurantes lucieron con una gran afluencia, e incluso en los ubicados en el corredor de Gonzalitos y Paseo de los Leones, donde se observaron grandes filas en espera de que les asignaran una mesa.
Considerada la segunda fecha del año con las mayores ventas, después de las fiestas decembrinas, los restaurantes tuvieron una probadita de lo que parece ser el retorno a la normalidad.
Otros negocios que volvieron a tener mucha concurrencia fueron las florerías ubicadas en la avenida Venustiano Carranza, así como las pastelerías.
Algunas familias realizaron reservación y otras se dejaron ir con la esperanza de encontrar una mesa disponible a la hora de la comida, como fue el caso de la familia Rodríguez, que tuvo que hacer fila en el restaurante El Gran Pastor.
Para Esperanza Escobedo, festejar el Día de las Madres este año, después de dos que no lo hicieron por la pandemia, es regresar a la normalidad.
“Gracias a Dios podemos festejar con nuestras mamás, los que tenemos la dicha de tenerlas aún. Y para mí la normalidad es hacer la reunión en casa porque los restaurantes están muy llenos”, ella fue una de las que optaron por regresarse al ver la fila que había para entrar a un negocio.
“Yo todavía no tengo confianza de estar en lugares cerrados sin cubrebocas, creo que aún debemos cuidarnos del virus”, agregó.
Alejandra García, que iba con su esposo y sus dos hijos pequeños, dijo que ya se tiene menos temor de convivir con familiares y amistades.
Mencionó que significa un "respiro", ante todo el estrés del encierro por la pandemia, por ello, optaron por festejar este 10 de mayo fuera de casa.
Sobre el uso del cubrebocas comentó que lo sigue usando por precaución.
“Creo que no se debe bajar la guardia todavía, hay que mantener esta medida”.
Adriana Meza, expresó: “Este 10 de mayo es un volver a abrazar a mi madre sin sentir que la pongo en riesgo, además, el valorar que podemos volver a la normalidad si aprendemos a cuidarnos todos, y de las reuniones familiares, aunque sean breves, ahora se disfrutan más”.