La Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés) podría pronosticar esta semana que la economía de Estados Unidos crecerá en 2021 acompañada de una caída del desempleo y una mayor inflación, a medida que se aceleran las campañas de vacunación contra el coronavirus SARS-CoV-2, que causa la enfermedad covid-19 y 1 billón de dólares en ayudas llegan a los hogares.
Pero es probable que los inversores que esperan que las proyecciones más optimistas se traduzcan en cambios en la política monetaria se sientan decepcionados.
"El FOMC no validará las expectativas del mercado de un despegue más temprano y más rápido y reiterará que su postura de política monetaria seguirá siendo muy moderada en el futuro previsible", dijo el macroeconomista de Cornerstone, Roberto Perli, en una nota a clientes la semana pasada.
"En pocas palabras, no espere que el tono del FOMC cambie mucho".
La Fed ha mantenido sus tasas de interés cerca de cero durante el último año y ha prometido que seguirán en esos niveles hasta que la economía alcance el pleno empleo, y la inflación haya llegado al 2 por ciento y esté en camino de superar ese ritmo durante algún tiempo.
Es una vara más alta para aumentar las tasas de lo que estableció en el pasado.
Con la inflación por debajo del objetivo de la Fed en los últimos años, incluso cuando el desempleo era muy bajo, el banco central cambió su enfoque en 2020, prometiendo, bajo un nuevo marco, no actuar de manera preventiva para detener la inflación y apuntar a una estrategia de base amplia y pleno empleo "inclusivo".
Además anunció compras de 120 mil millones de dólares en bonos del Tesoro y valores respaldados por hipotecas y ha dicho que seguirá haciéndolo hasta que vea "un progreso sustancial adicional" hacia sus metas de pleno empleo e inflación.
En las últimas semanas, el presidente de la Fed, Jerome Powell, ha dicho que espera un crecimiento económico más rápido este año para reducir el desempleo y subir los precios a medida que las personas recién vacunadas vuelvan a comer afuera, viajen y emprendan otras actividades postergadas.
Pero Powell no espera que las alzas de precios impulsadas por el próximo aumento del gasto sean duraderas o incluso terriblemente grandes, y planea ser "paciente" cuando se trata de cambiar el programa de compra de bonos de la Fed.
Powell y otros funcionarios del banco central han dicho que creen que la tasa de desempleo actual del 6.2 por ciento subestima enormemente la debilidad del mercado laboral, en parte porque no toma en cuenta a los millones de personas que han dejado de buscar trabajo.
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Si bien los nuevos pronósticos de la Fed probablemente trazarán una caída del desempleo este año muy por debajo del 5% proyectado hace tres meses, esa disminución podría enmascarar tanto a una gran cantidad de trabajadores al margen como a un mayor desempleo entre los grupos más afectados por la pandemia y la recesión, incluidos negros, latinos y mujeres.
"Han dejado muy claro que no creen que se haya logrado un 'progreso sustancial adicional' todavía y creen que llevará algún tiempo hacerlo", dijo Zachary Griffiths, estratega de Wells Fargo Securities.
MRA