Senadores de Estados Unidos arremetieron ayer contra Dennis Muilenburg, director ejecutivo de Boeing, por “ocultar” los detalles del sistema antibloqueo en el avión 737 Max, que está implicado en dos accidentes mortales en los que en total murieron 346 personas.
Las críticas de los miembros del Comité de Comercio del Senado llegaron cuando Muilenburg presentó su testimonio sobre el proceso de aprobación del Max, y dijo que el sistema para delegar algunas pruebas regulatorias a los fabricantes funcionó bien para EU.
Los senadores acusaron al director ejecutivo y a Boeing de tratar de ocultar información sobre el sistema automatizado que baja la nariz de un avión automáticamente si el sensor detecta que la aeronave podría detenerse. Los investigadores sugieren que el sistema, conocido como MCAS, no funcionó correctamente en los vuelos de Lion Air y Ethiopian Airlines, que se accidentaron en un lapso de cinco meses uno del otro.
Richard Blumenthal, un senador demócrata en el comité, comentó: “Esos pilotos nunca tuvieron una oportunidad. Ellos y los pasajeros se encontraron en ataúdes voladores como resultado de que Boeing decidió que iba a ocultar MCAS de los pilotos”.
Se le preguntó a Muilenburg por qué la compañía parecía tan entusiasta en minimizar la capacitación de los pilotos en el sistema MCAS. Varios miembros del Congreso sugieren que Boeing trataba de que se aprobara el Max lo más pronto posible, ya que buscaba recuperar terreno ante su rival Airbus.
Los senadores se centraron especialmente en una serie de mensajes instantáneos y correos electrónicos que involucraban a Mark Forkner, el piloto de pruebas jefe del Max, los cuales se entregaron al Congreso y a la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) a principios de este mes.
Los mensajes parecen sugerir que Forkner era consciente de los problemas con el MCAS durante su proceso de certificación, y participó en una intensa negociación con la FAA para asegurarse de que se mantuviera al mínimo la capacitación de los pilotos en el sistema.
Muilenburg aseguró durante la audiencia que en febrero se le informó de los mensajes, pero que apenas se enteró de los “detalles” que contenían cuando se divulgaron públicamente. Dijo que buscaba más detalles de Forkner, quien desde entonces salió de Boeing, pero admitió que no había hablado con Patrick Gustavsson, con quien Forkner estuvo intercambiando mensajes y que todavía trabaja para la compañía.
John Hamilton, el ingeniero jefe de Boeing, admitió que había sido un “error” no hacer pruebas específicas sobre si un sensor erróneo en el exterior de la aeronave podría provocar la activación del sistema antibloqueo, como sugieren los expertos que es lo que sucedió en los dos accidentes.
Los senadores dijeron que las respuestas de Muilenburg no los impresionaron, especialmente en lo referente a los mensajes de Forkner. Ted Cruz, un senador republicano de Texas, dijo que estaba “consternado” por lo que había escuchado.
Algunos miembros del comité también se mostraron irritados por el hecho de que Muilenburg no respaldó su sugerencia de que a los fabricantes de aviones ya no se les debería permitir hacer las pruebas de sus propios aviones en nombre de los reguladores.
Los miembros del Congreso se preparan para presentar una legislación que revise las reglas actuales de la FAA, las cuales permiten a las empresas probar sus propios productos, aunque con supervisión regulatoria.
Muilenburg dijo que va a presentar “aportes” sobre cualquier cambio legislativo, pero agregó que no quiere ver el fin del llamado sistema de autoridad delegada.
“Creo que el proceso de autoridad delegada contribuyó a mejorar la seguridad en los últimos años”, dijo.
Agregó que la compañía se encuentra en las “etapas finales” de probar una actualización de software para el MCAS, algo que la compañía espera que permita que el Max vuelva a volar después de quedar en tierra en todo el mundo luego del accidente de Ethiopian Air en marzo.
Dirigiéndose a las familias de los fallecidos que asistieron a la audiencia, Muilenburg dijo: “En nombre mío y de la compañía Boeing, lo sentimos, lo sentimos mucho”.
MRA