Se espera que esta semana Boris Johnson de a conocer los planes para eliminar gradualmente a Huawei de las redes de telefonía móvil 5G de Reino Unido después de la intensa presión de los parlamentarios conservadores y la administración de Donald Trump.
En un gran giro de 180 grados, se prevé que el primer ministro prohíba el uso del nuevo kit que produce el fabricante chino de equipos de telecomunicaciones en las redes 5G de Gran Bretaña. La prohibición entrará en vigor dentro de unos meses.
Sin embargo, Huawei busca una reunión de último minuto con los funcionarios del número 10 de Downing Street para rogarle a Johnson que no excluya completamente a la compañía de las redes hasta 2025 cuando muy pronto.
Esto le dará más tiempo a los operadores móviles de Reino Unido para eliminar de sus redes los equipos existentes de Huawei 5G y cambiar a otros proveedores.
Johnson anunció en enero que Huawei tendrá un papel limitado como proveedor para las redes 5G de Reino Unido y limitó su participación de mercado a 35 por ciento.
El Consejo Nacional de Seguridad se reunirá mañana para revisar el informe oficial que plantea preocupaciones sobre el papel de la compañía.
El informe del Centro Nacional de Seguridad Cibernética, una división de la Agencia de Inteligencia de Señales de Reino Unido del GCHQ (Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno), fue un encargó del gobierno después de que la administración de Trump propuso nuevas sanciones contra Huawei con el objetivo de impedir el acceso a los semiconductores fabricados con equipo estadunidense.
Los funcionarios británicos están preocupados de que, después de las sanciones de Estados Unidos entren en vigor en septiembre, será más difícil para Reino Unido examinar cualquier semiconductor de fabricación china que utilice Huawei.
Johnson también se enfrenta a una rebelión en el Partido Conservador sobre Huawei. Un número cada vez mayor de parlamentarios conservadores se unen a las afirmación de la administración de Trump de que la compañía le brinda a Pekín la oportunidad de espiar a los países occidentales. La rebelión conservadora se fortaleció por la medida de China de imponer una nueva ley de seguridad nacional más dura sobre Hong Kong.
Un legislador conservador backbencher (que no tiene un puesto oficial en el gobierno) dijo que entre sus colegas ahora hay una “enorme” oposición a Huawei. El miembro del parlamento predijo que el gobierno perderá cualquier voto parlamentario sobre el papel actual de la compañía como proveedor limitado del kit 5G.
El riesgo de tener una derrota quedó de manifiesto en marzo, cuando 36 parlamentarios conservadores votaron contra el gobierno cuando los grandes conservadores intentaron sin éxito cambiar la ley para excluir el equipo de Huawei de la infraestructura de telecomunicaciones británica después de 2022.
Una fuente del gobierno afirmó que hay preocupación en Downing Street: “El gobierno necesita aplacar a los miembros del parlamento y las sanciones de Estados Unidos son una ruta para que lo hagan”.
La oposición conservadora a Huawei está encabezada por el China Research Group (Grupo de Investigación de China), un grupo que lidera Tom Tugendhat, presidente del comité de selección de asuntos exteriores de la Cámara de los Comunes, y Neil O’Brien, un parlamentario backbencher.
No obstante, Huawei, que insiste en que es una empresa privada y que no es una división del Estado chino, trata de resistir la oposición.
Huawei contrató a varias firmas destacadas de relaciones públicas en Londres. Burson, Cohn and Wolfe es la principal agencia de relaciones públicas de la compañía, junto con Finsbury; ambas empresas son parte del grupo WPP.
Flint Global, que encabeza Simon Fraser, ex secretario permanente del Ministerio de Asuntos Exteriores, está asesorando a Huawei en política, mientras que MHP Communications lleva las relaciones parlamentarias.
La compañía también tiene varios grandes influyentes de la City de Londres en el Consejo de Administración de su división en Reino Unido, entre ellos John Browne, ex director ejecutivo de BP, y Mike Rake, ex presidente de BT.
BT y otros operadores de telefonía móvil de Reino Unido advirtieron que limitar el papel de Huawei puede retrasar el despliegue de la 5G, así como disrumpir los servicios en otras redes, entre ellas la 4G.
Los operadores creen que el gobierno no va a permitir que Huawei conserve un papel a largo plazo en la 5G, y ahora se centra en tratar de asegurar que no tenga que eliminar rápidamente el kit de la compañía china que se ha utilizado en algunas de sus otras redes.
Victor Zhang, vicepresidente de Huawei, destacó la capacidad de la firma para ayudar al gobierno en sus esfuerzos por mejorar la infraestructura de telecomunicaciones, los conservadores prometieron en las últimas elecciones que para 2025 van proporcionar a cada hogar velocidades de descarga de gigabits.
“El gobierno de Reino Unido no debe tomar una decisión apresurada sin todas las pruebas”, dijo, y agregó: “El 5G es vital para la estrategia ‘gigabit’ de Reino Unido y el futuro de la economía digital”.
Seguridad
Las sanciones de EU tenían el objetivo de cortar el acceso de Huawei a los semiconductores fabricados con equipos estadunidenses, lo que genera temores en Londres de que la firma utilice tecnología alternativa con nuevos riesgos de seguridad.
Eliminación
Los detractores de Huawei quieren eliminarlo rápidamente de las redes británicas, pero los aliados de Oliver Dowden, secretario de Cultura, no han negado los informes de que favorece una eliminación prolongada que durará hasta 2029.
Límite de uso
Las compañías de telecomunicaciones de Reino Unido ya comenzaron a ajustar sus planes para implementar la 5G, y así cumplir con los límites establecidos en enero para limitar el uso de equipos Huawei a 35 por ciento para 2023.
Consecuencias
La industria advirtió que prohibir completamente a Huawei y eliminar los equipos existentes le costará a Gran Bretaña su liderazgo inicial en 5G y arruinará la promesa del primer ministro de actualizar las redes de a “velocidades de gigabit” para 2025.
Presupuestos
El costo de reemplazar los equipos 4G, 5G y de banda ancha existentes puede dispararse si se establece un tiempo limitado; eso afectará los presupuestos de las redes del país.