El volumen de ventas de Nestlé se vio afectado en el último trimestre del año pasado por el aumento de precios más pronunciado en décadas, algo que llevó a los hogares a reducir su gasto en productos del fabricante de las cápsulas Nespresso, las barras de chocolate KitKat y los fideos Maggi.
El crecimiento interno real, que mide el volumen de ventas y la elección de productos por parte de los consumidores, disminuyó 2.6 por ciento, ya que el fabricante de alimentos más grande del mundo subió los precios 10.1 por ciento en el trimestre.
Mark Schneider, director ejecutivo, dijo que Nestlé aún se enfrenta a fuertes incrementos de costos este año. “Hay algunas partidas de costos, sobre una base individual, que ya empezaron a reducirse desde el otoño —café arábica, productos lácteos y algunos artículos energéticos—, pero sobre una base de todo el año seguimos teniendo un panorama muy sombrío”.
Y agregó: “Todavía tenemos que hacer algunas mejoras (en los márgenes), la inflación nos golpea bastante fuerte”.
Nestlé es el último productor multinacional del sector de alimentos que reporta un descenso en el volumen de ventas debido al aumento de los precios, después de que Unilever informó la semana pasada que los consumidores compraron menos productos suyos en 2022 debido a la aumento récord de los precios. En especial en Europa y Estados Unidos, los hogares se inclinan por opciones más baratas, como los artículos de marca propia de los supermercados.
Schneider añadió que el consumidor “probablemente está resistiendo mejor de lo que esperábamos el pasado otoño… pero también hemos observado algunas señales limitadas de reducción del consumo. Eso es inevitable, porque se están viendo al mismo tiempo los efectos de la incertidumbre económica y de la inflación”.
La compañía incrementó las tarifas de sus productos en un promedio de 8.2 por ciento en 2022, mientras que el crecimiento general de las ventas comparables fue de 8.3 por ciento durante el año, por debajo de lo esperado por los analistas.
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El crecimiento de las ventas se debió sobre todo a los aumentos de precios, mientras que el crecimiento interno real fue ligeramente superior a 0.1 por ciento para todo el año. Schneider agregó que 2022 fue también un año de “normalización posterior al covid” en muchos de los mercados de Nestlé.
El aumento de precios del grupo suizo fueron mayores en Norteamérica y América Latina, con 11.6 por ciento. Los aumentos afectaron al volumen de ventas en la región norte, que descendió 1.7 por ciento en términos comparables, ya que la inflación llevó a los hogares a reducir sus gastos y Nestlé recortó líneas de productos poco populares.
También registró una pérdida de valor de mil 600 millones de francos suizos por la compra de Palforzia, un medicamento contra la alergia a los cacahuetes, que se suma a un cargo anterior de 300 millones de francos por su incursión en el sector de atención de salud.
Esto significa que la compañía amortizó 2 mil millones de los 2 mil 600 millones de dólares que pagó por el negocio en 2020, después de admitir que el tratamiento contra la alergia que produce no había tenido el éxito esperado. Según Schneider, el negocio de ciencias de la salud de Nestlé en el futuro se va a enfocar en sus áreas actuales: vitaminas y suplementos y nutrición especializada para personas con problemas de salud.
El grupo suizo lleva a cabo un amplio programa de recortes de líneas de productos menos populares e incluso de marcas enteras, una iniciativa que comenzó el año pasado durante la disrupción de la cadena de suministro, pero que se amplió a un esfuerzo de optimización más amplio.
La compañía anunció este año planes para dejar de vender alimentos congelados en Canadá, un negocio que le había reportado alrededor de 150 millones de francos suizos, y descartó algunas líneas de productos lácteos en Brasil, Medio Oriente y el norte de África, ya que sacrifica algunas ventas para centrarse en los artículos de más éxito, indicó Schneider.
Además pronostica una recuperación de la rentabilidad en 2023, con un margen operativo subyacente que ubicará entre 17 y 17.5 por ciento, después de caer a 17.1 por ciento en 2022.