ArcelorMittal “puso en pausa” temporal la producción en algunas plantas durante horas pico debido a que los elevados costos de la energía golpean al mayor productor europeo de acero.
La compañía explicó que se vio obligada a implementar “pausas de producción cortas y selectivas” en algunos de sus hornos de arco eléctrico en Europa que fabrican los llamados “productos largos”, artículos basados en materias primas que por lo regular se utilizan en el sector de la construcción.
La firma indicó que las “pausas” están “alineadas con los cambios diarios por horario en los precios de la electricidad”, y agregó que son “en respuesta a los altos costos de la energía, que hacen que sea muy difícil producir acero a costos económicos”.
Destacó que no anticipa que las pausas tengan un “impacto significativo” en sus volúmenes de producción o en su capacidad para satisfacer la demanda de los clientes.
Matt Watkins, analista principal de la consultora de materias primas CRU, dijo que en particular los operadores europeos de hornos de arco eléctrico están expuestos al alto costo de la electricidad y, como resultado, están batallando más.
ArcelorMittal produce alrededor de 40 millones de toneladas de acero en Europa al año, de los cuales unos 10 millones son para los productos de construcción afectados.
La noticia subraya las tensiones que enfrentan los fabricantes europeos de acero, ya que una combinación de altos costos de energía y disrupciones de la cadena de suministro compensan lo que, hasta hace poco, había sido uno de los años más fuertes para la industria debido al aumento de los precios de las materias primas.
Si bien muchas empresas estarán protegidas por contratos a largo plazo y coberturas, los incrementos repentinos en los mercados al contado empiezan a sentirse.
En España, el productor de acero Sidenor afirmó que se vio obligado a detener la producción de su planta principal de Vizcaya en un 30 por ciento de aquí hasta finales de año.
En Reino Unido, el gobierno está considerando un plan de rescate para ayudar a la industria siderúrgica y a otros usuarios que tienen un uso intensivo de energía durante el invierno.