Amazon abandonó repentinamente su plan de construir una sede satélite en la ciudad de Nueva York, alegando la creciente oposición de funcionarios electos locales en el cambiante clima político.
La decisión marca un sorprendente cambio apenas tres meses después de que Amazon se decidió por Long Island City, Queens, una de las dos ganadoras de una búsqueda pública a escala nacional en la que cientos de comunidades compitieron por la inversión del grupo de tecnología.
Al perder Amazon, Nueva York sacrificará un estimado de 25 mil puestos de trabajo —pagando un salario promedio anual de 150 mil dólares cada uno— al igual que un triunfo distintivo en un esfuerzo más general para transformar la capital de servicios financieros en un centro de tecnología que compita con Silicon Valley.
El giro de 180 grados de Amazon es un revés especial para el gobernador Andrew Cuomo, quien dirigió la contratación de la compañía y pregonó su decisión de noviembre como la mayor victoria de desarrollo económico de la ciudad.
Al mismo tiempo, parecía confirmar el ascenso de un ala progresista del Partido Demócrata, encabezada por la representante de Queens recientemente elegida Alexandria Ocasio-Cortez, quien se mostraba escéptica de la llegada de Amazon. Ocasio-Cortez cuestionó su oposición a la mano de obra sindicalizada y si los ciudadanos locales se iban a beneficiar con sus puestos de trabajo.
Ocasio-Cortez aplaudió el anuncio de Amazon en un comunicado en Twitter. “Cualquier cosa es posible: hoy fue el día en que un grupo de neoyorquinos comunes y dedicados y sus vecinos derrotaron la avaricia corporativa de Amazon, la explotación de sus trabajadores y el poder del hombre más rico del mundo”.
Los funcionarios de Amazon dijeron que la decisión de abandonar Nueva York se tomó recientemente, y que no hablarían del papel que desempeñó, si es que eso ocurrió, Jeff Bezos, el fundador de la compañía, en la decisión.
“El compromiso de construir una sede requería de relaciones positivas y de colaboración con los funcionarios estatales y locales que brindarán apoyo a largo plazo”, escribió Amazon en una publicación en un blog. “Mientras que las encuestas muestran que 70 por ciento de los neoyorquinos apoyan nuestros planes e inversiones, varios políticos estatales y locales dejaron en claro que se oponen a nuestra presencia y que no trabajarán con nosotros”.
Amazon dijo que no tenía la intención de volver a abrir el proceso de búsqueda para un reemplazo. En su lugar, los funcionarios de la compañía esperan repartir los trabajos que planeaban ubicar en Queens alrededor de las instalaciones actuales de Amazon en Boston, San Diego, Vancouver y el Área de la Bahía.
Bill de Blasio, alcalde de NY, quien trabajó junto a Cuomo para atraer a Amazon a Queens, culpó a la compañía por las críticas en torno al acuerdo, e insistió en que no se ajustó a las demandas que hicieron los activistas locales.
“Tienes que ser duro para tener éxito en Nueva York”, escribió De Blasio en Twitter. “Le dimos a Amazon la oportunidad de ser un buen vecino y hacer negocios en la mejor ciudad del mundo. En lugar de trabajar con la comunidad, desechó la oportunidad”.
Amazon sigue adelante con el plan de construir una sede con 25 mil empleados en el norte de Virginia, que fue un coganador junto a Long Island City, y para ubicar una instalación separada de 5 mil empleados en Nashville.
El cálido abrazo que la compañía recibió de esas ciudades está en un marcado contraste con la hostilidad que encontró en Queens. Michael Gianaris, un senador demócrata del estado, criticó los 3 mil millones de dólares en incentivos que otorgó la ciudad y el estado y se negó incluso a reunirse con Amazon para discutir la decisión.
Mientras tanto, jóvenes activistas de izquierda —muchos de los cuales son leales a Ocasio-Cortez— se opusieron al acuerdo por el hecho de que aumentaría los alquileres y provocaría tensión en los servicios locales.
En las recientes reuniones del ayuntamiento, los ejecutivos de Amazon estuvieron bajo los ataques de los políticos locales, quienes criticaron la solicitud de Amazon de construir una plataforma para helicópteros en Long Island City, presumiblemente para Bezos.
Los asesores de Cuomo interpretaron los informes de noticias recientes de que Amazon estaba reconsiderando a Nueva York como un engaño calculado para volver a enfocar la discusión política.
Argumentaron que los incentivos fiscales serían más que compensados por un estimado de 27 mil millones de dólares en ingresos fiscales que Amazon contribuiría en los próximos años. Los incentivos, señalaron los asesores de Cuomo, no debían pagarse por adelantado, sino con el tiempo, una vez que Amazon cumpliera con sus planes de inversión y creación de plazas.
Julie Samuels, directora ejecutiva de Tech: NYC, un grupo local que representa a la industria de la tecnología, calificó la decisión de Amazon como “un golpe para nuestra economía local y para las decenas de miles de personas que la compañía habría contratado aquí”.
Samuels agregó: “Nueva York en la actualidad es uno de los centros de tecnología más dinámicos del mundo, pero no hay garantía de que mantendremos esa condición en el futuro”.
EN CIFRAS
3,000 millones de dólares en ventajas fiscales prometió el gobernador de Nueva York, Andrew Coumo, a la firma de comercio electrónico.
27,000 millones de dólares en ingresos estimaba el estado de Nueva York por la construcción de la sede de la empresa en Queens.
25,000 empleos planteaba generar Amazon con la sede de Nueva York; anunció que no reabrirá la búsqueda.
30,000 empleos creará la firma con la edificación de la sede en Virginia y un centro logístico en Tennessee.
25,000 plazas era la meta de creación de empleo de la actual administración estatal.
58% es parte de la población de Nueva York que apoyaba la construcción de la sede, según el sondeo de la universidad Siena College.
Con información de Joshua Chaffin, Peter Wells y Shannon Bond.