AMLO permitiría que Pemex reanude asociaciones con empresas privadas

FINANCIAL TIMES

El gobierno también se prepara para reanudar la exploración de aguas profundas en el Golfo de México por parte de empresas privadas, según una fuente.

Funcionarios del gobierno siguen preocupados sobre la posible degradación crediticia de Pemex. (Shutterstock).
Jude Webber
Ciudad de México /

El presidente Andrés Manuel López Obrador se prepara para permitir que Pemex reanude las empresas conjuntas con el sector privado el próximo año, dijo un alto funcionario del gobierno, en lo que sería un giro a su feroz oposición anterior a la reforma energética del país.

El presidente de izquierda, quien colocó a la compañía petrolera estatal en el centro de su política energética, también se prepara para reanudar la exploración de aguas profundas en el Golfo de México por parte de empresas privadas, en un esfuerzo por impulsar la inversión y la producción y prevenir la amenaza de una degradación de la calificación crediticia para la compañía petrolera.

Pero si bien las dos medidas -potencialmente el mayor giro de 180 grados de política a la fecha por parte de un presidente que se enorgullece de su tenacidad- serán bienvenidas por los inversionistas, el gobierno aún tiene que decidir si va a financiar un programa de cobertura anual que normalmente tiene un costo de alrededor de 1 mil millones de dólares y se utiliza para proteger las finanzas públicas de las fluctuaciones de los precios del petróleo, dijo el funcionario con conocimiento directo de los planes de políticas.

Con un crecimiento económico que a un nivel de cero en el segundo trimestre después de una contracción de 0.2 por ciento en el trimestre de enero a marzo, la inversión empresarial en pausa, López Obrador está bajo la presión de tranquilizar a los inversionistas.

Como un feroz crítico de la histórica reforma energética de 2013 que abrió el sector petrolero de México a la inversión privada después de ocho décadas de control estatal, el presidente detuvo las empresas conjuntas con Pemex y puso en pausa las licitaciones de bloques cuando asumió el cargo el año pasado. Argumentó que las compañías petroleras no cumplieron con las expectativas.

En una señal de que su actitud hacia los inversionistas privados de petróleo se suaviza, López Obrador se reunió el miércoles con Claudio Descalzi, director de la petrolera italiana Eni, que el mes pasado comenzó la producción en México.

Pero incluso ante la perspectiva de lo que el funcionario del gobierno dijo eran “importantes descubrimientos” que se preparan a anunciar en poco tiempo, Pemex, con una fuerte carga de deuda, tiene problemas para impulsar 15 años de caídas de la producción. Las débiles finanzas y las preocupaciones de políticas de la compañía petrolera la ponen en riesgo de una segunda rebaja en su calificación que la ubique en el grado de basura que podría obligar a los inversores institucionales a vender miles de millones de dólares de deuda. Los analistas dicen que es cada vez más evidente que Pemex no puede hacerlo solo.

“Trabajamos con el presidente para que las empresas conjuntas puedan comenzar en 2020”, dijo el funcionario, quien pidió que no se diera su nombre. “Para las aguas profundas, todo será para el sector privado”, dijo, y agregó que eso incluye a Trion, en donde Pemex tiene una alianza con BHP. Los inversionistas consideran que las aguas profundas de México, en su mayoría sin explorar, son muy atractivas, aunque son riesgosas y caras.
“Si hace pronto este anuncio (sobre las empresas conjuntas), podría ser como golpes seguidos de uno dos en boxeo después de la aprobación del acuerdo de los ductos”, dijo Mario López, analista de la consultora Empra, refiriéndose al pleito sobre los gasoductos que finalmente se resolvió esta semana. “Sería una combinación perfecta, que enviaría las señales correctas al mundo de que está más abierto al sector privado. Claramente podría reducir el riesgo de una degradación si logra anunciarlo antes de finales de año”.

Los funcionarios del gobierno siguen preocupados sobre la posible degradación de Pemex que podría tener un fuerte repercusión sobre las calificaciones soberanas.

México espera renegociar una nueva línea de crédito flexible con el FMI: su línea actual de 86 mil millones de dólares vence en noviembre y el FMI dijo que quiere eliminar gradualmente la línea de crédito. “El FMI ya no quiere darnos una, pero creemos que debido al entorno mundial, no tener una nos expondría demasiado”, dijo el funcionario.

México está bajo presión de presentar un presupuesto amigable con el mercado el 8 de septiembre. El funcionario dijo que va a reducir los pronósticos de crecimiento del PIB de 2019 a un nivel similar al del objetivo más reciente del Banco de México de entre 0.2 a 0.7 por ciento, y que podría establecer un objetivo de superávit primario de 0.5 por ciento para el próximo año después del objetivo de 1 por ciento de este año.

Como parte de la sumas de presupuesto, México habitualmente protege la producción de petróleo como un seguro contra las fluctuaciones de los precios, algo que podría poner a las finanzas estatales bajo una presión adicional. Pero aún no se toma una decisión sobre si van a continuar con este esquema -que se lleva a cabo anualmente desde 2001- este año y que generalmente ya está en marcha para estas fechas.

“Todavía se está considerando a medida que se realizan los ajustes finales del presupuesto 2020. Hay análisis de los años anteriores, sobre su costo. Se puede pensar que es demasiado dinero para la cobertura que tal vez no se va a utilizar”, dijo el funcionario. Sin embargo, a pesar del debate a nivel interno, el funcionario dijo que “parece que lo que está ganando es que seguiremos adelante con eso”.

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