La utilidad de Jaguar Land Rover (JLR) se redujo a la mitad debido que la caída en la demanda de los vehículos a diésel y los costos de gastos más altos se comieron los márgenes de la automotriz más grande de Gran Bretaña.
La ganancia antes de impuestos para el trimestre que terminó en marzo cayó a 364 millones de libras, en comparación con 676 millones del mismo trimestre del año anterior, ya que las ventas en sus mercados clave de Reino Unido y Europa se desplomaron.
El margen de utilidad para el año cayó de 5.9 por ciento a 3.8 por ciento, en gran parte debido a las menores ventas, pero también a un mayor gasto en nuevas tecnologías, ya que el grupo trató de mantener el ritmo de sus rivales más grandes en el desarrollo de sistemas eléctricos y de autoconducción.
Ralf Speth, su director ejecutivo, dijo: “A pesar de los obstáculos externos, estos resultados reflejan nuestra fortaleza subyacente”.
“Las ventas alcanzaron un nuevo máximo. La fuerte demanda en nuestros mercados extranjeros clave se contrarrestó con las difíciles condiciones en Reino Unido y otras partes de Europa”.
La compañía, que tiene una fuerte dependencia de las ventas de vehículos diésel en Reino Unido y Europa, resultó afectada por la respuesta política en contra del combustible en la que algunas ciudades consideran prohibir los motores diésel más viejos y los gobiernos aumentar los impuestos.
En Reino Unido, las ventas de vehículos diésel representan menos de un tercio de las de coches nuevos, en comparación con más de la mitad hace cuatro años, y se espera que los nuevos impuestos que entraron en vigor el mes pasado aceleren la caída.
JLR responsabilizó al colapso del diésel por la decisión del mes pasado de recortar mil puestos de trabajo en las plantas británicas.
Aunque JLR es la primera marca premium de la corriente principal que desarrolla un vehículo utilitario deportivo de largo recorrido totalmente eléctrico con el Jaguar I-Pace, la compañía se queda detrás de sus rivales alemanes en ofrecer alternativas eléctricas a lo largo de su gama de productos.
El año pasado, la compañía, propiedad de Tata Motors de India, gastó 4 mil 200 millones de libras en tecnología e inversión en comparación con 3 mil 400 millones de libras el año anterior.
El gasto también se destinó a mejorar las instalaciones del Reino Unido, y a construir una nueva planta en Eslovaquia para producir en un futuro modelos Land Rover fuera de Gran Bretaña.
Los ingresos anuales subieron 6 por ciento para llegar a 25 mil 800 millones de libras, gracias al impulso de un gran aumento en los pedidos de China, su región de mayor crecimiento.
Si bien la demanda en China subió un quinto, y las ventas en Norteamérica subieron 4.7 por ciento, las de su mercado nacional cayeron 12.8 por ciento, mientras que en Europa registraron una caída de 5.3 por ciento.
Corresponsal de industria automotriz.