Automotrices exigen claridad en detalles del pacto México-EU

El acuerdo anunciado el lunes pasado prevé reglas más estrictas para las exportaciones hacia la Unión Americana.

Las acciones de Ford cerraron con un alza de más de 3 por ciento y las de GM y Fiat Chrysler terminaron casi 5 por ciento arriba.
Patti Waldmeir
Chicago /

Los grupos automotrices internacionales luchan para confirmar los detalles críticos del acuerdo comercial entre Estados Unidos y México al que se llegó el lunes pasado, incluso cuando el precio de las acciones en el sector registraron una marcada alza ante la noticia de los avances hacia un pacto para reemplazar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC).

El pacto, que la oficina del Representante de Comercio de EU describió como “un acuerdo preliminar en principio”, impondrá reglas más estrictas para las exportaciones de automóviles que van de México hacia Estados Unidos, incluyendo requisitos para que 75 por ciento del contenido se haga en los dos países. La administración de Trump al principio buscaba que el aumento en el contenido llegara a ser de 85 por ciento.

El arreglo también va a requerir que entre 40 y 45 por ciento del contenido sea hecho por trabajadores que ganan al menos 16 dólares por hora, una medida que busca desalentar a los fabricantes a reubicar sus plantas en México, país que tiene salarios más bajos.

Sin embargo, muchos aspectos clave del nuevo régimen todavía son inciertos, con lo que los cabilderos de la industria automotriz se quedaron intentando llenar los huecos en el acuerdo que se publicó, lo que llevó a los analistas a advertir que es difícil de predecir cuáles serán los impactos financieros del acuerdo.

“Varios detalles de lo que se acordó siguen sin estar claros”, entre estos, si ambas partes llegaron a un pacto sobre una cláusula para proteger la producción actual, dijo Kristin Dziczek del Centro para la Investigación Automotriz.

Las empresas escucharon informes incompletos y contradictorios sobre lo que se puede incluir en la letra pequeña del acuerdo, que a su vez se enfrenta a un futuro incierto al tener en cuenta que Canadá apenas se reincorpora a las discusiones para modernizar el TLC y que se podría enfrentar a los obstáculos políticos en Estados Unidos o México.

Los fabricantes de automóviles podrán evitar los aranceles por completo si cumplen con las reglas del nuevo pacto, pero las fábricas actuales que no lo hagan pueden enfrentar una multa de solo 2.5 por ciento, según creen algunas fuentes de la industria automotriz.

La producción que se puede enfrentar a un arancel de 2.5 por ciento podría limitarse a 1.2 millones de vehículos, en comparación con el total del año pasado de 2.3 millones de vehículos que se exportaron de México a Estados Unidos.

Fuentes de las empresas automotrices creen que las nuevas fábricas se pueden enfrentar a aranceles de entre 20 y 25 por ciento si no cumplen con las nuevas reglas de contenido y normas laborales.

El lunes, día que se llegó a un acuerdo, el precio de las acciones de Ford cerró con un alza de más de 3 por ciento y las acciones de General Motors y Fiat Chrysler terminaron casi 5 por ciento arriba.

“No se trata tanto de los detalles del acuerdo, sino el hecho de que hay avances hacia uno”, dijo Efraim Levy, analista del sector automotriz de CFRA Research. “Las empresas automotrices prefieren un plan para un acuerdo por debajo de lo ideal que no tener un plan en lo absoluto”.

David Whiston, analista del sector automotor de Morningstar, dijo que el acuerdo puede llevar a un aumento de precios y a una reestructuración de las cadenas de suministro. “La pregunta sobre la regla de un contenido más alto es, ¿qué contenido terminará trasladándose a América del Norte? Lo primero que viene a la mente es el de piezas electrónicas asiáticas. Podemos ver que algunas de esas compañías abran plantas en Estados Unidos”.

Los grupos automotrices también buscan claridad acerca de qué trabajos son los que se van a cubrir con las nuevas normas laborales y sobre los requisitos para usar más acero y aluminio de producción nacional, aunque empresas como Ford y GM ya usan principalmente acero que se produce a escala local.

Matt Blunt, presidente del American Automotive Policy Council, que representa a las tres grandes automotrices de Detroit, dijo que su grupo se muestra “optimista de que el nuevo acuerdo mantendrá y alentará la competitividad actual de la industria automotriz de Estados Unidos y América del Norte”.


LAS MÁS VISTAS