La desaceleración de la demanda en China provocó fuertes caídas en las utilidades trimestrales de Toyota, Honda y BMW, arrastrando incluso a los grupos automotrices más fuertes a una desaceleración más amplia que afectó al sector.
Hasta ahora, Toyota y Honda habían superado a sus rivales europeos y estadunidenses debido a las fuertes ventas de híbridos y gasolina en Norteamérica.
Pero en el último trimestre, ambos grupos sufrieron una caída de las ventas en China debido a una mayor competencia con las marcas locales, mientras que Toyota y BMW también resultaron golpeados por retiros de vehículos para su revisión.
China, el mercado de automóviles más grande del mundo, se ha vuelto ferozmente competitiva a medida que las marcas nacionales que se centran en los vehículos eléctricos, como BYD, ganan participación de mercado y la demanda de los consumidores se enfría tras la crisis inmobiliaria.
La utilidad operativa de Toyota cayó por primera vez en dos años, 20 por ciento hasta 1.16 billones de yenes (7 mil 500 millones de dólares) en los tres meses hasta finales de septiembre, después de que el grupo automotriz más grande del mundo por ventas resultara golpeado por problemas de certificación y por la suspensión de la producción de dos modelos en EU.
El grupo también redujo su objetivo anual de ventas de vehículos de 10.9 millones de unidades a 10.8 millones, aunque mantuvo la previsión de utilidades para todo el año. En el trimestre, las ventas en China de Toyota y sus autos de lujo Lexus cayeron 9.7 por ciento hasta 456 mil coches.
En una conferencia de prensa en Tokio, Yoichi Miyazaki, vicepresidente ejecutivo de Toyota, advirtió que en el futuro se puede “intensificar más” la competencia de precios en China, pero dijo que los niveles de utilidades de Toyota en el país se encuentran en un nivel similar al de sus rivales chinos.
La compañía trata de ir más allá de simplemente “soportar” la competencia de precios, dijo, para crear coches más adecuados para los consumidores chinos, que pasan una importante cantidad de tiempo relajándose en sus coches sin conducirlos.
Las utilidades en Norteamérica cayeron 83 por ciento durante el trimestre debido a los retiros de vehículos para su revisión y a la suspensión de la producción de los modelos Toyota Grand Highlander y Lexus TX debido a que las bolsas de aire no cumplían con las regulaciones. La filial de camiones y autobuses de Toyota, Hino, también incurrió en gastos relacionados con un escándalo de certificación de motores.
Aun así, los ejecutivos de Toyota dijeron que no hubo una desaceleración en la demanda de híbridos en el mercado norteamericano, que es el motor clave de utilidades para el grupo japonés.
Las ventas de vehículos híbridos ―que son más rentables para Toyota que los vehículos regulares― siguieron avanzando a paso firme, para alcanzar un total récord de 524 mil 790 unidades en Norteamérica, con niveles bajos de inventario que frenaron las cifras de ventas.
“No hemos notado de manera directa ningún cambio en las actividades económicas”, dijo Miyazaki. “Nuestros coches híbridos son extremadamente populares”.
Honda redujo su perspectiva de utilidades netas en 14 por ciento a 950 mil millones de yenes, debido también a la disminución de la demanda china.
Las acciones de Honda cayeron 6 por ciento tras la rebaja de las utilidades del miércoles, mientras que el precio de las acciones de Toyota subió 1.7 por ciento, ya que la empresa mantuvo su previsión de utilidades.
BMW indicó que las ganancias antes de intereses e impuestos cayeron 61 por ciento interanual hasta mil 690 millones de euros, lo que la empresa atribuyó a “desafíos extraordinarios”. Las ventas de vehículos en China cayeron 30 por ciento. Su margen operativo para la división automotriz también se redujo de 9.8 a 2.3 por ciento, lo que provocó que las acciones de BMW registraran una caída de más de 5 por ciento.
El director ejecutivo Oliver Zipse subrayó que la compañía seguirá comprometida con el mayor mercado automotriz del mundo. “Las capacidades y nuestras ambiciones de mercado se ajustarán…pero un escenario en el que ya no desempeñemos un papel es absolutamente falso. Es un mercado enorme para nosotros”.
En septiembre, la compañía con sede en Múnich redujo su previsión de utilidades para todo el año y advirtió que 1.5 millones de coches vendidos en los dos últimos años podrían tener sistemas de frenos defectuosos, añadiendo que las ventas en China también estaban cayendo.
Los comentarios de la empresa sobre sus problemas en China se produjeron después de que los grupos automotrices alemanes Volkswagen y Mercedes-Benz, que también dependen en gran medida de China para sus ventas, advirtieron de igual manera de grandes caídas de la demanda.
La semana pasada, VW anunció una caída de 64 por ciento de sus utilidades netas trimestrales, luego de la desaceleración de las ventas en China.