Un nuevo grupo de bancos de menor tamaño alimenta un renovado interés por las compañías de cheque en blanco, uno de los productos más populares y controvertidos de Wall Street durante el mercado alcista de la pandemia.
Los vehículos de adquisición con propósito especial (SPAC), cuya popularidad se disparó durante el covid-19, con alrededor de 600 acuerdos en Estados Unidos que recaudaron un récord de 163 mil millones de dólares en 2021, antes de que se calmara el frenesí con el desplome de las acciones mundiales al año siguiente debido al aumento de las tasas de interés.
Sin embargo, el mercado volvió a cobrar impulso desde que Donald Trump ganó su segundo mandato como presidente, a pesar de la volatilidad provocada por sus aranceles, que retrasaron varias ofertas públicas iniciales tradicionales. Este año se han realizado 44 ofertas de SPAC que ya recaudaron 9 mil millones de dólares, en comparación con 57 que generaron 9 mil 600 millones durante todo 2024, según datos de Dealogic.
Una SPAC es un vehículo que ofrece a los privados una alternativa a las ofertas públicas iniciales (OPI); la firma de cheque en blanco sale a bolsa y después se fusiona con una empresa objetivo.
Bajo la dirección del ex presidente de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), Gary Gensler, el regulador adaptó las reglas para las fusiones de empresas con SPAC que cotizan en bolsa a las de las OPI estándar. Los inversionistas esperan una política más flexible bajo la dirección del nuevo presidente de la SEC, Paul Atkins, nominado por Trump.
Hace cuatro años, Credit Suisse, Citibank, Deutsche Bank y Jefferies se encontraban entre los asesores de SPAC más activos. Sin embargo, un grupo de firmas menos conocidas, como Cohen & Company Capital Markets, D Boral Capital, Clear Street y Maxim Group, llegaron a dominar el sector desde entonces.
“Se produjo una reorganización de la cartera desde la era Gensler”, dijo Matthew Michel, fundador y socio director de InvestorLink Capital Markets.
“Cuando la SEC fijó la mira en las SPAC creando un entorno regulatorio incierto, los grandes bancos decidieron paralizar sus negocios de apertura (originación)”, explicó Michel. “Este cambio allanó el camino para que las empresas más pequeñas llenaran el vacío”.
Desde 2022, ninguna firma ha asesorado en más operaciones entre SPAC y grupos que buscan salir a bolsa que Cohen & Company, que ya trabajó en 54 acuerdos. Comparte el primer puesto este año con Cantor Fitzgerald en cuanto a OPI de SPAC.
Brandon Sun, director de banca de inversión de SPAC en Cohen & Company, trabajó antes en SPAC en Deutsche Bank hasta que él y tres colegas fueron despedidos en 2022 después de que sus nombres aparecieron en una factura en un club nocturno de strippers, aunque Sun aseguró que no asistió al evento. Cohen & Company lo contrató rápidamente.
“Este año estaba destinado a ser el año de las OPI”, dijo Sun. “Dada la volatilidad derivada de las políticas de aranceles de Trump, esas esperanzas se han visto frustradas. La oportunidad para las SPAC es increíble”.
D Boral Capital ocupa el segundo lugar en este tipo de transacciones en los últimos tres años. En 2022, el banco —entonces llamado EF Hutton— ayudó a Truth Social, la red social de Trump a cotizar en bolsa mediante una fusión con Digital World Acquisition Corp.
La mediana del desempeño del precio de las 17 empresas privadas que han salido a bolsa mediante la fusión con SPAC este año representa una caída del 73 por ciento, de acuerdo con el proveedor de datos ListingTrack. Muchas de ellas, durante el auge anterior, también sufrieron fuertes caídas.
Si bien los principales suscriptores del mercado de SPAC cambiaron, muchos de los mismos patrocinadores activos durante la pandemia están de vuelta en el mercado, según Nick Gershenhorn de ListingTrack.
El ex ejecutivo de Citigroup, Michael Klein, fue un prolífico patrocinador de las SPAC en 2020 y 2021. Su última empresa de cheque en blanco, Churchill Capital X, presentó su solicitud de salida a bolsa a finales de abril.
En los últimos meses, patrocinadores recurrentes en 2020 y 2021, como la emprendedora bancaria Betsy Cohen, el multimillonario angelino Alec Gores y el excongresista californiano y director ejecutivo de Trump Media Y Technology Group, Devin Nunes, también han participado en acuerdos de SPAC, según documentos regulatorios.
Una SPAC liderada por Brandon Lutnick, hijo del secretario de Comercio de EU, Howard Lutnick, y presidente de Cantor Fitzgerald, recaudó 100 millones de dólares el año pasado y en abril se fusionó con Twenty One Capital para formar un vehículo de adquisición de bitcoines a imagen del grupo Strategy de Michael Saylor, centrado en bitcoines. El valor de sus acciones se multiplicó desde que se anunció el acuerdo de criptomonedas.
Los participantes del mercado de las SPAC atribuyen a Cantor y a una reciente oleada de nuevos vehículos patrocinados por la firma de corretaje la reapertura del mercado. “Esta generación de patrocinadores son personas que saben cómo cerrar acuerdos”, dijo Sun.
Los inversionistas afirman que es poco probable que la afluencia de SPAC disminuya, incluso cuando el mercado tradicional de las OPI comienza a descongelarse con la esperanza de que las peores amenazas de aranceles de Trump hayan pasado.
“Todos los sospechosos de siempre están de regreso. Y si todavía no vuelven, lo harán pronto”, dijo un importante inversionistas de SPAC que prefirió no ser identificado. “A la gente no le importa que (las SPAC) fueran un desastre en el pasado porque quieren respaldar a los realizadores de acuerdos y a los que hacen algo”
Con información de: Will Schmitt