El sector financiero en México ha experimentado una transformación en las últimas décadas, con una creciente participación de las mujeres en puestos clave. Actualmente, 51 por ciento de la fuerza laboral en la banca está conformada por mujeres, y en Banorte este porcentaje se mantiene.
“El liderazgo femenino en la banca no debe ser la excepción, sino la norma. La equidad no es solo una cifra, sino el reflejo del esfuerzo, la preparación y el talento de cada persona”, dice Carla Juan Chelala, directora general de mercadotecnia de Grupo Financiero Banorte.
Para el banco, la inclusión financiera femenina es una prioridad. Desde hace 20 años, la institución ha desarrollado iniciativas como Mujer Banorte, un programa que ha evolucionado para adaptarse a las necesidades de las mujeres. A través de productos como este, Banorte facilita el acceso al crédito y diseña soluciones financieras específicas para emprendedoras y empresarias.
¿Cuánto ha evolucionado el liderazgo femenino en el sector financiero de México?
Hoy en día, cada vez más mujeres ocupan puestos clave en la toma de decisiones, reflejando un cambio positivo en la industria.
En el sector financiero, 51 por ciento de la fuerza laboral está conformada por mujeres, y en Banorte este porcentaje se mantiene. Aún más importante, el 26 por ciento de los puestos de alta dirección en la institución están ocupados por mujeres, lo que nos posiciona como un referente dentro de la banca mexicana. La presencia femenina en estos niveles no solo es un logro en términos de equidad, sino que también envía un mensaje poderoso a las nuevas generaciones.
Como madre, creo firmemente que estos avances son fundamentales para inspirara niñas y jóvenes. La representación importa: ver a mujeres liderando demuestra que los límites los ponemos nosotros mismos y que podemos aspirar a cualquier posición.
¿Qué necesita México para seguir impulsando el crecimiento de las mujeres?
Es esencial empezar desde la educación y continuar impulsando una evolución en la forma en que se forman tanto hombres como mujeres en nuestro país. Es fundamental fortalecer las mentorías y programas de acompañamiento, ya que el acceso a oportunidades es clave para impulsar más talento femenino en posiciones de liderazgo. Aunque el tiempo disponible de un alto directivo es limitado, debemos priorizar la orientación y el apoyo a nuevas generaciones.
Creo firmemente en la importancia de una narrativa positiva y aspiracional. En lugar de centrarnos en cuotas, debemos enfocarnos en el talento y en cómo las mujeres logran acceder a estos puestos por mérito propio. La equidad no debe ser solo un número, sino un reflejo del esfuerzo, la preparación y la capacidad de liderazgo.
Vamos por el camino correcto, pero hay espacio para hacer más. Con trabajo, compromiso y unidad, seguiremos avanzando hacia un futuro donde el liderazgo femenino en la banca sea una norma y no una excepción.
¿Cómo impulsan a las mujeres mexicanas dentro del banco?
Una de las cosas que más me llena de orgullo es ver cómo Banorte ha logrado impulsar iniciativas como Mujer Banorte, lanzada hace 20 años. Esta iniciativa ha sido un referente en la inclusión financiera, no solo por la excelente recepción que ha tenido, sino porque se ha ido adaptando a las necesidades del cliente. Otro ejemplo claro es Mujer PyME Banorte, que está diseñado específicamente para atender las necesidades de las emprendedoras y empresarias mexicanas, con beneficios y soluciones que se ajustan a las particularidades de las mujeres en el país.
Sin embargo, con el tiempo comprendimos que el acceso a productos financieros no deberían diferenciarse por género. No existe una “cuenta para hombres”, y el objetivo debe ser fomentar la inclusión sin etiquetas. Aun así, nuestros productos sí incorporan coberturas relevantes para las mujeres, como seguros específicos para enfermedades o protección en casos de fallecimiento, ayudándolas a asegurar el bienestar de sus seres queridos. En el ámbito de las Pymes, hemos trabajado en el desarrollo de créditos, préstamos y herramientas financieras que faciliten la dispersión de recursos y el crecimiento de los negocios liderados por mujeres.
Los números hablan por sí mismos y reflejan una evolución positiva. Actualmente, la participación de las mujeres en productos financieros dentro del banco es significativa. Por ejemplo: en créditos hipotecarios, 39 por ciento de los clientes son mujeres; en cuentas de ahorro a la vista, representan 47 por ciento; en cuentas a plazo, las mujeres son mayoría con 62 por ciento; en fondos de inversión y mesas de dinero, la participación femenina ronda 49%; en créditos de auto, alcanzan 44 por ciento, desmintiendo la idea de que es un mercado dominado por hombres; en cuentas de crédito de nómina, representan 40 por ciento; mientras que en tarjetas de crédito propias es de 45 por ciento.
Estos datos reflejan que cada vez más mujeres toman control de sus finanzas, ahorran, invierten y buscan independencia económica. No hay mejor manera de ser independiente que lograrlo financieramente. Ese es el verdadero camino hacia el empoderamiento.
¿Qué papel juega la banca para fortalecer la independencia financiera de las mujeres?
La banca juega un papel clave en la construcción de un sistema financiero más equitativo e inclusivo. En Banorte, estamos comprometidos con esta transformación, impulsando acciones concretas para facilitar el acceso al crédito y fomentar la independencia financiera de las mujeres.
Uno de los ejes principales de nuestro trabajo ha sido apoyar a las mujeres emprendedoras y empresarias. En los últimos nueve meses, hemos otorgado 234 créditos por un total de 389 millones de pesos (mdp) a mujeres líderes de empresas, brindándoles herramientas para hacer crecer sus negocios. Además, seguimos diseñando productos de inversión y ahorro que respondan a las necesidades específicas de las mujeres. Un dato revelador es que 54 por ciento de nuestras clientas en fondos de inversión son mujeres, lo que demuestra su visión a futuro y su interés en la estabilidad financiera a largo plazo. Porque la independencia financiera no es solo cuestión de dinero, sino de tener la libertad de tomar decisiones que permitan alcanzar nuestra mejor versión.
Promovemos la equidad y el reconocimiento del talento sin distinción de género. La equidad salarial es un principio fundamental, basado en las habilidades y logros de cada persona. No se trata de descu ¿Cuáles son los que contiene y dónde se repartirá? brir el “hilo negro”, sino de seguir construyendo sobre lo que ya está sucediendo. Es momento de actuar y seguir avanzando con una visión positiva.
GSC