La BBC suspendió a un miembro masculino de su plantilla después de que las acusaciones sobre la conducta personal de ese presentador llevaran a la cadena nacional a una crisis.
La BBC confirmó ayer que desde mayo investiga las acusaciones, y los políticos presionan a la cadena para que “ponga orden en su casa”, dadas las críticas que recibe por la forma en que su dirección está manejando el creciente escándalo.
El periódico The Sun informó de que la estrella anónima pagó a un adolescente 35 mil libras por fotos sexuales explícitas durante un periodo de tres años. El joven supuestamente tenía 17 años cuando comenzaron los pagos.
Ayer por la tarde, el director general de la compañía de medios, Tim Davie, envió un correo electrónico al personal en el que dijo que la “BBC tuvo conocimiento de una denuncia en mayo; el equipo de investigaciones analiza esto desde que se planteó y de forma activa le ha estado dando seguimiento”.
Pero añadió que “el jueves se nos presentaron nuevas acusaciones, de naturaleza diferente, y además de nuestras propias investigaciones, también hemos estado en contacto con autoridades externas, de acuerdo con nuestros protocolos”.
Personas familiarizadas con la situación aseguraron que la cadena de medios mantuvo conversaciones con las autoridades policiales sobre estas acusaciones.
Davie dijo que “las personas tienen derecho a una expectativa razonable de privacidad, lo que hace que esta situación sea más compleja”, pero que la BBC está en contacto con la familia mencionada en los reportajes de los medios.
Los informes que señalan que la BBC permitió que el presentador continuara al aire después de que la madre de la adolescente denunciara en mayo generaron alarma en los diputados y condujeron a nuevas preguntas sobre la manera en que la cadena británica está manejando este tipo de situaciones.
Victoria Atkins, ministra del gobierno que dirige la ronda de emisiones de los domingos por la mañana, declaró a Sophy Ridge, de Sky: “Son acusaciones muy, muy graves”.
La secretaria de Cultura de Reino Unido, Lucy Frazer, habló con Davie ayer sobre “las acusaciones profundamente preocupantes que involucran a uno de sus presentadores”.
“Dada la naturaleza de las acusaciones, es importante que ahora se le otorgue a la BBC el espacio que necesite para llevar a cabo sus investigaciones, establecer los hechos y tomar las medidas apropiadas. Se me mantendrá informada”, añadió la funcionaria.
Rachel Reeves, miembro del partido laborista y ministra de Hacienda de en la sombra de Reino Unido, dijo: “La BBC tiene que poner orden en su casa”.
Reeves describió la historia como “profundamente preocupante; la idea de que algunos presentadores piensen que pueden actuar con impunidad y que pueden salirse con la suya con este tipo de cosas”.
El escándalo se produce justo antes de la publicación de los resultados anuales de la cadena de medios la próxima semana, cuando Davie se enfrentará a preguntas sobre cómo manejó una serie de crisis recientes.
La falta de una respuesta más detallada por parte de la cadena provocó nuevas críticas sobre el manejo que le da a estos escándalos, por lo que varios de los rostros más conocidos de la BBC, como Gary Lineker y Jeremy Vine, se vieron obligados a recurrir a las redes sociales para decir que no eran el presentador en cuestión, en medio de especulaciones sobre la identidad de la estrella acusada.
La ministra de Hacienda en la sombra añadió: “Lo preocupante es que alguien presenta una denuncia, una denuncia muy grave, y luego enciende la tele la noche siguiente y todavía están allí. Y eso no es suficiente”.
En un comunicado emitido ayer, la compañía confirmó la suspensión de un empleado del sexo masculino. En el reporte se puede leer: “Se trata de un conjunto de circunstancias complejas y de rápida evolución y la BBC trabaja lo más rápidamente posible para establecer los hechos con el fin de informar de manera adecuada sobre los próximos pasos apropiados”.