BCE registra en 2023 primera pérdida anual en dos décadas

Política monetaria. La caída de 1,300 millones de euros refleja el impacto de las tasas de interés altas que pagó a los bancos centrales para contener la inflación

Christine Lagarde, presidenta del organismo. Kai Pfaffenbach/Reuters
Martin Arnold
Fráncfort /

El Banco Central Europeo (BCE) anunció su primera pérdida anual en casi dos décadas, lo que llevó a los responsables de la formulación de políticas a arrastrar por primera vez un déficit anual para compensarlo con futuras utilidades.

La pérdida de mil 300 millones de euros para 2023 refleja el impacto de las tasas de interés más altas que pagaron a los bancos centrales nacionales, que el BCE elevó a un nivel récord en respuesta al mayor aumento de la inflación de su historia.

El banco central habría registrado una pérdida mucho mayor el año pasado si no hubiera recurrido a los 6 mil 600 millones de euros restantes de provisiones que acumuló en los últimos años para cubrir riesgos financieros.

El alza de las tasas elevó los gastos netos por intereses del BCE, reflejo de un fuerte aumento de los intereses pagados a otros bancos centrales que comparten el euro, de 900 millones de euros en 2022 a 7 mil 200 millones el año pasado.

Sin embargo, los intereses que el BCE obtiene de la cartera de bonos adquiridos en la última década no subieron tanto, ya que muchos de ellos son valores de gobierno a largo plazo que mantuvieron bajas sus tasas, o incluso fueron negativas, durante muchos años.

Es probable que las pérdidas de los bancos centrales sean aprovechadas por los críticos de sus enormes compras de bonos recientes, y todavía hay un caso pendiente en el tribunal constitucional alemán. Las finanzas públicas también se verán afectadas por el fin de los grandes dividendos que los ministros de finanzas estaban acostumbrados a recibir de los bancos centrales.

Pero si bien la pérdida puede aumentar la presión política sobre el BCE y amenazar su independencia, la mayoría de los analistas creen que no debe importar si los bancos centrales son rentables.

“No veo ninguna implicación significativa para la política en este momento”, dijo Frederik Ducrozet, jefe de investigación macroeconómica de Pictet Wealth Management.

Una preocupación era que los gobiernos pudieran necesitar rescatar a algunos bancos centrales del norte con las mayores pérdidas, como el holandés, pero este riesgo se desvaneció después de que De Nederlandsche Bank acordó un plan con el gobierno para reconstruir su capital a partir de utilidades futuras.

La desaceleración de las perspectivas financieras del BCE ya lo había obligado a eliminar el dividendo que paga a los bancos centrales nacionales el año pasado. Estos —que ascendieron a 5 mil 800 millones de euros entre 2018 y 2022— suelen ser transferidos por los organismos nacionales a los gobiernos de la eurozona.

El banco central señaló que “es probable que incurra en pérdidas en los próximos años, pero se proyecta que después vuelva a obtener utilidades sostenidas”. Añadió que su balance está respaldado por su capital y por sus “cuentas de revalorización significativas”, que en conjunto alcanzaron un total de 46 mil millones de euros a finales del año pasado.
“En cualquier caso, el Banco Central Europeo puede operar eficazmente y cumplir su mandato primordial de mantener la estabilidad de precios independientemente de cualquier pérdida”, añadió.

La última vez que el BCE registró una pérdida anual fue en 2004, cuando se vio afectado por las pérdidas en el tipo de cambio a causa de la rápida apreciación del euro, pero absorbió esas pérdidas en lugar de trasladarlas al ejercicio siguiente.

El año pasado, el BCE no obtuvo utilidades, ya que utilizó las provisiones para compensar un déficit de mil 600 millones de euros.

Desde el año pasado, el BCE se encuentra reduciendo lentamente la cartera de bonos de 4 mil 7 billones de euros que posee junto con los bancos centrales nacionales de la eurozona, al tiempo que los préstamos ultrabaratos que concedió a los bancos comerciales durante la pandemia también han ido venciendo.

Estas medidas contribuyeron a reducir el balance del eurosistema ―que incluye al BCE y a 20 bancos centrales nacionales- a 6.94 billones de euros a finales del año pasado, frente a un máximo de más de 8.8 billones de euros a mediados de 2022.

Financial Times Limited. Declaimer 2021

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