Christine Lagarde advirtió a los inversionistas que esperan en los próximos meses más aumentos en las tasas de interés, luego de que el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra elevaron los costos de los préstamos a sus niveles más altos en 14 años.
Los dos bancos centrales subieron las tasas de interés en 0.5 puntos porcentuales después de un aumento equivalente esta semana por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos.
En comentarios que reflejaban el desafío al que se enfrentan muchos organismo centrales para luchar contra la inflación, el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, dijo que el ajustado mercado laboral de Reino Unido y los aumentos de salarios y precios justificaban “una respuesta de política monetaria más contundente”.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, se mostró en desacuerdo con las expectativas del mercado de que los aumentos terminarán el próximo año, pues en conferencia señaló que tenía “más terreno que cubrir, tenemos más camino que recorrer” para controlar la inflación que la Reserva Federal de EU.
“El BCE no hace un giro”, dijo, y prometió al menos dos aumentos más de las tasas de 0.5 puntos porcentuales en febrero y marzo.
Los inversionistas consideraron que las declaraciones eran de línea dura, lo que provocó un fuerte aumento de los costos de endeudamiento de los gobiernos y elevó la apuesta sobre dónde alcanzará su punto máximo la tasa del BCE, de 2.9 a poco más de 3 por ciento.
El BCE elevó su tasa de depósito de 1.5 a 2 por ciento con efecto inmediato y anunció planes para empezar a reducir a partir de marzo los 5 billones de euros en bonos que adquirió en los últimos ocho años.
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Advirtió de que la inflación se mantendrá por encima de su objetivo de 2 por ciento incluso dentro de tres años, lo que significa que tiene que seguir subiendo las tasas de interés de forma significativa para comprimir el crecimiento económico.
Lagarde dijo que era “bastante obvio que, sobre la base de los datos que tenemos en este momento”, los responsables de la fijación de tasas esperan “subir las tasas de interés a un ritmo de 50 puntos base durante un tiempo”.
Vitor Constancio, ex vicepresidente del BCE, criticó la decisión, y escribió en Twitter que ésta indica “una política excesivamente de línea dura que agravará de forma innecesaria la próxima recesión”.
La decisión se produce después de que la Fed, el Banco de Inglaterra y el Banco Nacional de Suiza subieron las tasas de interés medio punto esta semana, frente a las anteriores alzas de 0.75 puntos. En sus dos reuniones anteriores, el BCE subió las tasas en 0.75 puntos porcentuales cada vez.
Al elevar las tasas con alzas más pequeñas, los bancos centrales de ambos lados del Atlántico responden a las señales de que la inflación alcanzó un punto máximo. Parece cada vez más probable que las economías de EU y Europa entrarán en recesión en los próximos meses.
El BCE aumentó las tasas en cada una de sus cuatro últimas reuniones en un total de 2.5 puntos porcentuales, su serie de alzas más agresiva desde la creación del euro en 1999.
La inflación de la zona euro cayó de un máximo histórico de 10.6 por ciento en octubre a 10 por ciento en noviembre; sin embargo, el banco elevó su pronóstico de inflación para este año a 8.4 por ciento, a 6.3 por ciento el próximo año y a 3.4 por ciento en 2024. Además, señaló que el indicador se ubicará en 2.3 por ciento en 2025, lo que implica la necesidad de endurecer las condiciones crediticias para reducir la inflación hasta llegar al objetivo.