Joe Biden extendió una moratoria federal sobre ejecuciones hipotecarias hasta finales de junio, en un esfuerzo por evitar que millones de estadunidenses pierdan sus hogares durante su primer año como presidente de Estados Unidos.
La decisión de Biden resalta la preocupación dentro de la Casa Blanca de que la lenta recuperación de Estados Unidos tras la pandemia puede extenderse hasta bien entrado el verano, con lo que se requiere de más protección para los hogares que no pueden mantenerse al día con sus pagos hipotecarios.
Según los últimos datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos, recopilados a finales de enero, casi 12 millones de estadunidenses no confían, o solo tienen una ligera confianza, en su capacidad para hacer el pago de la hipoteca del próximo mes.
La actual moratoria federal de ejecuciones hipotecarias, que se aplica a las hipotecas respaldadas por el gobierno y la gran mayoría de las unidades de vivienda en el país, debía expirar a finales de marzo. Eso amenazaba con dejar a los propietarios de viviendas al capricho de un mosaico de regulaciones estatales y locales que detenían las ejecuciones hipotecarias durante la pandemia de covid-19.
Además de extender la moratoria de ejecuciones hipotecarias, la administración Biden también amplía la ventana para que los solicitantes de préstamos en dificultades soliciten una prórroga en sus préstamos hipotecarios, así como la duración de esas suspensiones. De acuerdo con la Mortgage Bankers Association (Asociación de Banqueros Hipotecarios), 2.7 millones de estadunidenses propietarios de viviendas tenían planes de una prórroga.
“El presidente Joe Biden está comprometido a proteger la propiedad de la vivienda y la estabilidad de la vivienda a medida que Estados Unidos comienza a convertir una crisis dolorosa en una recuperación sólida. Los programas ampliados de prórroga y ejecución hipotecarios de hoy son un paso importante hacia la construcción de comunidades más fuertes y equitativas”, señaló la Casa Blanca en un comunicado.
El sector de la vivienda encarnaba la recuperación económica desigual que enfrentaba Biden cuando ingresó a la Casa Blanca el mes pasado. Muchas partes del mercado inmobiliario están en auge debido al aumento del valor de los activos y los mayores ingresos entre los hogares más ricos, a pesar de que hay 10 millones de estadunidenses menos, por lo general de familias de bajos ingresos, empleados en comparación con los niveles previos a la pandemia.
La Casa Blanca anunció las medidas de vivienda ayer, cuando el presidente se preparaba para viajar a Wisconsin para su primer viaje oficial como presidente fuera de Washington para reunir el apoyo público para su proyecto de ley de estímulo de 1.9 billones de dólares. Entre las medidas de su propuesta se encuentra un fondo de 10 mil millones de dólares para ayudar a los propietarios de vivienda a pagar sus hipotecas y servicios públicos, que está dirigido a hogares con préstamos hipotecarios con respaldo privado.
Plan de apoyo
Entre las medidas del plan de ayuda de Biden están los pagos directos de mil 400 dólares para personas que ganan hasta 75 mil dólares.
Desempleo
Las medidas también incluyen una extensión de los beneficios federales por desempleo y ayuda a los gobiernos estatales y locales con problemas de liquidez.
Mucha deuda
Los críticos creen que el estímulo de 1.9 billones de dólares es excesivo y añadirán demasiado a la deuda de EU, además de los 4 billones en medidas que se aprobaron el año pasado.
Resistencia
El plan de Biden enfrenta la resistencia de los legisladores republicanos tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado.