Los documentos de la compañía, Binance, muestran que la bolsa de criptomonedas se apoyó en China mucho tiempo después de que afirmó que había salido de esta nación en 2017.
Binance ocultó vínculos importantes con China durante varios años, contradiciendo las afirmaciones de sus ejecutivos de que la bolsa de criptomonedas salió del país después de la aplicación de medidas de mano dura del gobierno en contra de la industria a finales de 2017, de acuerdo con documentos internos de la compañía que pudo ver el Financial Times.
El director ejecutivo de la firma, Changpeng Zhao, y otros altos cargos ordenaron en repetidas ocasiones a los empleados de Binance que ocultaran la presencia china de la compañía. Esto incluía una oficina que estuvo en operación al menos hasta finales de 2019, y un banco de esa nación que se utilizó para pagar los salarios de algunos empleados.
“Ya no publicamos las direcciones de nuestras oficinas…la gente en China puede decir abiertamente que nuestra oficina no está en ese país”, dijo Zhao en una serie de mensajes que se les enviaron en noviembre de 2017, y a los cuales tuvo acceso FT.
Los documentos subrayan hasta qué punto Binance, que se ha convertido en la bolsa de criptomonedas más grande del mundo, trata de ocultar el alcance y la ubicación de sus operaciones a medida que los reguladores examinan toda actividad relacionada con lo cripto.
Al respecto Zhao dijo que la mayoría de los empleados de Binance —aparte de “un pequeño número de agentes de servicio al cliente”— salieron de China después de 2017, cuando el país intensificó sus medidas de mano dura contra todas las compañías relacionadas con cripto.
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El mercado de intercambio fue demandado por los reguladores de Estados Unidos el pasado lunes acusándolo de atender ilegalmente a clientes estadunidenses.
La Comisión de Negociación de Futuros de Productos Básicos (CFTC, por su sigla en inglés) también alegó que Binance no reveló “intencionalmente” la ubicación de sus oficinas ejecutivas y que las declaraciones de que su sede estaba dondequiera que se encontrara Zhao reflejaban “un enfoque deliberado para intentar evitar la regulación”.
A finales de 2019, los empleados de la compañía discutieron un informe que se les dio por diferentes medios en el que se afirmaba que Binance estaba abriendo una oficina en Pekín, pero se advertía, “Recordatorio: públicamente, tenemos oficinas en Malta, Singapur y Uganda”, se afirmaba en un mensaje. “Por favor, no confirmen ninguna oficina en cualquier otro lugar, incluida China”.
Binance replicó al Financial Times en un comunicado: “Es lamentable que fuentes anónimas estén citando historia antigua (en términos cripto) y tergiversando dramáticamente los acontecimientos. Esta no es una imagen precisa de las operaciones que tiene la empresa”.
En público, Zhao ha negado repetidamente que Binance sea una compañía china, incluyendo en una publicación en un blog el año pasado cuando dijo que solo un “pequeño número de agentes de servicio al cliente” permanecían en China a finales de 2018. El ejecutivo nació en China, aunque tiene la ciudadanía canadiense después de que se mudó a Canadá cuando era niño.
“Los miembros originales del equipo fundador de la empresa que tenían su sede en Shanghái abandonaron China solo dos meses después de que se organizó la compañía, incluso antes de que se constituyera la empresa, a raíz de las medidas enérgicas en contra de la industria cripto que impulsó el gobierno en este país”, afirmó Binance, y agregó que la bolsa “nunca se registró o constituyó en la nación asiática”.
La demanda de la CFTC se produce mientras la filial estadunidense de la empresa, Binance US, se enfrenta al escrutinio de Washington por su propuesta de compra por mil millones de dólares los activos pertenecientes a Voyager Digital, un banco cripto que está en quiebra con sede en Estados Unidos.
La adquisición es revisada por el Comité de Inversiones Extranjeras en Estados Unidos (Cfius, por su sigla en inglés), una agencia gubernamental que determina si las inversiones del extranjero representan riesgos para la seguridad nacional.
“Estados Unidos se encuentra en una de las contiendas geopolíticas más trascendentales de la historia. En la medida en que el gobierno intente influir en estos nuevos medios de financiamiento, Cfius tendrá dudas sobre cualquier acuerdo que provenga de China”, enfatizó un antiguo funcionario de Cfius.
Binance aseguró que su filial estadunidense obtiene la licencia de la tecnología de su matriz, pero que es una entidad independiente desde el punto de vista operativo. Sin embargo, existen vínculos entre ambas, incluso con el propio Zhao, que es el beneficiario efectivo final de la firma en Estados Unidos.
“Para ser claros, el gobierno chino, como cualquier otro, no tiene acceso a los datos de Binance, excepto cuando se responde a solicitudes legales y legítimas que se relacionen con la aplicación de la ley”, explicó la empresa.
Documentos internos de la compañía revelan lo importante que era China para Binance, incluso después de que el país apretara las tuercas a la industria cripto en 2017.
En 2018, se dijo a los empleados que los salarios se pagarían a través de un banco en Shanghái. Un año después, se les solicitó a aquellos que estuvieran en nómina en China que asistieran a una sesión de impuestos en una oficina ubicada en dicha nación.
Un empleado de la casa de bolsa en cuestión compartió información sobre una oficina de tramitación de pasaportes en Shanghái, informando que las personas no residentes de esta ciudad “debían haber pagado la seguridad social durante un año ahí antes de que pudieran solicitarlo en otro lugar”.
Otro trabajador agradeció las sugerencias para un equipo de contratación en Shanghái a mediados de 2018. “Espero que todos puedan disfrutar trabajar aquí”, expresó la persona.
Semanas después, otra persona con un cargo de alto nivel emitió una advertencia: “Estimados todos, por favor NO usen indumentaria o accesorios con logotipos de Binance en o alrededor de nuestras oficinas. Está estrictamente prohibido”.
Además se utilizaba una oficina ubicada en Shanghái para sesiones de capacitación de empleados y eventos, de acuerdo a lo que muestran los documentos.
La compañía estaba en ese momento contratando personal que incluía un analista de datos y un especialista en compensación, acciones que realizaba en esa ciudad hasta bien entrado el 2019, dos años después de que Zhao afirmara que Binance ya había salido de China.
La compañía también hizo todo lo posible para disfrazar su presencia china mediante el uso de redes privadas virtuales (conocidas como VPN), tecnología que oculta la ubicación de los usuarios para obtener acceso a un servicio, como es el de la conexión a internet.
En un documento que era utilizado para la incorporación de empleados de Binance se indicaba a los recién llegados con base en China que instalaran una VPN en sus dispositivos.
En la demanda de la CFTC interpuesta el lunes también se alega que la empresa daba instrucciones incluso a sus clientes estadunidenses para utilizar dichas redes, lo que les permitía ocultar su ubicación.
“También tenemos muchos empleados que no son de Shanghái que vienen a la oficina que esta en esa ciudad con frecuencia, y sería inconveniente excluir a esa parte del equipo”, dio a conocer un empleado en noviembre de 2019, cuando la compañía incluso estaba considerando abrir un grupo de chat de administración que se encontraría en esa ubicación.
El Financial Tiimes no pudo determinar si las oficinas que se citan en las comunicaciones de la compañía hasta casi 2020 todavía estaban en operación, pero un antiguo empleado afirmó que muchos de los desarrolladores clave que estaban laborando todavía estaban en China.
A pesar de lo anterior Binance reiteró que no operaba en China, ni tenía ninguna tecnología, incluidos servidores o datos, entro de ese país.
Acciones de China
En diciembre de 2013, el Banco Popular de China y otros reguladores prohibieron a los bancos realizar transacciones con bitcoins, alegando su posible uso para el lavado de dinero.
En ese mismo año las principales bolsas cripto chinas anunciaron que dejarían de aceptar depósitos en yuanes después de que el banco central les dijera a los procesadores de pagos que dejaran de realizar transacciones con ellas.
Para septiembre de 2017, el Banco Central chino anunció una prohibición inmediata de las ofertas iniciales de monedas, describiendo que la emisión y venta de ese tipo de tokens era “esencialmente un acto de financiamiento público que no estaba aprobado y era ilegal”.
De igual forma los medios locales informaron que más de 60 bolsas cripto eran objeto de investigación y muchos mercados de intercambio con sede en China se trasladarían al extranjero para evitar su cierre.
En agosto de 2018 los medios del Estado dijeron que las autoridades bloquearían el acceso a más de 120 sitios extranjeros de criptomonedas luego de que los usuarios de cripto en China continental migraran a bolsas ubicadas en el extranjero.
En mayo de 2021 el Consejo de Estado exigió medidas enérgicas contra las actividades de minar y operaciones de bitcoin, que culminó en noviembre cuando se prohibió cualquier tipo de transacción en criptomonedas.