BMW no renovará el i3, su coche eléctrico insignia, lo que representa el final de uno de los vehículos más distintivos en las calles.
En su lugar, el grupo automotriz alemán se enfocará en instalar baterías y tecnología de enchufado en sus otros modelos, mientras al mismo tiempo planea los nuevos autos totalmente eléctricos.
“No hay un plan específico para un sucesor del i3”, dijo Pieter Nota, jefe de ventas y mercadotecnia de BMW, al Financial Times. “Ahora estamos llevando más electrificación al (mercado) tradicional”.
Sin embargo, agregó que la compañía continuaría construyendo el i3.
El automóvil se lanzó en 2013 y fue la primera incursión seria de BMW en los vehículos de baterías, con la intención de poner probar el apetito del público por los automóviles eléctricos sin perjudicar a su línea principal de sedanes elegantes.
Los grupos automotrices habitualmente renuevan sus modelos después de siete años de ventas para revitalizar la demanda e incorporar la última tecnología, por lo que, en condiciones normales, al i3 solo le quedaría un año.
Sin embargo, la compañía dijo que va a seguir vendiéndolo por varios años más.
“No es un coche normal en ese sentido”, dijo Nota.
Los fabricantes de automóviles abrazan de forma masiva la tecnología eléctrica para reducir las emisiones de CO2 y alcanzar los objetivos de ventas en Europa y China.
BMW instala la tecnología híbrida enchufable en sus modelos de mayor venta, lo que les permite hacer recorridos utilizando energía eléctrica en las ciudades, y para viajes más largos utilizando el método convencional.
El grupo automotriz también planea 13 modelos alimentados exclusivamente por baterías para 2023, un plazo que se adelantó recientemente debido a los inminentes objetivos de emisiones.
En el Salón del Automóvil de Frankfurt de la semana pasada, la compañía presentó el diseño de un automóvil eléctrico que saldrá en 2021, y también mostró el Mini eléctrico que saldrá a la venta el próximo año.
Actualmente en su quinta versión, BMW ya vendió más de 150 mil autos i3 a la fecha, con una mayor demanda cada año, a medida que floreció el incipiente mercado de los vehículos eléctricos.
Las ventas en el primer semestre de este año aumentaron 21 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior.
“El i3 en realidad funciona extremadamente bien en su sexto año de producción”, dijo Nota.
Las ventas en agosto fueron 30 por ciento más altas que en el año anterior, lo que es un crecimiento “considerable” para un vehículo tan comparativamente viejo”, agregó.
Cuando se estrenó, se diseñó para funcionar como pionero de futuras tecnologías, desde sus sistema motriz de baterías y materiales sustentables hasta sus interiores minimalistas, lo que provocó tanto elogios como críticas.
Pero el i3 siempre fue un caso atípico para BMW, con poco parecido a su línea de sedanes o vehículos utilitarios deportivos y atractivo para un grupo demográfico diferente.
El nuevo director ejecutivo de BMW, Oliver Zipse, está bajo presión para acelerar el empuje del grupo automotriz hacia los vehículos eléctricos.
Se percibía que su predecesor, Harald Krueger, frenó el despliegue de la tecnología eléctrica -para competir con la creciente amenaza de Tesla- en los principales modelos de BMW, como la Serie 3.