Botín debe unir a Santander para impulsar sus ganancias

El banco español elevó una oferta para comprar el 20% que no posee de su filial especializada en créditos para automóviles en EU por 2,500 mdd

Ana Patricia Botín, presidenta ejecutiva del grupo financiero. Eloy Alonso/Reuters
Financial Times
Londres /

Santander tiene el objetivo de convertirse en una propuesta más limpia. El banco español aumentó una oferta actual para comprar las participaciones de accionistas minoritarios de su filial estadunidense que cotiza en bolsa, Santander Consumer. Un incremento de 6 por ciento a 41.50 dólares por acción le da una valoración de 2 mil 500 millones de dólares a la participación del 20 por ciento que no posee. Es seguro que se acepte. Una vez que se complete, habrá un indicador bursátil menos que revolotear en las almenas de la presidenta ejecutiva Ana Patricia Botín.

La diversificación es la mayor fortaleza de Santander. El alcance global ayudó a suavizar el golpe de la pandemia. Hay lógica en vincular financieramente a los países ibéricos y latinoamericanos, pero la estructura radial parece obsoleta. Las filiales que cotizan en bolsa en México, Brasil, Chile y Polonia impiden un impulso para una colaboración más estrecha.

Un acuerdo con los accionistas mexicanos ya está sobre la mesa. Otros van a seguir. Los beneficios de la simplificación deben superar los costos a largo plazo, pero los accionistas de Grupo Santander recibirán un golpe este año.

Santander Consumer US se especializa en créditos para automóviles. El prestamista de alto riesgo tiene una calificación más baja que sus pares de crédito personal como American Express y Capital One. El rendimiento ha sido desigual, aunque las acciones han mantenido el ritmo durante tres años.

La unidad atrajo críticas. Varias multas por prácticas deficientes plantearon interrogantes sobre si encaja bien dentro del formal Santander. Pero el auge de las ventas de coches de segunda mano significó que obtuvo la mayor parte de las utilidades del grupo en el segundo trimestre. Sus cualidades anticíclicas apoyan el argumento de la diversificación de Santander.

Con un costo para Santander de apenas 10 puntos base de capital ordinario de primer nivel (CET1), este es un acuerdo eficiente de capital. Las regulaciones significan que Grupo Santander ya absorbe una ponderación de riesgo total solo por tener una participación parcial del capital. Como tal, el impacto neto sobre el capital es de solo 700 millones de dólares en lugar del costo total de 2 mil 500 mdd en efectivo.

Una compra total de los accionistas minoristas mexicanos costará 550 millones de dólares u 8 puntos base de CET1. Suponiendo que se concreten ambos acuerdos, el CET1 se va a ubicar en 11.5 por ciento, la mitad del rango objetivo del banco, pero bajo para un banco europeo.

Eso puede limitar los dividendos. Pagar la mitad del máximo teórico de 50 puntos base, además de las asignaciones de dividendos existentes, es un rendimiento de 6 por ciento, en línea con el promedio esperado para los bancos europeos este año.

Para impulsar la calificación media de las acciones de Santander, Ana Botín tiene que demostrar que unir al grupo más estrechamente aumenta los márgenes y el crecimiento de las ganancias. O puede parecer que solo está reduciendo el escrutinio público eliminando las filiales extranjeras de los mercados de valores locales.


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