La Unión Europa acordó dejar de lado los planes para aumentar los aranceles sobre una serie de productos estadunidenses, ya que las dos partes buscan una resolución a un prolongado enfrentamiento sobre los sectores del acero y el aluminio.
Bruselas informó en un comunicado conjunto con la administración Biden que la Unión Europea y Estados Unidos acordaron evitar cambios que “afecten negativamente el comercio bilateral”, mientras abren discusiones para abordar el exceso de capacidad global en los dos sectores.
La medida significa que la Unión Europea ya no seguirá adelante con un aumento previsto de los aranceles sobre una gama de productos estadunidenses que estaba programado para principios del próximo mes. Las dos partes ahora se dan hasta finales de año para entablar discusiones sobre el exceso de oferta de acero resultante de la producción en países como China.
La medida de la Unión Europea se relaciona con una disputa que hay desde 2018 cuando el ex presidente Donald Trump impuso aranceles sobre el aluminio y el acero de Europa y de otras economías, afirmando que las medidas eran necesarias por razones de seguridad nacional.
La Unión Europea tomó represalias con sus propios aranceles sobre una gama de productos, que se estaba preparando para aplicar el 1 de junio. En su primera ronda, la Unión Europea golpeó productos estadunidenses de alto perfil, entre ellos el bourbon, la ropa y las motocicletas.
La iniciativa se produce antes de una cumbre prevista entre la Unión Europa y el presidente de EU, Joe Biden, el próximo mes, que tendrá como objetivo mejorar las relaciones transatlánticas tras el alboroto de los años de Trump. Valdis Dombrovskis, vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, dijo que la decisión de suspender el aumento automático de los aranceles de represalia muestra que la Unión Europea está tomando medidas para “reiniciar la relación transatlántica”.
Las dos partes dijeron que acordaron discutir “el exceso de capacidad de acero y aluminio y el despliegue de soluciones efectivas, incluidas las medidas comerciales apropiadas, para preservar nuestras industrias críticas”, se lee en el comunicado.
Dombrovskis agregó: “Al suspender nuestras medidas, estamos creando el espacio para resolver estas cuestiones antes de fin de año”.
“La Unión Europea no es una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos. Sin embargo, las distorsiones creadas por el exceso de capacidad mundial —impulsadas en gran medida por terceros— representan una grave amenaza para las industrias del acero y el aluminio de la Unión Europea y Estados Unidos que están orientadas al mercado, y para los trabajadores de esas industrias”.
La Unión Europea y Estados Unidos están “intensamente comprometidos” en la resolución de sus disputas comerciales, dijo Dombrovskis, y elogió un “cambio muy bienvenido” desde que la administración Biden asumió el cargo en enero.