Netflix frenó la hemorragia. El pasado trimestre, la compañía de streaming sorprendió tanto a Wall Street como a Hollywood con el abrupto fin de su racha de crecimiento de una década, lo que a su vez desencadenó una dramática caída comparada con la de las puntocom.
Este trimestre, Netflix ganó al establecer expectativas bajas, y superarlas, con la ayuda de una nueva temporada de la exitosa serie Stranger Things.
Las acciones subieron más de 7 por ciento en las operaciones posteriores al cierre de mercado después de que Netflix dijo que 970 mil suscriptores cancelaron sus cuentas en el segundo trimestre. Fue la peor pérdida de usuarios de su historia, pero como Netflix pronosticó el doble de deserciones, los inversionistas se sintieron aliviados.
“Es duro… perder un millón y llamarlo éxito”, dijo sin tapujos el cofundador y director ejecutivo de la firma, Reed Hastings. “Estamos hablando de perder un millón en lugar de dos millones. Nuestra emoción se ve atenuada por los resultados menos malos”, detalló.
Con una recesión en ciernes y una inflación que se dispara a máximos de 40 años en Estados Unidos, Netflix lidia con un consumidor más consciente de los costos. Mientras que antes atraía a la gente como una alternativa barata a sus costosas cuentas de televisión, la compañía es ahora la opción más cara entre un mar de servicios de streaming que lo imitan.
“La crisis del costo de la vida está teniendo un profundo impacto en todas las empresas”, dijo Paolo Pescatore, analista de PP Foresight. “Nadie es inmune”.
Esta contracción del gasto se produce al mismo tiempo en que las compañías de tecnología y de medios más grandes del mundo desataron un valiente y costoso esfuerzo para competir con Netflix.
“La competencia llegó a niveles algo absurdos”, dijo Rich Greenfield, analista de LightShed, refiriéndose a los fuertes compromisos de gasto que asumieron los nuevos participantes. “No creo que haya nadie en la comunidad de inversión que anticipara que Peacock (de Comcast) perdiera 2 mil quinientos millones de dólares”.
El impacto ha sido duro y repentino. Apenas en enero, los analistas pronosticaban que Netflix podía sumar 20 millones de suscriptores en 2022. Ahora, la compañía espera alcanzar el punto de equilibrio en los primeros nueve meses.
Las acciones de Netflix fueron las de peor desempeño del índice S&P 500 durante el primer semestre de este año. Su valor de mercado se redujo de más de 300 mil millones de dólares en noviembre a 90 mil millones de dólares.
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La “Gran Corrección de Netflix”, como se llegó a conocer en Hollywood, desencadenó la ansiedad sobre el modelo de negocio del streaming y el futuro del entretenimiento. El tropiezo de Netflix desató una venta masiva de acciones de medios que hizo desaparecer decenas de miles de millones de valor de gigantes como Disney y Warner Bros.
Morgan Stanley describió esta semana la situación como la “primera recesión del streaming”. Los ingresos de este tipo de video “pueden resultar más vulnerables de lo previsto a una recesión mundial y a un menor nivel de gasto de los consumidores”, advirtió el analista Ben Swinburne.
Bank of America advirtió que el streaming se convirtió rápido en un producto intercambiable”.
La pregunta, tanto para Wall Street como para Hollywood, es si este declive es temporal o si el negocio del streaming es menos atractivo de lo que los ejecutivos habían supuesto.
Los resultados del segundo trimestre de Netflix fueron una prueba poco convincente de lo primero. La compañía volvió a crecer, aunque por muy poco, ya que predijo que iba a captar un millón de suscriptores en el tercer trimestre.
Las cancelaciones resultaron ser mucho más fuertes en Estados Unidos y Canadá, el mayor mercado de Netflix, donde casi 2 millones de personas abandonaron sus cuentas solo en el primer semestre de este año.
Con un precio de 15.49 dólares al mes para su plan más popular, el costo de Netflix es mayor que el de sus principales competidores, como Disney Plus y HBO Max, que cobran 8 y 15 dólares, respectivamente.
También se cuestiona a Netflix por su contenido. El codirector Ted Sarandos describió el martes la programación de su empresa como “la entrega de éxitos sobre éxitos”. Pero la compañía quedó muy por detrás de HBO en cuanto a nominaciones a los Emmy —una medida de calidad—, con 105 frente a las 140 de HBO este año.
No está claro cuántos servicios de streaming van a pagar los hogares, sobre todo en una época de recesión, y Netflix perdió su “estatus de producto imprescindible a prueba de balas”, afirma Michael Nathanson, analista de Moffett Nathanson.
Según la empresa de datos Ampere Analysis, en Estados Unidos ya hay más suscripciones de streaming de video que personas, con 380 millones de suscriptores para una población de 330 millones. A escala mundial, Netflix ya había anunciado un grupo de mil millones de clientes potenciales con acceso a internet. Ahora, Nathanson advierte que el mercado potencial puede estar más cerca de los 400 millones.
En lo que va de año, la región Asia-Pacífico es la única zona en la que Netflix sumó suscriptores. La compañía sumó a sus filas a 2.2 millones de personas en la región durante el primer semestre de este año; sin embargo, la firma perdió clientes en el resto del mundo.
Esta semana, los ejecutivos de Netflix parecían estar en modo de control de daños, lanzando golpes a sus rivales y ofreciendo datos para demostrar su dominio.
Un ejemplo: durante la temporada televisiva 2021-22, Netflix obtuvo más audiencia que las cadenas CBS y NBC juntas, según las cifras de Nielsen proporcionadas por Netflix. Otros datos fueron menos convincentes, como que la participación en Twitter de Stranger Things superó a la de Top Gun Maverick, de Paramount, una película que recaudó más de mil millones de dólares en taquilla.
A pesar de la caída de este año, la plataforma de contenidos permanece muy por delante de sus rivales, con 221 millones de suscriptores en comparación con los 138 millones de Disney Plus. Además, a diferencia de sus competidores, Netflix obtiene utilidades con su servicio de streaming y espera terminar este año con mil millones de dólares de flujo libre de efectivo.
No obstante, la dirección de Netflix anunció cambios radicales para reactivar el crecimiento de suscriptores. Trabaja con Microsoft para ofrecer un servicio más barato que en el que se presente publicidad, y planea limitar el intercambio de contraseñas, a través del cual calcula que 100 millones de hogares ven Netflix de manera gratuita.
Estos movimientos no van a ocurrir hasta 2023. Por ahora, la plataforma dependerá de los éxitos para pasar la segunda mitad del año. Le ayudarán una nueva temporada de The Crown y las secuelas de Entre Navajas y Secretos (Knives Out) y Enola Holmes. “Por el lado del contenido lo estamos realizando muy bien”, dijo Hastings.
Sin embargo, al grupo de streaming todavía le falta tener su propia (franquicia como) Star Wars o Harry Potter. Ante esto, Ross Benes, analista de Insider Intelligence, advirtió: “A menos que (Netflix) encuentre más franquicias que resuenen de manera intensa, acabará sufriendo por mantenerse a la delantera de los competidores que van por su corona”.