California fijó la semana pasada un ambicioso objetivo: todos los coches nuevos que se vendan para 2035 no deberán generar emisiones de gases de efecto invernadero. Reino Unido ya adoptó esta loable meta y la Unión Europea quiere seguir su ejemplo; sin embargo, el romance que tiene Estados Unidos con los vehículos que consumen mucha gasolina es profundo. La iniciativa del Estado Dorado tiene mucha garra para los estándares estadunidenses.
De acuerdo con la California New Car Dealers Association (Asociación de Concesionarios de Autos Nuevos de California), los vehículos eléctricos representaron 15.1 por ciento de las ventas de coches nuevos en el estado durante el primer semestre de este año. Si le sumamos los coches híbridos enchufables, el total se acerca a 18 por ciento. Para cumplir el nuevo objetivo, la comercialización debe alcanzar 35 por ciento en los próximos dos años.
No es la primera vez que California se fija objetivos de emisiones más exigentes, aunque no todos se han cumplido. A mediados de la década de 1990, el estado retiró el requisito de que 2 por ciento de los coches vendidos fueran eléctricos, y luego estableció objetivos aún más estrictos.
California tiene la mayor proporción de ventas de vehículos eléctricos de EU, con más de un tercio del mercado. La Comisión de Energía de la entidad estima que el territorio también cuenta con la infraestructura de recarga pública más amplia en la nación.
El alza de los precios de la gasolina y los créditos fiscales pueden animar a los consumidores a pensar en hacer el cambio. El Modelo Y de Tesla es el eléctrico más popular del estado, lo que sugiere que la empresa es la más beneficiada. Los grupos automotrices tradicionales esperan robarse participación de mercado. Ford es un fabricante más pequeño de estos autos, pero es una marca más familiar para los compradores.
El precio y la disponibilidad son obstáculos. Los vehículos eléctricos son más caros que el coche promedio. Los especialistas predijeron que esa diferencia se reducirá. En su lugar, puede aumentar. Los precios del litio que se utiliza en las baterías cayeron desde su punto más alto de marzo, pero todavía son cuatro veces más altos que el año pasado.
A medida que aumentan los precios de los materiales, los costos se trasladan a los consumidores. Tesla elevó sus precios 5 por ciento en marzo y Ford subió las tarifas de su gama Mustang Mach-E hasta en 8 mil dólares.
Las firmas estadunidenses compiten por los materiales con los grupos chinos, que están aumentando su propia producción.
Solo las compañías capaces de mantener y elevar la producción se beneficiarán del plan de eliminación gradual de California.
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