Capital Índigo, un administrador mexicano de capital privado, apoya con financiamiento estructurado —es un tipo de fondo que combina elementos de inversión tradicionales, como acciones o bonos, con derivados financieros. La idea principal es ofrecer a los inversionistas la posibilidad de beneficiar de diferentes estrategias de inversión en un solo producto— y con su experiencia a empresas medianas, principalmente lideradas por mujeres, quienes reciben menos de 5 por ciento del financiamiento por parte de la banca comercial.
El año pasado, la compañía de inversión cerró un fondo de deuda privada por un monto de aproximadamente 3 mil 300 millones de pesos (aproximadamente 175.7 millones de dólares), en el cual participaron tres de las afores más relevantes en el país.
“El objetivo del fondo fue apoyar a empresas rentables con facturación de entre 100 y mil millones de pesos, permitiéndoles aumentar su crecimiento”, dice Karina Ojeda, directora jurídica de Capital Índigo.
¿A qué se dedica la empresa y cómo impacta al desarrollo económico del país?
Capital Índigo es un fondo de inversión en el que ofrecemos deuda estructurada, es decir, otorgamos financiamiento estructurado a las pequeñas y medianas empresas en México (Pymes); eso tiene un impacto enorme en la economía del país, porque esta fracción de compañías son las empleadoras número uno en el país y las que tienen menos acceso a financiamiento garantizado.
¿Cuáles son los sectores que consideran más prometedores para invertir?
Nos enfocamos en empresas que son anticíclicas y es un tema tal cual de riesgo. Anticíclicas, ¿qué quiere decir? Son compañías que se encuentran en el sector de consumo, educación, salud, por ejemplo, en la pandemia, fueron aquellas empresas que no sufrieron una gran afectación. Sin embargo, estamos abiertos a financiar todo tipo de empresas.
¿Qué soluciones ofrecen para cerrar la brecha financiera en las Pymes?
En México hay un montón de empresas que no están bien atendidas en sus necesidades de financiamiento. Si bien nosotros vemos una etapa más arriba de emprendedores, las empresas medianas están en una posición increíble, porque pareciera que ya están mucho más adelante en su crecimiento. Sin embargo, se estancan y muchas veces por falta de financiamiento no pueden crecer porque no tienen el dinero suficiente, lo que llamamos smart money, dinero que realmente están en el punto de inflexión.
El capital privado, que en México está en crecimiento, existe para atender estas necesidades, porque por lo general las Pymes van a los bancos para obtener créditos que realmente no les ayudan a ese crecimiento, sino al revés, los ahogan porque tienen plazos muy cortos o nos les ofrecen ninguna garantía. Es necesario que las Pymes sepan que existen otras opciones para financiarse.
Eres cofundadora de Mujeres Invirtiendo, ¿cómo ha evolucionado el proyecto y qué alcance tienen en México?
Es un gran proyecto, es una comunidad de más de 350 mujeres en la industria de capital privado, somos inversionistas en diferentes fondos de inversión, afores, banca, y lo que hacemos ahí es dar este salto y empujar a que haya más mujeres en roles de liderazgo que tomen decisiones en el país, porque de esa manera a la hora de invertir hay veces que se tienen muchos sesgos de género, entonces al tener más mujeres líderes, hace que se permee hacia abajo esa brecha en el financiamiento en empresas lideradas por emprendedoras o empresarias. Hemos tenido un enorme alcance, teniendo esta transaccionalidad con otros sectores, empujamos el liderazgo femenino.
¿En qué sectores está trabajando con Mujeres Invirtiendo?
El sector de capital privado está íntimamente relacionado con el sector financiero, es decir el bancario. Trabajamos de la mano con otras asociaciones que tienen estos mismos objetivos. Pero también estos sectores a los que llegamos a través de la inversión, y son absolutamente todos, porque está la industria farmacéutica, de consumo y la de alimentos y bebidas. El poder llegar a esas empresas y empujar todos estos temas de equidad de género, diversidad e inclusión, en los que pedimos a los inversionistas que haya mucha más participación de mujeres en la toma de decisiones, ahí es donde el alcance se vuelve mucho más interesante.
En México 8 de cada 10 emprendedoras operan en la informalidad. ¿Cómo ayuda a las mujeres para que se formalicen?
En nuestro país es complicado que la gente vea atractiva la formalidad por tantas regulaciones, nosotros damos acceso a herramientas que facilitan a las mujeres a formalizar sus negocios. Contamos con ruedas de negocios, donde ellas pueden convertirse en proveedoras de cadenas, otorgamos financiamientos y arrendadoras privadas, además de ofrecer capacitación educativa para que puedan hacer crecer su negocio.
¿En dónde crees que se nota cuando una empresa es dirigida por una mujer?
Yo creo que hay detalles sutiles, las mujeres justamente nos enfocamos mucho en el camino, no nada más en el fin. Siento que el liderazgo masculino es mucho más agresivo, mucho más práctico, más de ver el fin y la mujer como que buscan que el camino sea llevadero, empático y flexible.
gaf