China impulsa una industria propia de chips

Ante el aumento en sus costos de producción, las firmas tecnológicas frenan pedidos y revisan inventarios

Trabajador de una fábrica de productos electrónicos en la provincia oriental de Jiangsut. AFP
Edward White, Eleanor Olcott y Cheng Ting-Fang
Taipéi /

Hola a todos, soy Lauly. Les envío el #techAsia de esta semana desde un restaurante tradicional de desayunos sin aire acondicionado. Está al otro lado de la calle de una de las plantas de Foxconn, el ensamblador de iPhone, en la ciudad de Nuevo Taipéi, donde acabo de asistir a la reunión general anual de un proveedor de componentes de Apple.

La temporada de juntas generales de accionistas ha sido una oportunidad para tomar la temperatura creciente de los cientos de proveedores de tecnología de Taiwán mientras lidian con la agitación económica mundial. Mi colega Cheng Ting-Fang y yo asistimos a decenas de estas reuniones en el último mes y seguimos escuchando un gran temor: la desaceleración económica mundial alimentada por la inflación, los confinamientos en China y sus consecuencias, y la invasión a Ucrania.

Los problemas económicos debilitaron la demanda del consumidor, dejando la industria de las computadoras personales con pilas de inventarios sin vender. Los fabricantes chinos de smartphones Xiaomi, Oppo y Vivo también recortaron sus pronósticos de producción. Samsung, el fabricante de celulares y televisores más grande del mundo, le pidió a sus proveedores que detengan los envíos mientras revisa sus crecientes inventarios, como informó en exclusiva Nikkei Asia la semana pasada.

A continuación destacamos cómo las compañías de la industria de la tecnología se enfrentan a un aumento de los costos de producción debido al incremento de los precios de los materiales, los metales, los productos químicos y los costos de mano de obra.

Semiconductores nativos

La compañía china Yangtze Memory empieza a cerrar la distancia tecnológica con sus rivales internacionales y encabeza la campaña de Pekín para crear una industria de semiconductores propia y poner fin a su dependencia de los chips extranjeros, escribe Cheng Ting-Fang, de Nikkei Asia.

La compañía, con sede en Wuhan, ya alcanzó la capacidad plena en una primera planta que produce 100 mil obleas al mes. Alrededor de dos quintas partes de ellas corresponden a memorias flash NAND 3D de 128 capas, solo una generación por detrás de los líderes mundiales, Samsung y Micron.

Las memorias flash NAND son componentes clave de almacenamiento en dispositivos electrónicos como smartphones, computadoras personales, servidores y coches conectados. 

El aumento de la producción ubica a Yangtze Memory en el mapa mundial de producción de chips, que hasta ahora está dominado por Samsung, Micron, SK Hynix, Kioxia y Western Digital.

La compañía china planea ahora poner en marcha la producción en una segunda planta a finales de 2022 para elevar todavía más su participación en el mercado mundial, que ya aumentó más del triple y pasó de 1.3 por ciento en 2019 a casi 5 por ciento en 2021, según de Counterpoint Research.

Yangtze podrá incluso convertirse pronto en proveedor de Apple, en lo que supondrá una gran diversificación de una base de clientes que todavía está dominada por los fabricantes de almacenamiento locales. .

El revés de Musk en China

Los titanes estadunidenses de tecnología siempre han tenido una relación de amor-odio con el Partido Comunista Chino, escriben Edward White y Eleanor Olcott, de Financial Times.

De Bill Gates a Larry Page y de Steve Jobs a Mark Zuckerberg, cada uno se ha enfrentado a compromisos incómodos, a concesiones impopulares o a momentos de crisis cuando intentaban apoderarse de partes de las plantas de producción y del mercado de consumo más grande del mundo.

Desde la invasión a Ucrania a finales de febrero, SpaceX ha enviado satélites Starlink para apoyar al país asediado, pero los expertos militares y de seguridad chinos critican el programa por sus supuestos vínculos con el ejército estadunidense. Los funcionarios chinos temen un despliegue de miles de satélites de Musk para vigilar a China o para apoyar a Taiwán.

Pesadilla de confinamiento

Hace unas semanas el gobierno chino levantó el draconiano confinamiento de dos meses en Shanghái a causa del covid, pero las cicatrices tanto en los ciudadanos como en las empresas durarán mucho más, escriben Cissy Zhou, Lauly Li, Cheng Ting-Fang y CK Tan de Nikkei Asia.

El área metropolitana de Shanghái es uno de los centros de fabricación de productos electrónicos más grandes del mundo. La mitad de los 200 principales proveedores de Apple tienen plantas de fabricación en la región, donde cientos de miles de trabajadores mantienen la industria en funcionamiento.

Pero el estatus de China como un centro de la cadena de suministro se pone a prueba por la política de Pekín de “covid cero”. La gestión y el bienestar de decenas de miles de trabajadores que sufren el trauma psicológico del aislamiento se convierten en un enorme reto para muchas compañías.


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