Cumbre de Financial Times. Grupos como Vitol y Trafigura se centran más en la forma de aplicar la tecnología; “en cierto modo es una carrera armamentista”, señalan
Los comerciantes de materias primas más grandes del mundo realizan amplias inversiones en procesamiento y análisis de datos en una carrera por desarrollar una ventaja tecnológica sobre sus rivales.
Grupos como Vitol y Trafigura, que tradicionalmente dependían de contactos políticos, acuerdos y habilidades logísticas para trasladar recursos naturales desde lugares remotos a compradores dispuestos, se enfocan cada vez más en cómo aplicar la inteligencia artificial (IA) en la más física de las industrias.
“En cierto modo, se trata de una carrera armamentista”, dijo Russell Hardy, director ejecutivo de Vitol, la mayor comercializadora de petróleo del mundo, en la Cumbre Mundial de Materias Primas de Financial Times, que se celebró este mes en Lausana, Suiza. Según Hardy, las casas comerciales intentan utilizar la IA de dos formas principales, para mejorar la eficiencia de negocios y para desarrollar una “ventaja” comercial al disponer de más capacidad analítica que sus competidores.
“Creo que todos intentamos llegar primero a la luna”, dijo Hardy. “Pero yo diría que hoy ayuda más a la eficiencia empresarial que a descifrar el código de lo que va a hacer el mercado esta tarde”.
Vitol, compañía de propiedad privada, que emplea a unas mil 800 personas, obtuvo una utilidad neta récord de 15 mil 100 millones de dólares en 2022 y alrededor de 13 mil millones en 2023, lo que la convierte en una de las compañías más rentables del mundo per cápita.
El impulso para aprovechar las últimas herramientas tecnológicas es en parte una reacción a la competencia de los fondos de cobertura y otros equipos de comercialización basados en datos, que mueven menos materias primas físicas, pero crearon negocios lucrativos que operan valores vinculados a otros productos financieros.
Puede decirse que la operación comercial basada en datos más avanzada del sector se encuentra en el fondo de cobertura Citadel, con sede en Miami, que contrató al comerciante de materias primas Sebastian Barrack de Macquarie en 2017 para liderar un mayor impulso hacia la energía y las materias primas.
En la búsqueda de una ventaja de información, una de las primeras medidas de Barack fue contratar un equipo de 20 meteorólogos. Desde entonces, el equipo ya aumentó a más de 300 personas, incluidos analistas e ingenieros.
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El petróleo y los productos refinados son un área donde los datos disponibles sobre niveles de oferta, patrones de demanda y variables logísticas se dispararon en los últimos años, dijo Barrack a Financial Times. “El prolífico crecimiento de los datos que están a nuestra disposición nos está convirtiendo en inversionistas mejor informados”.
Para las estrategias comerciales basadas en datos, la transición energética promete ser una bendición porque aumentará la complejidad y requerirá herramientas más sofisticadas para hacer modelos de los mercados, sobre todo cuando falta información histórica en un área nueva, agregó. “A medida que haya más detalles, más complejidad y una mayor falta de datos retrospectivos, mejor para nosotros”.
La capacidad de procesar grandes volúmenes de datos es importante en el área de rápido crecimiento del comercio de energía, donde la naturaleza regulada de los mercados de electricidad produce mucha información.
McKinsey estima que las empresas comercializadoras que se basan en datos captaron una cuarta parte de las utilidades del comercio de gas y electricidad a escala mundial en 2022, frente a menos de 5 por ciento en 2021.
Esa competencia obligó a las comercializadoras tradicionales de materias primas como Trafigura, que ganó un récord de 7 mil 400 millones de dólares en 2023, a invertir para mantenerse al día. Hace tres años creó una división de comercialización de energía.
Richard Holtum, director de gas, electricidad y energías renovables de Trafigura, dijo que su equipo “carga varios miles de millones de datos discretos en la nube” cada día. “El reto es utilizar la inteligencia artificial para interrogar esos datos de una forma mejor y más eficiente para mejorar las decisiones comerciales que luego tomamos”, indicó, y añadió: “Creo que ahora mismo estamos en la punta del iceberg de lo que la inteligencia artificial puede hacer”.
Mercuria, con sede en Suiza y fundada en 2004 por Marco Dunand y Daniel Jaeggi, se dedicaba a la comercialización de petróleo, pero reforzó sus operaciones de comercio de electricidad en 2014 mediante la adquisición de parte del negocio de materias primas físicas de JP Morgan.
“Si quisiéramos tomar como ejemplo a Citadel en la recopilación de datos, creo que nos llevaría mucho tiempo, mucho dinero…así que invertimos mucho tiempo y esfuerzo en intentar desarrollar nuestras propias máquinas de inteligencia artificial para cerrar esas brechas”, dijo. Mercuria ganó aproximadamente 2 mil 700 millones de dólares en 2023, ligeramente por debajo del récord de 3 mil mdd que se alcanzó el año anterior.
Sin embargo, las comercializadoras físicas no van a dejar de ensuciarse las manos.
“En realidad, puedes ser un participante en el mercado sin llevar a cabo una comercialización física, pero eso no es para nosotros”, dice Dunand. “Creo que, en última instancia, el mundo necesita energía y nosotros somos comercializadores de energía, así que si no mueves este material, sabes que el mundo no funciona”.
Dunand declaró a Financial Times que la ventaja de información acumulada por participantes basados en datos como Citadel les ayuda a tomar posiciones más grandes, pero que la IA puede ayudar a Mercuria a reducir esa distancia.