Consumo en EU, sin freno pese a variante delta y altos precios

El estímulo fiscal y el crecimiento del empleo impulsaron el gasto, así como un aumento de 6.5% del PIB; “las finanzas de los hogares se encuentran en su mejor forma en décadas”, señalan analistas

La composición del gasto cambió de bienes a servicios. Marcio José Sánchez/Reuters
James Politi, Colby Smith y Imani Moise
Washington y NY /

En las últimas semanas los consumidores estadunidenses han sido golpeados por el aumento de precios y el resurgimiento del virus, pero gracias al fuerte estímulo fiscal y a un crecimiento constante del empleo, esto no les impide gastar. 

El consumo en los hogares de Estados Unidos impulsó un incremento anualizado de 6.5 por ciento del producto interno bruto (PIB) en el segundo trimestre, lo que demuestra una saludable recuperación durante el mes de junio, de acuerdo con los datos publicados por el Departamento de Comercio a finales de la semana pasada. La composición del gasto cambió de bienes a servicios, pero la disposición general de los compradores para utilizar su efectivo es incuestionable.

“Parte de la razón por la que la economía se muestra tan resiliente después de una crisis tan grande es la extraordinaria capacidad y disposición del consumidor para gastar”, dijo Michelle Meyer, directora de economía de EU de Bank of America. “Los fundamentos generales todavía son fuertes, y en otoño habrá más participación a medida que la gente regrese a la oficina y a la escuela”. 

Hasta el momento, economistas y funcionarios no se apresuran a rebajar sus pronósticos para la economía estadunidense sobre la base de la propagación de la variante delta, a pesar de que presenta más riesgos para las perspectivas. 

Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de EU, sugirió en una conferencia de prensa la semana pasada que ahora hay una menor relación entre el estado de la pandemia y el panorama económico que en el pasado y que las personas y las empresas parecen más capaces de adaptarse. 

“Con las sucesivas oleadas de covid durante el año pasado y algunos meses ahora, se muestra menos propenso a estar en el camino de las implicaciones económicas con cada ola”, dijo Powell. “No tenemos una idea clara de cómo podrá funcionar esto, así que lo estamos monitoreando cuidadosamente”. 

Aneta Markowska, economista financiera jefe de Jefferies, dijo que “las finanzas de los hogares se encuentran en su mejor forma en décadas”, citando declaraciones de ingresos sólidas y una enorme existencia de ahorros acumulados, que calculó en 2.4 billones de dólares, con aproximadamente la mitad en efectivo y depósitos a cuentas de cheques.

El gasto en bienes duraderos se contrajo por tercer mes consecutivo, pero el retroceso más reciente se debió en gran parte a una disminución de 7.7 por ciento en las ventas de coches, ya que la escasez y los precios sorprendentemente altos alejaron a los compradores. En otros lugares, el gasto se muestra fuerte, y la tasa de ahorro personal, que alcanzó 26.9 por ciento en marzo, se redujo a 9.4 por ciento.

“La última ronda de estímulos fue mucho más allá”, dijo Markowska. “No solo compensamos la pérdida de ingresos debido a la pandemia, la reemplazamos con creces”.

El gasto de las empresas también se recuperó más rápido de lo esperado, aunque todavía quedó rezagado en comparación con el aumento del gasto del consumidor, señaló entrevista Sachin Mehra, director financiero de Mastercard.

“Lo que estamos viendo es que la gente siente cada vez más la necesidad de salir y ver a los clientes, ir a ver a sus proveedores, interactuar con sus socios de negocios, y eso se manifiesta en términos de cómo están ejerciendo su gasto comercial”.

Esa tendencia se mantuvo en las pequeñas empresas, las medianas y las grandes multinacionales, lo que ayudó al grupo de pagos a informar la semana pasada un aumento de 36 por ciento en los ingresos trimestrales.

Hasta ahora, las pequeñas empresas encabezaban la carga, según American Express, rival de Mastercard. El gasto en pequeñas y medianas empresas en EU se recuperó a 73 por ciento de los niveles anteriores a la pandemia en el trimestre más reciente, mientras que los clientes corporativos cobraron menos de una cuarta parte de lo que gastaron en tarjetas Amex durante el mismo periodo en 2019.

“Lo que es interesante es que las pequeñas empresas, incluso ahora, viajan más que las grandes”, afirmó Jeff Campbell, director financiero, y agregó que es poco probable que la tendencia se revierta para finales de año. “Son las grandes empresas donde realmente no se ve ninguna señal de vida en este momento, y no contamos que haya una”, añadió.

Sin embargo, las dos compañías se muestran optimistas de que los viajes corporativos van a tener un regreso, en especial cuando sus propios empleados comiencen a reservar vuelos. Mastercard ya reanudó las reuniones en persona con los clientes, lo que Mehra espera que tenga un efecto dominó en toda la industria.

Hasta el momento, hay pocas pruebas de que una inflación más alta esté poniendo un gran freno al gasto, ya sea en el lado personal o en el empresarial. Si bien las expectativas de inflación habían aumentado a 4.7 por ciento para el próximo año, según la encuesta de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan, se espera que retrocedan a 2.8 por ciento en el horizonte de entre 5 a 10 años, lo que indica que la mayoría de los estadunidenses no cree en un peligrosa espiral y se muestran bastante imperturbables con los datos recientes.

“La gente reconoce que los precios están subiendo, pero todavía tienen la munición para hacer las cosas”, dijo James Knightley, economista internacional jefe de ING. “Es posible que no estén contentos de gastar 9 dólares por una cerveza, pero lo harán porque no lo han hecho durante mucho tiempo”. James Politi


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