Contener a China, una opción inviable para EU

Opinión. A diferencia de la lucha con la URSS, Washington y sus aliados necesitan trabajar juntos para revitalizar sus economías y proteger su autonomía tecnológica.

Pekín tiene una economía más exitosa, con un desempeño impresionante. Martin Pollard/Reuters
Martin Wolf
Londres /

¿Cómo debe responder Estados Unidos al ascenso de China? Es una de las preguntas más importantes que enfrenta la nueva administración de EU. Muchos sostienen que es factible una forma de contención. De hecho, este es uno de los pocos puntos en los que el gobierno de Joe Biden y la de su predecesor suelen estar de acuerdo. También se puede ver la ventaja política: enemigos comunes pueden unificar un país dividido, pero ¿es esta realmente una política viable? Creo que la respuesta es no.

Ese tipo de visión de suma cero en la relación entre EU y China la recoge Clyde Prestowitz en el libro The World Turned Upside Down Clyde. Él insiste en que: “No hay competencia entre el pueblo chino y el de Estados Unidos”. Su objeción es más bien contra el Partido Comunista. Una opinión similar se infunde en The Longer Telegram: Toward a New American China Strategy,  escrito por un “ex alto funcionario del gobierno” anónimo (en referencia al célebre telegrama extenso de George Kennan de febrero de 1946, que proponía la contención de la Unión Soviética). Esto también establece que: “El desafío más importante que enfrenta EU en el siglo XXI es el surgimiento de un país de China cada vez más autoritario bajo el presidente… Xi Jinping”. El reto, argumenta, no es China, sino su estado despótico.

Simpatizo con la ansiedad de estas publicaciones. Las acciones de China en Xinjiang y Hong Kong subrayan su desprecio por los derechos humanos y los acuerdos internacionales. Pekín amenaza la autonomía de Taiwán y amplía su influencia sobre el Mar de China Meridional. China se comporta cada vez más como una gran potencia en ascenso gobernada por un déspota despiadado y eficaz.

The Longer Telegram argumenta que la amenaza del intento de China de lograr el dominio global debe enfrentarse defendiendo una larga lista de intereses vitales de EU: mantener la superioridad económica y tecnológica colectiva, proteger el estatus global del dólar, mantener una disuasión militar abrumadora, prevenir la expansión territorial china, consolidar y ampliar alianzas y asociaciones y defender el orden internacional liberal basado en reglas. Sin embargo, el documento también pide que se aborden las amenazas globales compartidas, en especial el cambio climático.

¿Es todo esto alcanzable? No. China es un adversario más poderoso que la Unión Soviética. Tiene una economía más exitosa, un sector tecnológico más dinámico, una población más grande y un gobierno más competente. El desempeño económico relativo de China ha sido impresionante.

Más importante es su potencial. China se enfrenta a enormes desafíos económicos; en la actualidad, la producción per cápita de China (en paridad del poder adquisitivo) es un tercio de la de EU (en comparación con el 8 por ciento en el año 2000) y la mitad de la de la Unión Europea. Supongamos que esto aumenta a solo la mitad del nivel de EU. Para 2050, la economía de China será tan grande como las de Estados Unidos y la Unión Europea, juntas.

En segundo lugar, la economía de China está integrada internacionalmente. Si bien esta es una fuente de vulnerabilidad para China, también es una fuente de influencia. El mercado chino ejerce una atracción magnética sobre una serie de países de todo el mundo. Como subraya el académico de Singapur Kishore Mahbubani, la mayoría de los países quieren buenas relaciones con ambos países. No elegirán a EU en lugar de China.

Por último, en las últimas dos décadas, EU destruyó su reputación de sentido común, decencia, confiabilidad e incluso adhesión a las normas democráticas. Esto importa porque sus aliados serán cruciales en la contienda. Como dice Jonathan Kirshner en la revista Foreign Affairs: “El mundo no puede dejar de ver la presidencia de Trump”. Peor, ese aspecto de EU aún está vivo. Estados Unidos solía hablar de la necesidad de que China sea una “parte interesada responsable”, pero después de la arrogancia del “momento unipolar”, la guerra de Irak, la crisis financiera y la presidencia de Trump, ¿EU es un actor responsable?

Entonces, ¿qué se puede hacer? En primer lugar, Estados Unidos y sus aliados deben revitalizar sus democracias y sus economías. En este último caso, deben proteger su autonomía tecnológica. Pero la forma más importante de hacerlo es revitalizar su infraestructura científica y tecnológica, incluso mediante la renovación de la educación y alentando la inmigración de personas con talento.

En segundo lugar, deben defender los valores de la adhesión a la verdad y la libertad de expresión contra todos los enemigos, nacionales y extranjeros (incluida China). Además, deben unirse para hacerlo. No se debe permitir que China se enfrente e intimide a los países más pequeños.

En tercer lugar, deben renovar las instituciones de la economía mundial que crearon y proponer nuevas reglas que obliguen al comportamiento de China y por las que ellos también estarán sujetos. En cuarto lugar, deben dejar en claro qué intereses defenderán, si es necesario por la fuerza.

Por último, deben centrar la atención en el proyecto compartido de proteger los bienes comunes mundiales para todos.

La relación de EU con China no es como la que tenía con la Unión Soviética. Sí, habrá mucha competencia, pero también debe haber una cooperación profunda. En la medida en que hay una guerra de ideologías, la libertad y la democracia de Occidente siguen siendo más atractivas. El verdadero desafío al que se enfrentan no es China, sino restaurar estos valores en casa. 

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Bezos dejará de ser CEO en Amazon

Jeff Bezos, fundador de Amazon, cederá su puesto como CEO de la firma de comercio electrónico al actual director ejecutivo de Amazon Web Services, Andy Jassy, en el tercer trimestre de este año, esto luego de 27 años de la fundación de la compañía. Asimismo, Bezos, el hombre más rico del mundo según la lista Forbes, pasará a ser presidente ejecutivo de la compañía. “Tengo la intención de centrar mis energías y atención en nuevos productos e iniciativas tempranas”, compartió Bezos en una carta a sus empleados. La firma se benefició de los cierres, pues sus acciones se han revalorizado cerca de 80 por ciento desde el comienzo de 2020.


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