Daños económicos que trae la guerra de Israel y Hamás

Opinión. La forma como se desarrolle el conflicto impactará en un mundo golpeado por covid, inflación y la invasión a Ucrania

Palestinos observan los edificios alcanzados por ataques aéreos en el campo de refugiados de Shati. AP
Martin Wolf
Londres /

¿Qué esperaba lograr Hamás con su ataque a Israel del 7 de octubre? La respuesta seguramente fue incendiar la región. Más en concreto, para provocar la respuesta que vemos, con consecuencias inevitables para la reputación mundial de Israel y las perspectivas de paz. En otras palabras, la estrategia es convertir en mártires al pueblo de Gaza por una causa mayor. Por desgracia, está funcionando.

La forma como se desarrolle esto tendrá implicaciones para la vida, el equilibrio de poder y tal vez incluso la paz mundial, pero también para la economía global, que ha sido golpeada por una serie de crisis en los últimos cuatro años: el covid, la inflación, la invasión a Ucrania y ahora esto. Entonces, ¿qué tan grande será la conmoción que supondrá este último horror?

Esto es más que una cuestión de dólares y centavos. Según un capítulo de “atención especial” del más reciente informe Perspectivas de los Mercados de Materias Primas del Banco Mundial, sobre las “implicaciones potenciales a corto plazo del conflicto en Medio Oriente”, el número de personas que sufren de inseguridad alimentaria severa aumentó en más de 200 millones entre 2019 y 2021. La invasión de Rusia a Ucrania debe haber empeorado esta situación, aunque los hechos aún no están disponibles. Esto se debe a su efecto directo sobre los precios de los alimentos y al aumento de las tarifas de energía. Otro gran incremento en estos costos empeorará la situación.

Entonces, ¿qué tan grandes pueden ser las implicaciones? Esto depende de la respuesta a dos preguntas más. ¿Hasta qué punto y con qué gravedad se pueden extender la guerra y sus ramificaciones políticas? Además, ¿cuáles serán las consecuencias para la economía global, en gran medida a través de los mercados de energía?

Por fortuna, Gideon Rachman abordó la primera pregunta. Nos recuerda que la Primera Guerra Mundial comenzó como un conflicto entre Austria y Serbia, ambos aliados de potencias más grandes. En este caso, Israel se puede considerar como un representante de Estados Unidos y Hamás y Hezbollah como representantes de Irán (que a su vez puede resultar ser un aliado de Rusia o incluso China). Señala que una cadena de acontecimientos desastrosos puede extenderse al propio Golfo. Incluso provocar un conflicto entre superpotencias. Además, podemos añadir que los regímenes de la región se desestabilizarán por la ira popular por la falta de ayuda a Gaza. Vale la pena recordar que el dañino embargo petrolero de 1973 no fue un resultado directo de la guerra, sino una respuesta política de los productores de petróleo árabes.

Si la guerra se extiende, ¿importará? Sí. La región es el productor de energía más importante del mundo: según el Statistical Review of World Energy de 2023, contiene 48 por ciento de las reservas probadas mundiales y produjo 33 por ciento del petróleo global en 2022. Además, de acuerdo con la Administración de Información Energética, una quinta parte del suministro mundial de crudo pasó a través del Estrecho de Ormuz, al pie del Golfo, en 2018. Este es el cuello de botella del sector.

El Banco Mundial también señala que las crisis energéticas pasadas resultaron costosas. La invasión de Irak a Kuwait en 1990 elevó los precios promedio del petróleo tres meses después en 105 por ciento, el embargo petrolero árabe de 1973-1974 los elevó 52 por ciento y la revolución iraní de 1978 los incrementó 48 por ciento.

Sin embargo, hasta ahora los efectos sobre los precios del petróleo de los ataques de Hamás a Israel han sido modestos. En términos reales, los precios del petróleo en septiembre estuvieron cerca de su promedio desde 1970. En total, hasta ahora no se ha visto nada dramático. Además, se añade en el informe, el petróleo se ha vuelto menos importante y los mercados del crudo menos vulnerables desde la década de 1970: la intensidad de la producción mundial ha disminuido cerca de 60 por ciento desde entonces. Las fuentes de suministro también se han diversificado, las reservas estratégicas son mayores y la creación de la Agencia Internacional de Energía mejoró la coordinación.

Sin embargo, el petróleo se mantiene como un combustible vital para el transporte. El gas natural licuado del Golfo también es una parte importante del suministro mundial. Grandes disrupciones en estos suministros tendrán un potente impacto en los precios de la energía, la producción mundial y el nivel general de precios, en especial en los productos alimenticios.

El banco prevé escenarios con disrupciones pequeñas, medianas y grandes en el suministro: el primero, supone, reducirá el suministro en hasta 2 millones de barriles por día (alrededor de 2 por ciento del abasto mundial), el segundo lo bajará entre 3 y 5 millones y el último entre 6 y 8 millones. Los precios se estiman entre 93 y 102 dólares, 109 y 121 dólares y 141 y 157 dólares, respectivamente. Esto último llevará los precios reales hacia sus máximos históricos. Si se cerrara el Estrecho, los resultados serán mucho peores. Todavía estamos en la era de los combustibles fósiles. Un conflicto en la región proveedora de petróleo más grande del mundo puede ser muy dañino.

La mejor manera de pensar en esto es enfatizar la incertidumbre. La gran probabilidad es que el conflicto sea contenido. De ser así, los efectos económicos serán insignificantes, pero es posible que se extienda y se vuelva mucho más grave. Los disturbios civiles también pueden obligar a los gobiernos de la región a considerar embargos. Hamás deseará que la región estuviera en llamas, pero eso no beneficiará a los miles de millones de personas que quieren seguir con sus vidas lo mejor que sea posible. Le corresponde a los políticos dentro y fuera de la región evitar el tipo de errores que han resultado ser devastadores en el pasado.

En este momento, la gran pregunta es qué hará Israel. Comprendo la indignación que siente por el brutal ataque y su determinación de eliminar a Hamás. ¿Pero es eso factible por algún medio militar? ¿Cuál es su objetivo político? ¿Cuál es la estrategia para llegar a un acuerdo con los palestinos? Sobre todo, ¿qué tan sensato será comportarse tal como evidentemente deseaba Hamás?

Financial Times Limited. Declaimer 2021


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