Delicias italianas, víctimas de guerra arancelaria de Trump

FINANCIAL TIMES

En alerta. Restauranteros y comerciantes de estadunidenses de productos importados advierten que la represalia por los subsidios a Airbus afectará directamente en sus precios, lo que golpeará las ventas.

Las tarifas punitivas afetarán más a estadunidenses, alertan. Shutterstock
Miles Johnson y James Politi
Washington y Roma /

Las aceitunas sin hueso importadas de Sicilia desaparecen de los estantes en un delicatessen italiano en el lado oeste de Scranton, la ciudad industrial en el noreste de Pensilvania. Pero Paul Catalano, el propietario de 76 años de edad de la empresa familiar, que opera en el barrio desde hace casi un siglo, no puede estar tranquilo.

Si la administración Trump cumple con sus amenazas de imponer aranceles a los productos de la Unión Europea en represalia a los subsidios que se otorgaron a Airbus, la compañía aeroespacial, los productos alimenticios italianos, que van desde las aceitunas, hasta queso y pasa que representan 40 por ciento de la tienda de Catalano, serán más caros.

“Una vez que empiezas a aumentar los precios, comienzas a perder negocio”, dijo Catalano. “Eso podría perjudicar nuestras ventas”.

A principio de este año, la OMC emitió un fallo final que autoriza a EU a imponer aranceles sobre la Unión Europea en el caso de larga data de Airbus. Esta semana, los árbitros del organismo con sede en Ginebra establecerán el valor que permiten como represalia hasta de 8 mil millones de dólares, el obstáculo final antes de que Washington pueda seguir adelante con las medidas punitivas.

Aunque esos impuestos cumplirían plenamente con las reglas de la OMC —al contrario de muchas de los otros aranceles que impuso Trump desde que asumió la presidencia—irremediablemente están ligados a un nuevo aumento de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y la Unión Europea en un momento en el que ya están muy tensas.

Es probable que ocurra una escalada de ojo por ojo, mientras un caso paralelo que presentó la Unión Europea contra el subsidio de EU a Boeing está en su etapa final, y los funcionarios tanto de Washington como de Bruselas no lograron encontrar una solución amigable.

Aparte de la comida italiana, muchas otras delicias de todo el continente —como el queso roquefort y la champaña de Francia, el whiskey irlandés y las salchichas de cerdo alemanas—también se encuentran en la línea de fuego junto con productos manufacturados como cuchillos de mesa, cerámica, suéteres y trajes. También figuran en la lista las aeronaves y los helicópteros, así como algunas piezas aeroespaciales directamente relacionadas con el caso Airbus.

Pero funcionarios y ejecutivos italianos al igual que importadores italoestadunidenses creen que se les ataca injustamente, ya que Italia no es parte del consorcio de Airbus, que está compuesto por Francia, Alemania, España y Reino Unido.

“Estoy de acuerdo con los aranceles del presidente. Se debe castigar a los malos actores que subsidian ilegalmente a Airbus. Pero Italia no es uno de ellos”, dijo Lou Barletta, un ex congresista republicano de Pensilvania y jefe del American Italian Food Coalition, el grupo de cabildeo que se formó para defenderse de los gravámenes.

Los ministros y asociaciones industriales italianos organizan sus propias campañas contra los aranceles antes de la visita de Mike Pompeo, el secretario de Estado de EU, a Roma esta semana para reunirse con el primer ministro Giuseppe Conte. Stefano Berni, director general del Consorzio Grana Padano, el organismo comercial que representa a los productores del queso, aseguró que sus miembros están listos para protestar frente a las bases militares estadunidenses en Italia, entre ellas en Aviano, en el noreste de Italia.

Nicola Bertinelli, presidente del Consorzio Parmesano Reggiano, que representa a los productores del conocido queso, advirtió que el consumo puede registrar una fuerte caída en Estados Unidos, el segundo mayor importador de parmesano en el mundo después de Francia. Esto tendría consecuencias devastadoras en toda Europa, ya que el exceso de oferta del queso inundó el mercado. “¿Por qué Italia debería sufrir estas consecuencias cuando siempre ha sido un socio fiable de Estados Unidos? ¿Por qué tenemos que pagar este impuesto injusto?”, preguntó.

El grupo de Bertinelli se reunió recientemente con el embajador italiano en Estados Unidos y la Cámara de Comercio de EU para discutir la amenaza de los aranceles. Si bien no está claro cómo EU va a implementar los aranceles, los productores de parmesano dijeron que se podrían rotar entre diferentes productos.

Las consecuencias de los aranceles estadunidenses sobre el queso italiano también podría tener ramificaciones políticas internas en un país donde los irritados productores de leche han sido cortejados por el líder antimigrante del partido de la Liga, Matteo Salvini, quien recientemente dejó el gobierno y ahora es parte de la oposición.

A principios de este año, los bajos precios de la leche provocaron protestas en Cerdeña por parte de los productores que derramaron galones de leche en las carreteras en lugar de venderla a un precio que dijeron que no era financieramente viable.

Teresa Bellanova, ministra de Agricultura de Italia, apuntó que los aranceles “pondrán en peligro empleos, negocios, familias, áreas completas”.

Estados Unidos es el mercado más importante para nuestros vinos y la producción de calidad”, dijo. “Es necesario y urgente fortalecer nuestro diálogo con la administración estadunidense para evitar un riesgo tan grande”.

En Pensilvania, la preocupación de Barletta es que los gravámenes “van a perjudicar a los estadunidenses” más que a los italianos”. 

“Todos tenemos nuestros restaurantes italianos favoritos y negocios familiares, son parte de nuestras comunidades. La comida italiana se ha convertido en parte de la cultura estadunidense. ¿Qué es Estados Unidos sin pasta?”.

Catalano, que simpatiza políticamente con Trump, espera que los aranceles puedan evitarse en el último minuto. “Si el arancel sigue adelante, perjudicará a Trump y a todos los involucrados”, dijo. “Creo que son lo suficientemente inteligentes y una vez que se den cuenta de que Italia no tiene nada que ver con eso, lo van a reconsiderar”.

​MRA

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