Los senadores demócratas se reunieron ayer para tratar de establecer el camino a seguir para el paquete de 1.75 billones de dólares Build Back Better (Reconstruir Mejor) del presidente Joe Biden, después de que Joe Manchin prácticamente torpedeó la agenda económica del presidente.
Muchos legisladores ya regresaron a sus estados para el periodo de Navidad, pero Chuck Schumer, el principal demócrata del Senado, dijo que los demócratas de la cámara alta del Congreso realizarán una “reunión virtual especial” la noche del martes que el líder de la mayoría del senado señaló más tarde que será “la noche más larga del año”.
En una carta dirigida a sus colegas el lunes, Schumer culpó a Manchin, el senador de Virginia Occidental, de lo que llamó “un profundo descontento y frustración” dentro de la bancada demócrata.
La intervención de Schumer se produjo un día después de que Manchin, el demócrata más conservador en el Senado, rechazó el emblemático proyecto de ley de gasto social de 1.75 billones de dólares de Biden, con el que se realizarán inversiones sin precedente en la educación de primera infancia, salud pública y esfuerzos para combatir el cambio climático.
“No puedo votar a favor de esta ley. Traté todo lo humanamente posible. No puedo lograrlo”, dijo Manchin en Fox News el domingo, tras semanas de intensas negociaciones con la Casa Blanca y los líderes demócratas en el Capitolio.
Manchin, quien se opone a componentes específicos del proyecto de ley Build Back Better —incluida la introducción de permiso familiar y médico remunerado para todos los trabajadores estadunidenses— también se opone con el gran tamaño del proyecto de ley de gastos, afirmando que se necesita una mayor restricción fiscal en un momento de creciente inflación.
La Casa Blanca argumenta que los costos del paquete se compensarán en gran medida con aumentos de impuestos a los ricos y a las grandes empresas. El grupo de defensa de izquierda Invest in America publicó este mes una carta abierta firmada por más de 50 economistas, entre ellos el ex vicepresidente de la Reserva Federal Alan Blinder, en la que argumentaba que el paquete contrarrestará el aumento de los precios al consumidor recortando costos en cosas como cuidado infantil y servicios públicos.
Schumer insistió el lunes en que la intervención de Manchin no va a “desanimar” a los demócratas de “seguir tratando de encontrar una forma de avanzar”, y añadió que los legisladores deben esperar a votar el proyecto de ley a principios de 2022.
Los comentarios de Schumer fueron secundados por Nancy Pelosi, presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, quien dijo en un evento en San Francisco que no está “desanimada en lo absoluto. Tengo confianza en que el senador Manchin se preocupa por nuestro país y que en algún momento, muy pronto, podremos retomar la legislación”.
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Jen Psaki, secretaria de prensa de la Casa Blanca, señaló que Biden “no es ajeno a los desafíos legislativos”, y añadió: “Vamos a seguir dando pasos, trabajando como locos, para conseguirlo”.
Pero el paquete, tal como está redactado, casi con toda seguridad está condenado a fracasar en un Senado que los demócratas controlan por un escaso margen. El voto de Manchin es crucial para asegurar el apoyo de la mayoría, ya que los demócratas controlan la cámara alta, 50-50, con la vicepresidenta Kamala Harris que puede emitir un voto de desempate, y ningún republicano ha expresado su apoyo al paquete.
El senador de Virginia Occidental no ha dado señales de dar marcha atrás desde su intervención del fin de semana. De hecho, Manchin parecía que se atrincheró aún más el lunes, arremetiendo contra la Casa Blanca en una entrevista con una emisora de radio de Virginia Occidental. Los comentarios de Manchin sugieren que sus quejas con la Casa Blanca son tanto personales como políticas.
“Piensan que, por Dios, podemos mover a una persona. Seguramente, podemos acosar y golpear a una persona”, dijo Manchin. “Bueno, ¿adivinen qué? Soy de Virginia Occidental, no soy de donde ellos son, donde pueden solo golpear a la gente y pensar que serán sumisos”.
“Estoy perplejo”, añadió Manchin. “Y saben la verdadera razón de lo que pasó… no es el presidente, es el personal. Manejaron algunas cosas y sacaron algunas cosas que eran absolutamente injustificables”.
La Casa Blanca, que emitió una declaración incisiva tras la entrevista de Manchin con Fox News el domingo, no respondió a los últimos comentarios del senador, pero en un artículo de opinión en el periódico The Hill el lunes, el columnista de Washington y confidente de Manchin, Steve Clemons, sugirió que el senador se alejó de la mesa de negociaciones después de ser señalado en un comunicado de prensa de la Casa Blanca la semana pasada.
“Cuando vi el nombre de Manchin en el comunicado presidencial, supe que él lo iba a percibir como una violación del proceso, una ruptura del espíritu, una ruptura de Joe y Joe trabajando en esto”, dijo Clemons, y señaló que Kyrsten Sinema, demócrata de Arizona que también ha tenido problemas con partes de la agenda económica de Biden, no fue mencionada por la Casa Blanca.
Clemons sugirió que los legisladores y la Casa Blanca pueden reagruparse “cuando los ánimos se enfríen después de la temporada navideña” y encontrar un nuevo acuerdo para satisfacer las demandas de Manchin.
Sin emabargo, las tensiones se mantuvieron altas en el partido del presidente en la cuenta regresiva para la Navidad, incluso cuando Manchin hizo propuestas tras bambalinas a sus colegas.
Pramila Jayapal, congresista demócrata que preside el caucus progresista de la Cámara de Representantes, arremetió contra el senador el lunes, al afirmar que, aunque recibió una llamada de Manchin esta semana, creía que el senador había traicionado la confianza de sus colegas legisladores al “faltar a su palabra”.
“Esa falta de integridad es asombrosa en una ciudad donde la gente dice que lo único que tienes es tu palabra”, dijo Jayapal.
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