Denuncian mercado negro de gas de efecto invernadero

FINANCIAL TIMES

Hidrofluorocarbonos. Estiman que el ingreso ilegal en la UE equivale a las emisiones de 3.5 millones de autos.

Los HFC se usan en refrigeración. Shutterstock
Jude Webber
Ciudad de México /

Se está introduciendo de contrabando un gas de efecto invernadero en la Unión Europea a gran escala, desafiando las cuotas que se diseñaron para limitar su impacto ambiental y comprometiendo la lucha contra el cambio climático, dicen las principales figuras de la industria.

El volumen de hidrofluorocarbonos (conocidos como HFC) del mercado negro, originarios de China, que la Agencia de Investigación Ambiental de Reino Unido (EIA, por sus siglas en inglés) estima está inundando el mercado de la Unión Europea, es al menos equivalente a las emisiones anuales de 3.5 millones de automóviles. Los HFC se usan en el aire acondicionado y para enfriar refrigeradores y automóviles.

“Es como no tener ninguna regulación”, dijo Daniel Martínez-Valle, director ejecutivo de la empresa mexicana Orbia, cuya división Koura produce alrededor de una quinta parte de la materia prima que se utiliza para fabricar el gas refrigerante de una mina en México. Gran parte del resto proviene de China, que es el mayor productor de HFC.

Las importaciones ilegales le cuestan a los cinco grandes fabricantes de fluorocarbonos para Europa (Orbia/Koura, Honeywell y Chemours, de EU; Arkema, de Francia, y Daikin, de Japón) alrededor de 500 millones de dólares en utilidades perdidas al año, dijo Sameer Bharadwaj, presidente de Koura. Esto socava la capacidad de las empresas para invertir en el desarrollo de alternativas más ecológicas para reemplazar los HFC que, de acuerdo con las regulaciones de la Unión Europea, se eliminarán en gran medida para 2030.

“Necesitamos invertir mucho en el desarrollo de productos de siguiente generación que aborden el potencial de calentamiento global de los refrigerantes y lo reduzcan en un factor de cinco o 10. Si puede comprar fácilmente (HFC) de China, eso va a limitar nuestra capacidad para continuar invirtiendo en nuevos productos”, dijo.

Mártinez-Valle dijo: “¿De qué sirve firmar compromisos, adherirse a protocolos e ir a Davos? Es inútil si no tenemos la capacidad de hacerlos cumplir”.

Los HFC se desarrollaron para reemplazar los clorofluorocarbonos (conocidos como CFC), que se prohibieron hace cuatro décadas bajo el Protocolo de Montreal después de que se descubrió que habían causado un agujero en la capa de ozono. Los HFC no agotan el ozono, pero tienen potencial para el calentamiento global y en 2016 más de 170 países acordaron eliminarlos.

Si bien la producción es legal, están sujetos a cuotas de importación bajo una ambiciosa ley de la Unión Europea que estableció recortes incrementales en las cantidades de HFC permitidos a partir de 2015.

Los precios de HFC se dispararon en anticipación de una menor oferta -creando un incentivo para los contrabandistas- y es probable que este año aumenten una vez más antes de que entren en vigor nuevas reducciones el próximo año, dijo Fionnuala Walravens de la EIA. “Esto definitivamente no va a desaparecer”, dijo.

George Koutsaftes, presidente de Honeywell Advanced Materials, que ya gastó cerca de 1 mil millones de dólares en el desarrollo de nuevas tecnologías para reemplazar los HFC, dijo que requeriría un bosque del tamaño de Portugal para capturar todas las emisiones ilegales.

Dijo que el aumento de los decomisos de HFC importados ilegalmente es algo alentador, “pero esto no se va a solucionar de un día para otro, ni mucho menos...las cosas no están empeorando pero no están mejorando mucho”.

Algunos HFC se trafican hacia la Unión Europea a través de los estados fronterizos de Turquía, Rusia y Ucrania, y la mayoría al final se utilizan en el mercado secundario de automóviles, por ejemplo, en los servicios de los automóviles.

A las importaciones de gas de la Unión Europea no se les dio seguimiento en tiempo real y las aduanas de diferentes Estados miembros no pudieron ver cuánto de la cuota de importación de una empresa se ha agotado, dijo Dave Smith, director comercial de Koura.

Además, cuando se descubrían importaciones ilegales, las multas eran insignificantes -por ejemplo, tan solo de 5 mil euros en Grecia. en comparación con la oportunidad de ganar 200 mil euros con un solo envío, dijo.

Se estima que los HFC ilícitos representan 60 por ciento del gas usado en Italia y entre 50 y 80 por ciento en Grecia, Bulgaria y Rumania, pero también se detectaron en Francia, Alemania, España y Reino Unido, dijo Dave Smith, director comercial de Koura

Se descubrió que Croacia estaba importando 10 veces la cantidad de HFC que importaba cuatro años atrás, agregó.

En un informe el año pasado, la EIA dijo que los datos de aduanas de la Unión Europea apuntaban a aumentos significativos en las importaciones de HFC de algunos países y señalaron que las importaciones de HFC a granel en 2018 “fueron demasiado altas para cumplir con la cuota de 2018”. Además, la exportación de HFC chino y los datos de importación de la Unión Europea no coincidieron, dijo.

De acuerdo con las estimaciones de la EIA, se vendieron 117.5 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono equivalente en la Unión Europea en 2018, alrededor de 16.3 millones de toneladas métricas de CO2 equivalente por encima de los niveles permitidos.

“Las actividades de la delincuencia organizada socavan completamente” los límites de la Unión Europea, dijo Mark Vergnano, director ejecutivo de Chemours.
“Instamos a las autoridades a que tomen medidas enérgicas contra las importaciones ilegales de HFC. Esta regulación innovadora se creó para ayudar a abordar el cambio climático provocado por el hombre, pero es necesario tomar medidas de cumplimiento o la regulación no tiene sentido”.

La Unión Europea estaba tratando de intensificar los esfuerzos de cumplimiento y Polonia se destacó por los grandes avances que había logrado, “pero el ritmo no es lo suficientemente rápido”, dijo Bharadwaj.

“Si este año resolvemos esto, llegaremos un año tarde”, dijo Martínez-Valle.



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