Desplome inmobiliario en China y política de covid-cero frenaron su avance económico

FT MERCADOS

¿Podrá Xi Jinping impulsar el consumo interno como nuevo motor de crecimiento?

El próximo 16 de octubre, el presidente Xi Jinping asegurará un tercer mandato en China
Edward White
Ciudad de México /

A finales de 2013, el Partido Comunista Chino, bajo la dirección de su nuevo líder, Xi Jinping, dio a conocer un llamativo programa de reformas con el objetivo de volver a equilibrar la segunda mayor economía del mundo en favor de las fuerzas del mercado y el sector privado. 

En el marco de un plan de reformas de 60 puntos, la nueva administración de Xi Jinping prometió eliminar los obstáculos que habían frenado el crecimiento impulsado por el consumo en China. 

El férreo control del Estado estaba a punto de relajarse. Los analistas predijeron entonces que, si se aplicaba según lo planeado, China podría mantener un crecimiento anual del Producto Interno Bruto (PIB) de 7 por ciento durante al menos la próxima década y hacer la transición a la categoría de país de altas rentas. 

Casi 10 años después, muchas de esas promesas siguen sin cumplirse. Al mismo tiempo, la economía china se enfrenta a rendimientos decrecientes después de depender durante años de un crecimiento impulsado por un auge de la inversión inmobiliaria alimentado por la deuda. 

Golpeada por la controvertida política de Xi de covid-cero, el endurecimiento de los factores económicos adversos a nivel mundial y el desplome del mercado inmobiliario, este año será la primera vez, desde principios de la década de 1990, en que la tasa de crecimiento de China se sitúe por debajo del resto de la región. 

El Dato...

166 por ciento

Aumentó el precio de la vivienda en la capital china bajo el mandato de Xi Jinping

A medida que Xi Jinping se acerca a un tercer periodo en el poder, él y sus principales lugar tenientes no solo tienen la tarea inmediata de organizar un aterrizaje suave de las turbulencias que asolan el sector inmobiliario de China. También deben responder a una pregunta: sin la propiedad como motor clave, ¿cómo puede seguir creciendo la economía? 

“Las 60 reformas habrían ampliado el papel del consumo y la iniciativa privada”, dice Chen Zhiwu, profesor de finanzas y economía china en la Universidad de Hong Kong. “Sin embargo, la agenda de reformas orientadas al mercado en gran medida se hizo a un lado”. 

Yixiao Zhou, experto en economía china de la Universidad Nacional de Australia, dice que la administración Xi perdió una “ventana de oportunidad” durante un periodo de relativa estabilidad económica y geopolítica para emprender difíciles reformas políticas. 

Beijing ahora podría verse obligado a actuar, ya que las consecuencias del colapso inmobiliario afectan las perspectivas de crecimiento a corto plazo de China. 

Al tener en cuenta el papel modesto que desempeña el consumo en su economía, el FMI describe a China como un “elemento atípico a nivel mundial”. El Ahorro Interno Bruto del país como porcentaje del PIB es de 44 por ciento, en comparación con un promedio de 22.5 por ciento entre los miembros de la OCDE. A largo plazo, se cree que gran parte de este ahorro es preventivo, es decir, que se reserva para la vivienda, la educación, la salud y la jubilación. 

Esto, según los críticos, demuestra que aunque la economía china creció, no logró crear el sistema de pensiones y otras formas de seguridad social que harían que la gente se sintiera cómoda gastando sus ingresos. 

Bert Hofman, antiguo director del Banco Mundial para China en Beijing, está convencido de que la demanda reprimida de los consumidores podría desbloquearse “con relativa rapidez”. Para esto sería necesario introducir una serie de cambios de políticas con el objetivo de aliviar las ansiedades que impulsan a los hogares chinos a ahorrar a un ritmo mucho mayor que en la mayoría de los países. 

Sin embargo, muchos expertos creen que las mismas reformas que podrían impulsar y sostener a China en una nueva era de crecimiento van en contra de la búsqueda de Xi de un mayor control y de la defensa de los intereses del gobernante Partido Comunista Chino. 

El camino no recorrido 

Al encabezar las reformas de China en las décadas de 1980 y 1990 y encaminar el país hacia la prosperidad, la decisión de Deng Xiaoping de “dejar que algunas personas se enriquezcan primero” parecía que cambiaba para siempre el contrato entre el Partido Comunista Chino y el pueblo bajo su gobierno. 

Al dejar de ser el Estado el único desarrollador y propietario, la construcción se disparó. La privatización de amplio alcance de la vivienda hizo que las tasas de propiedad se dispararan de 20 por ciento a finales de la década de 1980 a más de 90 por ciento en 2007. 

Este periodo marcó el nacimiento de una clase media propietaria de vivienda. El PIB real per cápita se multiplicó casi por diez en los 30 años transcurridos desde 1990, mientras que los salarios en las ciudades se quintuplicaron. 

Brad Setser, miembro del Consejo de Relaciones Exteriores, dice que China mantiene unos niveles de inversión inusualmente altos en relación con el tamaño de su economía, tanto en bienes inmuebles como en infraestructuras, durante más tiempo. 

El FMI señala el rápido aumento del precio de la vivienda, que obliga a la gente a ahorrar más para cubrir los pagos y las hipotecas. Bajo el mandato de Xi, el precio promedio en la capital china aumentó alrededor de 166 por ciento. 

Antes de la pandemia, el gasto de atención de salud de China como porcentaje del PIB era de 5.4 por ciento, menos de la mitad del promedio de la OCDE, que es de 12.5 por ciento, y de 16.7 por ciento en EU. Y aunque los planes de pensiones estatales llegan ahora a alrededor de mil millones de personas, según datos de China Labour Bulletin, las prestaciones “son muy limitadas”.

De acuerdo con Setser, el camino más saludable para que China vuelva a un periodo de crecimiento sostenido sería que el motor del consumo sustituyera la contribución que antes aportaba el sector inmobiliario.

El Dato...

1.4 mdd

Suma el ahorro de loshogares chinos en el primer semestre de 2022, pero está destinado a previsión y no a consumo

Desatando los espíritus animales 

Los desarrolladores inmobiliarios desesperados anunciaron que aceptarían de los agricultores inventarios de ajo como pago inicial de nuevos departamentos. En las ciudades del país, miles de personas empezaron a protestar negándose a pagar las hipotecas de los departamentos sin terminar mientras los promotores quiebran. 

El sentimiento deteriorado hizo retroceder los precios de la vivienda, erosionando el valor del activo más importante de muchas familias. La ansiedad se exacerbó por los confinamientos y las campañas de pruebas de China en el marco de la política de “covid-cero”. 

Como respuesta, las tasas de ahorro aumentaron más. En el primer semestre de 2022, los nuevos depósitos de ahorro de los hogares se dispararon más de un tercio de un año a otro, hasta alcanzar la cifra récord de 10.3 millones de yuanes (1.4 millones de dólares). 

En las últimas semanas, Pekín intensificó las medidas de flexibilización para apoyar a los promotores inmobiliarios con problemas de liquidez. Pero algunos creen que, aunque la administración Xi se enfocó en evitar las crisis económicas a corto plazo, se aleja más de las reformas políticas necesarias para liberar el potencial del gasto de los consumidores. 

Señalando la creciente reafirmación del control del partido-estado sobre amplias franjas de la economía bajo la bandera de Xi de la “prosperidad común”, muchos analistas de China creen que Xi Jinping corre el riesgo no solo de limitar el crecimiento, sino de desmantelar parte del dinamismo económico que ha durado desde Deng Xiaoping. 

Dexter Roberts, investigador del Atlantic Council, afirma que Xi desempeña un papel fundamental a la hora de “frenar” las reformas sociales cuando éstas amenazan el control del partido. “Xi Jinping cree que estas instituciones tradicionales deben tener un papel clave, porque cree que el partido debe tener un papel importante en toda la sociedad”, dice. 

Un descanso del trabajo 

Andy Rothman, estratega de inversiones de Matthews Asia, señala que el consumo y los servicios han sido el mayor componente de la economía en los últimos 10 años. China, añade, aumentó progresivamente el umbral de ingresos por debajo del cual la gente no tiene que pagar ningún impuesto. Aunque los avances en las reformas sociales no han sido suficientes para reducir la tasa de ahorro de los hogares, una vez que se elimine la política de covid-cero, los hogares quedarán “con una enorme montaña de dinero”. 

Roberts afirma que, a menos que se produzca una corrección del rumbo y se reactiven las reformas económicas, China se enfrenta a seguir el camino de países como Rusia, Sudáfrica y Brasil, que han batallado para alcanzar el estatus de nación de altos ingresos. 

Sin embargo, Rothman cree que la economía conserva sus fortalezas. El consumo se va a disparar cuando se produzca una recuperación después del covid. Y muchas personas fuera de China “no entienden” los objetivos de Xi.

srgs


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