El dólar alcanzó su nivel más bajo desde principios de año, mientras los inversionistas se preparan para que la Reserva Federal comience a bajar las tasas de interés y se desvanece la venta masiva de agosto que asustó a los mercados.
Este agosto, la divisa estadunidense ya cayó 2.2 por ciento frente a una canasta de monedas rivales —hasta un nivel que no alcanzaba desde el primer día de operaciones de enero—, ya que los inversionistas esperan que el banco central recorte las tasas el próximo mes.
El debilitamiento del dólar se produce en un momento en que el índice bursátil S&P 500 ya recuperó casi todas sus pérdidas de principios de agosto, luego de un débil informe sobre el empleo en EU y el temor a una recesión inminente. Desde entonces, con los mercados más tranquilos y los datos económicos más duraderos llevaron a los inversionistas de nuevo a los activos “de riesgo”.
“El mercado espera un aterrizaje suave y recortes de las tasas de la Fed… algo que es negativo para el dólar”, dijo Athanasios Vamvakidis, responsable de estrategia de divisas del G10 en Bank of America.
Los inversionistas ahora están pendientes del esperado discurso del presidente de la Fed, Jeromey Powell, en el simposio de Jackson Hole el viernes, en el que se espera que arroje pistas sobre el camino para las tasas.
Los mercados apuestan por tres o cuatro recortes de un cuarto de punto para finales de año, después de que las sólidas cifras de ventas minoristas hicieron que se recuperara la confianza en que se evitaría una recesión inminente. Los operadores se habían apresurado a valorar algo cercano a los cinco recortes este año después del débil informe de empleo.
Vamvakidis añadió que el fuerte gasto de los consumidores, en combinación con el optimismo de que la Fed aplicará varios recortes este año, es “bueno para la confianza por el riesgo”, pero no para el dólar, porque “la moneda sigue sobrevaluada”.
La caída del dólar se produce después de que ganó 4.4 por ciento en la primera mitad del año, ya que la resiliencia de la economía estadunidense sorprendió a los inversionistas que a principios de año esperaban más de seis recortes de un cuarto de punto durante 2024.
Pero el índice de cambio de datos de EU de Citi indicaba desde finales de junio que el crecimiento económico de Estados Unidos se estaba desacelerando más rápido que el de otras economías avanzadas en comparación con el año pasado.
Desde entonces, la debilidad del dólar ha ido en aumento. Citi dijo que sus clientes de fondos de cobertura han sido vendedores netos constantes de dólares estadunidenses desde el 7 de agosto, a medida que se recuperaba el apetito por el riesgo. El indicador de posicionamiento del dólar del banco en dólares actualmente es el más bajista desde mayo de 2021.
“Hemos previsto una recesión leve para EU: la economía sin duda se está desacelerando y está convergiendo con la de otros países”, dijo Jane Foley, directora de divisas de Rabobank.
Agregó que el euro —el mayor rival del billete verde— ha sido “resiliente” este año y ya subió 3.6 por ciento frente al dólar desde principios de julio a pesar de la debilidad de la industria de fabricación de Alemania y una desaceleración de la demanda de China.
Las caídas del dólar se han visto impulsadas por la reversión de las populares “operaciones de carry trade”, en las que los inversionistas tomaron prestados yenes para financiar la compra de dólares de mayor rendimiento, algo que hizo subir la moneda japonesa más de 7 por ciento frente al dólar durante el último mes.
Las apuestas contra el yen alcanzaron su nivel más extremo el mes pasado desde 2007, según datos de la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas de EU, pero se han desmoronado bruscamente en las últimas semanas y se inclinaron hacia una posición larga (apostar a favor) la semana pasada por primera vez desde 2001.“La posición sobre el dólar se mantiene sin cambios, pero no está ni cerca de extenderse; la pregunta para el resto del año es: ¿quieres ir en corto (apostar en contra) con el dólar?”, dijo Chris Turner, jefe de investigación de ING.
State Street, uno de los bancos depositarios más grandes del mundo, dijo que los gestores de activos han oscilado entre un sentimiento muy positivo sobre el dólar y neutral en los últimos dos años y siguen cómodamente por encima de neutral a pesar de que se alcanzó su nivel más bajo desde abril.
“La opinión sobre el dólar estadunidense todavía no cambia por completo, y es posible que no lo haga hasta que tengamos una visión más clara sobre el ritmo y la profundidad del ciclo de expansión de la Fed”, dijo Michael Metcalfe, responsable de estrategia macro global de State Street.