Dolly Parton donó 1 mdd para financiar vacuna de covid-19

FT MERCADOS

Dolly Parton busca financiar la vacuna contra el covid-19 es su más reciente éxito.

Dolly Parton
Elaine Moore
Ciudad de México /

Cuando Dolly Parton nació en un día frío de enero de 1946, su familia no tenía forma de pagar un médico excepto con un costal de harina de maíz. Sin embargo, una pariente de edad mayor colocó sus manos en la cabeza de la pequeña y declaró que había sido “ungida”, algo que la madre de Parton consideró que significaba que haría grandes cosas buenas en su vida. 

La ocurrente cantante de country hizo honor a la profecía. La semana pasadas supimos que una donación de 1 millón de dólares que hizo Parton al Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt (VUMC, por sus siglas en inglés) en Nashville, al comienzo de la pandemia, ayudó a financiar un ensayo clínico inicial de una de las vacunas más prometedoras contra el covid-19. Las pruebas muestran que la vacuna de ARNm de Moderna tiene una efectividad de 94.5 por ciento. 

La idea de que Parton podría tener que ver algo con el fin a la pandemia global fue recibida con arrebatos de alegría en línea. El comediante Steve Martin bromeó que se imaginaba a Parton manipulando el ARN mientras escribía un éxito. Un usuario de Twitter sugirió que “dollypartoning” debería convertirse en la abreviatura para descubrir que alguien que ya te agrada es incluso mejor persona de lo que pensabas. 

En medio de un creciente número de muertes por coronavirus y las secuelas de unas horribles elecciones presidenciales, Parton es uno de los pocos temas en los que los estadunidenses todavía pueden estar de acuerdo. Estado rojo o azul, música country o rock, creyente o agnóstico, su base de fans cruza las líneas más divisivas. 

Ahora, con 74 años de edad, con más de medio siglo de grabaciones detrás de ella, su estrella está tan alta como siempre. Su álbum más reciente debutó en la cima de las listas de Billboard de música country, y un musical de Netflix basado en sus canciones está por estrenarse. Su socio de producción, Sam Haskell, dice que su música nunca pierde intensidad: “atrae tanto a la generación joven como a los más adultos debido a que los temas que escribe son atemporales”. 

Esos temas —familia, fe y amor— a menudo se centran en torno a las ideas de bondad y resiliencia que se remontan a su infancia en las faldas de las Montañas Great Smoky de Tennessee. Parton creció como una de 12 niños en una pequeña casa sin electricidad ni agua corriente. 

Ella dice...

“Hoy me siento muy orgullosa de saber que tuve algo que ver con algo que nos ayudará a superar esta loca pandemia”

​Tan pronto como pudo hablar empezó a cantar. Cuando era una niña pequeña, dice Parton, inventaba canciones para sus figuras de maíz. A los 10 años ya realizaba conciertos en la radio gracias a su tío, que también era intérprete. A los 13 años consiguió un puesto en una institución de música country, el Grand Ole Opry, y Johnny Cash la presentó en el escenario. Siguieron décadas de canciones exitosas y películas. En 1986, compró un parque temático local en un intento por crear más empleos en el este de Tennessee, y lo renombró como Dollywood. 

Su amplia popularidad se debe en parte a las contradicciones en las que vive. Ella combina un pelo estrafalariamente grande y una figura muy bien formada artificialmente, con sutiles bromas autocríticas: “Cuesta mucho dinero verse así de barata”. Cuando se fue de casa en busca de fortuna, dice, no tenía miedo de ser pobre porque hubiera sido imposible tener menos dinero que su familia. 

Sus penas han dado forma a su arte y, más tarde, a su obra de caridad. El analfabetismo de su padre la inspiró a iniciar la Dolly Parton’s Imagination Library, que distribuye más de un millón de libros gratuitos cada mes a niños menores de cinco años. 

La directora regional de Dollywood Foundation UK, Kirsty Hill, dice que la contribución de Parton a la vacuna tiene mucho sentido. “Veo mucho del trabajo que hace del que no necesariamente se habla”, dice. “Su respuesta a las emergencias siempre ha sido la misma”. 

Esta filantropía es decididamente apolítica, otro factor que puede explicar su amplio atractivo. Cuando Hillary Clinton usó “9 to 5”, el himno de los esclavos asalariados, en todas partes en su campaña por la presidencia de Estados Unidos de 2016 contra Donald Trump, se le preguntó a Parton si apoyaba que Clinton se convirtiera en la primera mujer presidenta. Parton esquivó la pregunta, bromeando con que Estados Unidos iba a estar “plagado de Presidential Mood Swings (cambios de humor presidenciales)”. 

Ella ha sido una firme defensora de los derechos de los homosexuales y expresó su apoyo a Black Lives Matter este verano de una manera típicamente idiosincrásica, al decirle a la revista Billboard: “¿Creemos que nuestros pequeños traseros blancos son los únicos que importan? ¡No!”. 

Cada tantos años, un nuevo grupo de fans descubre su música. En la década de 1990, Whitney Houston convirtió “I Will Always Love You” de Parton en una power ballad de gran éxito. En 2000, la banda The White Stripes hizo de “Jolene” una canción popular. Una habitual de las redes sociales, publica perlas de sabiduría a las que llama Dollyisms. “Sí, coqueteo”, dice guiñando un ojo en Instagram. “No soy ciega y no estoy muerta”. 

Ella aceptó los elogios por su donación a la investigación del covid-19 con humildad y buen humor. “Hoy me siento muy orgullosa de saber que tuve algo que ver con algo que nos ayudará a superar esta loca pandemia”, dijo a la BBC. Dijo que desea que se restablezca la normalidad. “Cuando la vida vuelva a estar bien, voy a estar corriendo por todas partes”.

​srgs


LAS MÁS VISTAS