Cuarto trimestre. La cifra se suma a la evidencia de una notable resiliencia frente a la prolongada campaña de aumentos por parte de la Reserva Federal; las medidas de Biden provocaron la reactivación, afirma Yellen
La economía estadunidense creció a una tasa anualizada de 3.3 por ciento durante el último trimestre del año pasado, coronando un sólido 2023 que desafió los temores de recesión, pero dejó al presidente Joe Biden batallando para recibir el crédito.
Las cifras se suman a la evidencia de que la economía estadunidense mostró una notable resiliencia frente a la prolongada campaña de altas tasas de interés de la Reserva Federal, allanando el camino para posibles recortes de tasas en los próximos meses.
Datos por separado muestran que los precios al consumidor subieron a un ritmo anual del 1.7 por ciento en el cuarto trimestre, por debajo del 2.6 por ciento de los tres meses anteriores.
Los dos conjuntos de cifras positivas sugieren que el banco central estadunidense puede estar en camino de lograr el denominado aterrizaje suave, en el que se controla la inflación sin desatar una recesión.
“Esta lectura del producto interno bruto (PIB) consolida la posición de Estados Unidos como motor dominante del crecimiento global”, dijo Eswar Prasad, profesor de economía de la Universidad de Cornell.
Añadió que el “desempeño destacado e inesperado de EU es la historia económica de 2023 y un presagio positivo para lo que de otro modo se perfila como un año sombrío para el crecimiento global”.
La administración Biden se siente reivindicada por la caída de la inflación, las sólidas cifras de empleo y el aumento de la confianza del consumidor, que esperan reviertan lo que ha sido una amplia insatisfacción con el estado de la economía en la mayoría de los hogares estadunidenses.
La encuesta más reciente de Financial Times-Michigan Ross mostró que 60 por ciento de los votantes encuestados desaprueba la gestión de la economía por parte de Biden, y entre las quejas figuraban los altos precios persistentes de los productos básicos.
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Sin embargo, una encuesta de Pew Research mostró que el sentimiento estaba mejorando: 28 por ciento de los encuestados la semana pasada describieron el desempeño de la economía como “excelente” o “bueno”, frente al 19 por ciento en abril.
Janet Yellen, secretaria del Tesoro de Estados Unidos, dijo en Chicago que fueron las medidas de la administración para impulsar la economía las que provocaron una reactivación “que es notable tanto por su velocidad como por su justicia”.
Añadió que “aunque algunos pensaron que una recesión el año pasado era inevitable, el presidente Biden y yo no lo pensamos. En lugar de contraerse, la economía ha seguido creciendo, impulsada por los trabajadores estadunidenses y la estrategia económica”.
La tasa de crecimiento del cuarto trimestre fue más lenta que el 4.9 por ciento de los tres meses anteriores, pero sustancialmente más alta que las estimaciones de los economistas. La cifra del 3.1 por ciento de crecimiento anual del PIB también superó las expectativas.
Los mercados de valores y bonos estadunidenses subieron tras los datos, mientras los inversionistas enfocaban la atención en las cifras que mostraban que la inflación parecía estar bajo control.
Las cifras llegan en un momento en que los bancos centrales contemplan la posibilidad de recortar las tasas en los próximos meses a medida que la inflación se acerque a su objetivo del 2 por ciento.
Después de la publicación de los datos del producto interno bruto de Estados Unidos, los bonos del Tesoro ampliaron la tendencia alcista de la sesión, con el rendimiento de los fondos a dos años, que es sensible a la política, bajaron 0.05 puntos porcentuales hasta llegar a 4.33 por ciento.
Wall Street terminó la sesión al alza, con nuevos récords para el Dow Jones y el S&P, que se apreciaron 0.64 y 0.53 por ciento. El Nasdaq Composite, donde cotizan las principales compañías tecnológicas, cerró con un aumento de 0.18 por ciento.
Con información de: Stephanie Stacey y George Steer en Londres