El Banco de Inglaterra redujo las tasas de interés por primera vez en más de cuatro años, en una votación muy reñida que representa un impulso a la promesa del gobierno laborista de reactivar el crecimiento económico.
El Comité de Política Monetaria votó cinco a cuatro a favor de reducir la tasa de interés oficial del banco en un cuarto de punto porcentual para llegar a 5 por ciento, informó el Banco de Inglaterra.
La decisión se produce después de que la inflación regresó al objetivo de 2 por ciento que fijó el banco en mayo y que se mantuvo en ese nivel en junio, a pesar del alza en los servicios.
Al anunciar la decisión, el gobernador del banco de Inglaterra, Andrew Bailey, advirtió que la medida no es un mensaje de una rápida serie de nuevos recortes.
“Las presiones inflacionarias se redujeron lo suficiente como para que hoy pudiéramos recortar las tasas”, dijo Bailey, quien votó a favor, “pero tenemos que asegurarnos de que la inflación se mantenga baja, y tener cuidado de no recortar las tasas de interés demasiado rápido o en exceso”.
Los inversionistas esperan que el banco realice una o dos reducciones más de aquí a finales de año.
El rendimiento de los bonos a dos años —que sigue de cerca las expectativas de los inversionistas sobre las tasas de interés— cayó 0.12 puntos porcentuales, hasta 3.69 por ciento, el nivel más bajo en más de un año. La libra esterlina cayó a un mínimo de cuatro semanas de 1.2772 dólares, 0.6 por ciento menos frente al dólar.
El recorte representa un impulso para la ministra de Hacienda, Rachel Reeves, que intenta reactivar el crecimiento económico y abordar lo que el Partido Laborista calificó como un agujero de 22 mil millones de libras en las finanzas públicas.
Reeves, quien quiere evitar cualquier sensación de que el recorte de tasas reducirá la necesidad de tomar “decisiones difíciles”, como aumentos de impuestos en su presupuesto de octubre, dio una respuesta cautelosa a la medida.
“Si bien el recorte en las tasas será una buena noticia, millones de familias siguen enfrentándose a tasas hipotecarias más altas después del minipresupuesto”, dijo, refiriéndose al breve periodo como primera ministra de Liz Truss en 2022.
“Esa es la razón por la que este gobierno está tomando las decisiones difíciles ahora para arreglar los cimientos de nuestra economía después de años de bajo crecimiento, para que podamos reconstruir Gran Bretaña y mejorar la situación de cada parte de nuestro país”, añadió.
Ruth Gregory, de Capital Economics, dijo que es un “recorte agresivo”, dada la votación tan estrecha y el mensaje cauteloso de Bailey. “Parece probable que el comité quiera ver más evidencia de que las presiones inflacionarias están disminuyendo antes de embarcarse en nuevos recortes de tasas”, agregó.
James Smith, economista de ING, agregó que el Banco de Inglaterra parece “increíblemente renuente a dejar que los mercados se dejen llevar por la idea de que esto puede ser el comienzo de un ciclo de recortes rápidos”.
Sin embargo, dijo que uno o dos movimientos más pueden materializarse para fin de año.
La decisión del Banco de Inglaterra es la señal más reciente de la confianza cada vez mayor que hay entre los bancos centrales de que el aumento de precios posterior a la pandemia ya se superó. A principios de este verano, el Banco Central Europeo (BCE) fue el primer organismo importante en bajar las tasas.
El miércoles, la Reserva Federal de Estados Unidos señaló que podía reducir los costos de endeudamiento tan pronto como en septiembre.
El Banco de Inglaterra espera que la inflación general suba de 2 a 2.7 por ciento este año, antes de desacelerarse. Agregó que espera que los precios al consumidor caigan a 1.7 por ciento para 2026 y luego a 1.5 en 2027.
El Banco de Inglaterra también mejoró su pronóstico de crecimiento del producto interno bruto para este año a 1.25 por ciento desde el 0.5 por ciento, y espera una expansión de 1 por ciento en 2025.
Las minutas de la decisión sugieren que el comité estaba dividido sobre la medida. Algunos de los que optaron por un recorte reconocieron que la decisión pudo “ser de un lado o del otro”.
Al recorte del Banco de Inglaterra se opusieron responsables de la fijación de tasas, incluido el economista jefe del banco, Huw Pill, quien advirtió que las presiones inflacionarias internas se mantienen “más arraigadas”.
A la postura de Pill, de oponerse al movimiento de las tasas, se unieron los miembros externos Megan Greene, Jonathan Haskel y Catherine Mann.
Bailey, así como Clare Lombardelli, la nueva vicegobernadora del Banco de Inglaterra, Sarah Breeden, Dave Ramsden y el miembro externo Swati Dhingra votaron a favor de un recorte.