Ted Truscott es madrugador. El CEO de Columbia Threadneedle Investments, gestor de activos de 468 mil millones de dólares, se levanta a las 4 de la mañana para ponerse al día con los correos y hacer llamadas a sus colegas.
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“Dormir es muy ineficiente. Cuatro o cinco horas es todo lo que necesito”, dice Truscott, con una gran sonrisa.
El ejecutivo de 59 años de edad llega fresco tras volar durante la noche a Londres luego de participar en un segmento más corto del Triatlón de Boston, evento que patrocina Columbia Threadneedle desde hace cuatro años.
“Ser lo suficientemente flexible y adaptable para nadar, correr y andar en bicicleta es una metáfora de nuestro negocio”, comentó.
Más de 100 empleados en Boston participaron en el triatlón o fueron voluntarios en el evento que recauda dinero para el Boston Medical Center.
“Se trata de trabajar juntos, animarse mutuamente. No hay nada como escuchar a tus colegas gritar: ‘Vamos Ted. Lo vas a lograr’. Es grandioso”, aseguró.
Junto con otros gestores activos tradicionales, el negocio de Columbia Threadneedle ha sufrido debido a la intensa competencia de rivales más grandes encabezados por BlackRock y Vanguard.
La risa a menudo acentúa su conversación, incluso cuando se le pregunta si la descripción de un ex colega sobre la gama de productos de la compañía como “un desayuno para perros” es correcta.
“Realizamos dos rondas de fusiones de fondos en EU y redujimos el rango de fondos europeos en un tercio. Este es un trabajo continuo y se necesita un equilibrio, ya que tenemos que asegurarnos de cumplir con nuestras obligaciones actuales con los clientes”, explicó.
Sin embargo, los clientes ya retiraron alrededor de 81 mil 500 mdd de Columbia Threadneedle desde el comienzo de 2015, ya que el cambio de fondos activos a fondos de seguimiento de bajo costo se aceleró a escala mundial. Morningstar califica solo nueve de 105 fondos de Columbia y 11 de 85 fondos Threadneedle en el 10 por ciento superior de sus respectivas categorías. Las salidas este año de Michelle Scrimgeour y Mark Burgess, CEO y CIO para Europa, respectivamente, se sumaron a las dificultades que enfrenta la compañía.
“Ha sido difícil y parte de nuestro trabajo es ser más conocidos. Comparo a nuestros equipos contra cualquiera de ellos todos los días de la semana. Tenemos un historial para demostrarlo. Ven y conócenos, mira nuestra oferta de productos, nuestros informes de ESG (Ambiental, Social y de Gobernanza)”, dice Truscott, quien dirige las operaciones de gestión de activos de Ameriprise desde hace más de una década.
Truscott pocas veces da entrevistas, pero aborda preguntas sobre su liderazgo. “Columbia Threadneedle es una cultura de bajo ego y mantengo un perfil razonablemente bajo. Nuestro trabajo es hacer las cosas y no ser demasiado llamativos”, indicó.
La división se creó a través de múltiples acuerdos y adquisiciones por parte de Truscott y su jefe directo, Jim Cracchiolo, el CEO de Ameriprise Financial, la matriz.
A Threadneedle, que comenzó en 1994 como una unidad de inversión de British American Tobacco, la compró American Express en 2003 a Zurich Financial Services por American, y luego dividió su unidad de planeación financiera como Ameriprise en 2005.
Columbia Management se adquirió en alrededor de mil 200 millones de dólares a Bank of America en 2009. En 2015, Columbia y Threadneedle se unieron como una plataforma global unificada.
Otros acuerdos ampliaron la plataforma. Emerging Global Advisors, una firma boutique de 900 mdd con sede en Nueva York que se especializa en fondos cotizados en mercados emergentes se compró 2016. Al año siguiente, se adquirió Lionstone Partners, un gestor de inversiones inmobiliarias con sede en Houston de 6 mil millones de dólares.
“Todo tiene el objetivo de producir buenos resultados para el cliente. Tu éxito. Nuestra prioridad”, dice Truscott, sin perder la oportunidad de recitar el lema de la compañía.
Tal vez vengan más acuerdos. Pasar al crédito privado sería una extensión natural de las capacidades de Columbia Threadneedle, pero Truscott enfatiza la necesidad de permanecer “muy disciplinado y consciente de que sea culturalmente adecuado” con cualquier posible socio.Truscott enfatiza la necesidad de permanecer “muy disciplinado y consciente de que sea culturalmente adecuado” con cualquier posible socio.
“Nos fijamos en casi todo, pero hacemos relativamente poco. La solución para revertir los flujos de salida no es solo aumentar de tamaño”, explicó.
Parte de su estrategia consiste en fortalecer las capacidades de investigación.
“Contratamos más analistas, pagamos por investigación de ventas e invertimos más en big data (metadatos) para generar alfa (rendimientos superiores a los del mercado)”, dice Truscott.
También se van a tomar medidas para expandir la unidad de ETF (Fondos Cotizados en Bolsa) de Columbia Threadneedle, un área donde la compañía históricamente carece de una presencia significativa.
“Los ETF no pueden ser solamente clones de nuestros productos existentes. Podemos mostrar nuestras habilidades al incorporar estrategias de inversión responsables en los ETF. Hay muchos desarrollos por venir”, promete.
Su interés en la inversión responsable se alimenta en parte por su papel como vicepresidente del consejo de administración de fideicomisarios de Middlebury College, su alma mater en Vermont.
“Me da una vista panorámica de lo que quieren los millennials cuando les hablas sobre el cambio climático y los aspectos sociales y de gobernanza de la inversión responsable. Creo firmemente que podemos obtener buenos rendimientos para los clientes al invertir en empresas que tienen buenos resultados en todos estos criterios ESG”, dice.
Como ávido lector del Financial Times, los problemas en Woodford Investment Management no escapan de su atención.
“Este es solo el último de una serie de problemas relacionados con la liquidez del fondo. Cualquier cosa que perjudique la reputación de la gestión activa no es buena para la industria de inversión. No queremos esos titulares. Tenemos que mantener al cliente en el centro de todo lo que hacemos y conducirnos con integridad”, dice.
Él cree firmemente que la “actitud desde los niveles superiores” es esencial porque la gestión de activos es “negocio de personas”.
Asegurar que el trabajo no interrumpa sus propios fines de semana se mantiene como un desafío.
“Mi esposa, mi familia y mis amigos definitivamente dirían que trabajo demasiado. Nunca puedes hacerlo bien. A veces no hay suficientes horas en el día”.
Ni siquiera para una persona que puede prosperar con solo cuatro horas de sueño.
Perfil
Nació en Minneapolis en 1960.
Remuneración total 7.14 millones de dólares en 2018.
Educación
1979-1983 Licenciatura en Estudios de Asia Oriental, Middlebury College.
1989-1991 Maestría en Finanzas, NYU Stern School of Business.
Carrera profesional
1983 - 1992 Analista de crédito y oficial bancario en Chemical Bank
1992 - 1994 Gerente de cartera y analista de investigación de capital en Scudder, Stevens y Clark.
1994 - 1996 Director, Scudder, Stevens y Clark.
1996 - 2001 Director de inversiones en Zurich Scudder Investments, para el continente americano y director gerente de Zurich Scudder Investments.
2001 - 2005 Director de inversiones de American Express Financial Advisors (posteriormente Ameriprise Financial).
2005 - 2008 Presidente, director de gestión de activos y director de inversiones en en Ameriprise Financial.
2008 - 2010 Presidente de gestión de activos de EU, anualidades y CIO en Ameriprise Financial.
2010 - 2012 Director general de gestión de activos de EU y presidente, anualidades en Ameriprise Financial.
2012- a la fecha director general de gestión global de activos de Ameriprise Financial.
Columbia Threadneedle Investments
Se estableció en 2003
Activos: 468 mil mdd
Empleados: 2 mil
Sede central de Boston y Londres con oficinas en 17 países de todo el mundo.
Propietario Ameriprise Financial, que cotiza en la Bolsa de Nueva York.